Al menos 24 personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, al estallar una bomba en un hospital militar en Bangkok, indicaron fuentes policiales.
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El subcomisario de la Policía Srivara Ransibrahmanakul declaró a la prensa que la causa de la deflagración en el hospital King Mongkur fue un artefacto explosivo. Medios locales habían apuntado con anterioridad que el motivo de la explosión podía haber sido un escape de gas.
Srivara precisó que la bomba, colocada en un recipiente en una habitación reservada para militares retirados, tenía un radio de impacto de dos o tres metros.
Las autoridades han indicado que revelarán más detalles del suceso a medida que avancen las investigaciones en el hospital, situado en el distrito de Phaya Thai en la capital tailandesa.
El ataque se produjo al cumplirse este lunes (22.05.2017) el tercer aniversario del Golpe de Estado militar que derrocó en 2014 al último ejecutivo civil que ha gobernado en Tailandia. Hasta el momento, ninguna persona u organización se había atribuido los hechos. Pero, desde el pasado año, la prensa tailandesa ha reportado sobre sobre informes de inteligencia que apuntaban a la planificación de atentados con explosivos en la capital del país y provincias cercanas.
Ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos se han sucedido con frecuencia en las provincias de Pattani, Narathiwat y Yala, en el sur de Tailandia, pese al despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad y la declaración del estado de excepción desde 2005.
Más de 6.500 personas han muerto en esta región de mayoría malaya y musulmana desde que el movimiento separatista reanudó la lucha armada en 2004, después de una década aletargado. Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista y exigen la creación de un Estado que integre a las citadas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani y que Tailandia anexionó hace un siglo.
RML (efe, ap)
Distensión en Bangkok (3.12.2013)
Tras días de creciente violencia contra manifestantes, la policía cambió su estrategia en Tailandia.
Imagen: Reuters
Muros derribados ¿por ahora?
Súbitamente cambió la situación en Bangkok. Ante el peligro de una escalada de violencia, las fuerzas de seguridad cedieron a la presión de los manifestantes y les permitieron entrar en instalaciones que habían mantenido bloqueadas, como la sede del Gobierno y el cuartel central de la Policía.
Imagen: Reuters
Eufóricos gestos de fraternidad
Los policías fueron objeto de eufóricas muestras de simpatía. "Ustedes no fallaron, ustedes comparten el triunfo con el pueblo", gritaron los manifestantes, que consideran haber logrado una victoria, aunque el gobierno sigue en el poder.
Imagen: Reuters
Muertos y heridos
Las protestas venían realizándose desde hace diez días, en el curso de los cuales la violencia fue en aumento. Varias personas murieron. Muchas resultaron heridas y tuvieron que ser atendidas tras haber sufrido los efectos de los gases lacrimógenos. Las manifestaciones se concentraron en el barrio gubernamental de Bangkok.
Imagen: Reuters
Escalada paulatina
Los militares habían levantado barricadas con alambres de púas y bloques de cemento para impedir el paso de los manifestantes a edificios estatales. Unas 2.000 personas volvieron a congregarse el lunes (02.12) ante las barreras, después de que cerca de 30.000 manifestantes intentaran el domingo entrar a la sede del gobierno. Hasta el fin de semana, las manifestaciones habían sido pacíficas.
Imagen: Reuters
Jefa de gobierno bajo presión
Los manifestantes quieren derrocar al gobierno de Yingluck Shinawatra, a quien acusan de dilapidar fondos públicos. Las iras de la clase media se desataron también debido al intento de promulgar una ley de amnistía, que habría permitido regresar al país al hermano de la primera ministra, que huyó al exterior para no cumplir una condena en la cárcel. El gobierno desistió de la proyectada amnistía.
Imagen: picture-alliance/dpa
¿El que mueve los hilos?
Sus críticos consideran que Yingluck Shinawatra es una marioneta de su hermano y afirman que él mueve desde el exilio los hilos de la política tailandesa. Taksin Shinawatra, quien ocupó el cargo de primer ministro entre 2001 y 2006, fue derrocado por un golpe de militares leales a la corona. Fue condenado a una pena de cárcel por abuso de poder.
Imagen: Reuters/Damir Sagolj
Recuerdos de 2010
La última ola de protestas hizo recordar imágenes de la primavera de 2010, cuando murieron más de 90 personas en la capital tailandesa. En esa ocasión, el ejército puso fin con violencia a semanas de protestas de los partidarios de Taksin contra el gobierno de la época, encabezado por el primer ministro Abhisit Vejjajiva.