Expolicías a prisión preventiva por homicidio de mapuche
19 de enero de 2021
Corte ordenó prisión preventiva para tres expolicías condenados por el homicidio en 2018 del comunero mapuche Camilo Catrillanca, caso que sacudió los cimientos de la Policía chilena por el encubrimiento del crimen.
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En fallo unánime, la Corte de Apelaciones de Temuco, en la región sureña de La Araucanía, ordenó modificar las medidas cautelares de los tres excarabineros dados de baja, que hasta ahora permanecían con arresto domiciliario, arraigo nacional y firma mensual.
Dos años después de que Catrillanca, de 24 años, recibiera un disparo mortal en la nuca, los tribunales chilenos condenaron a un expolicía por perpetrar el homicidio y a otros seis exagentes y un abogado por encubrir el crimen y obstruir la investigación.
El "Caso Catrillanca”
El denominado "Caso Catrillanca" marcó un punto de inflexión para el Cuerpo de Carabineros, la policía militarizada de Chile, pues para muchos expertos terminó de hundir a la institución en un descrédito generalizado, luego de comprobarse una malversación de fondos públicos superior a 45 millones de dólares.
El Tribunal Oral en lo Penal de Angol halló culpable del disparo el pasado 7 de enero al exagente Carlos Alarcón, que enfrenta una pena efectiva de 15 años de prisión por "homicidio simple consumado" y "homicidio simple frustrado", cuya condena será leída el próximo 28 de enero. Catrillanca, que murió horas después de ser impactado en la nuca en un hospital de la zona sur del país, estaba acompañado por un adolescente de 15 años en un tractor de la comunidad de Temucuicui.
Los policías que participaron en el hecho, miembros del llamado "Comando Jungla", dijeron en una primera declaración que habían sido emboscados y que el tractor que manejaba el comunero se habría cruzado en el tiroteo, pero un peritaje ordenado por la Fiscalía desestimó esta versión.
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El crimen desató escalada de tensión
Fue el propio Alarcón quien admitió que el abogado Cristián Inostroza, también condenado junto a otros exagentes por delitos como obstrucción a la investigación, apremios ilegítimos o disparo injustificado, les indicó que debían entregar una versión falsa. En principio, se negó la existencia de grabaciones del incidente, pero unas semanas más tarde medios locales difundieron el registro en cámaras corporales que portaban los uniformados que efectuaron el operativo, desmintiendo las afirmaciones de la alta oficialidad.
Eso le costó el cargo al entonces general director de Carabineros, Hermes Soto, y puso en la picota al entonces titular del Interior, Andrés Chadwick, que declaró como testigo en el juicio.
El asesinato de Catrillanca, convertido en uno de los símbolos de las manifestaciones del año pasado, fue el primer gran mazazo que recibió el presidente chileno, Sebastián Piñera, y empañó sus planes para amainar la conflictividad en el sur del país.
El crimen desató una escalada de tensión en el denominado "conflicto mapuche", que desde hace décadas enfrenta a algunas comunidades con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.
jov (efe, biobiochile)
Rukas, historia y costumbres mapuches en la capital chilena
La obra 'Rukas mapuche en la ciudad' hace un cadastro de las rukas que, entre autopistas, viviendas sociales, parques, universidades, jardines y centros de salud, se ubican en comunas periféricas de Santiago de Chile.
Imagen: Rosario Carmona
Fenómeno urbano metropolitano
Un tercio de la población total mapuche vive en Santiago de Chile, porcentaje que comparte con la región de la Araucanía. Según la antropóloga chilena Rosario Carmona, a pesar de que "el fenómeno urbano se da en la zona metropolitana", se han contruido tres rukas nuevas y antiguas en la región de Valparaíso, donde también se concentra una importante población mapuche.
Imagen: Rosario Carmona
Objeto de orgullo
Actualmente existen más de una veintena de rukas en Santiago y “se siguen construyendo”, aseguró Carmona. Situadas en comunas vulnerables fruto de la “segregación que padece Santiago”, las rukas cargan historias de las distintas negociaciones, tensiones e, incluso, desencantos, a los que han tenido que enfrentarse sus creadores, así como de un profundo sentimiento de orgullo.
Imagen: Rosario Carmona
Con aires sureños
Fabricadas con madera y coligüe (una especie de paja), las rukas han introducido elementos más modernos como baldosas, ladrillos y otros materiales de construcción. También se caracterizan por no tener ventanas, pero sí orificios en el techo y un espacio en el centro para poner el fuego, “no solo para cocinar, pues el humo cumple funciones de desinfección”, aclaró la antropóloga chilena.
Imagen: Rosario Carmona
Construyendo una ciudad intercultural colectivamente
En la mayoría de las ocasiones, la construcción de estas rukas ha sido un evento colectivo, a cargo de uno o más rukafes, pero con la participación de toda la comunidad, la familia, vecinos y amigos que, a pesar de las discriminaciones que han soportado, han llevado a configurar una ciudad más intercultural.
Imagen: Rosario Carmona
Función social
Actualmente las rukas cumplen una función más social que doméstica, por lo que, al menos en la Región Metropolitana, no son habitadas como antaño, sino utilizadas en ocasiones especiales, con mayor o menor frecuencia, y alojan mesas, sillas, pizarras, pendones, ciertos utensilios de cocina y en algunos casos platería y objetos tradicionales mapuches en exhibición.
Imagen: Rosario Carmona
Diversidad de actividades
El rol que juegan las rukas en el pueblo mapuche se plasma con la diversidad de actividades que se llevan a cabo, algunas más cercanas a la costumbre ancestral mapuche como we tripantü, nguillatún, juego de palín, ferias culinarias, charlas con dirigentes y representantes tradicionales como werkén machi, lawentuchefe y üllkantufe.
Imagen: Rosario Carmona
Patrimonio inmaterial
Las rukas en la Región Metropolitana se han instalado como lugares que hacen confluir el patrimonio material e inmaterial del pueblo mapuche y, a la vez, como lugares de alto valor patrimonial en sí mismas, ya que todas toman como referencia la ruka de carácter ancestral construida en la zona sur del país.
Imagen: Rosario Carmona
Logros precarios
Para la autora, el colectivo debe hacer frente a discriminaciones y tener en cuenta que no existen garantías que les aseguren dichas rukas creadas y otros logros conseguidos, como programas de salud y educación. Igualmente, pueden ser objeto de reducciones de personal o de supresión de oficinas de asuntos indígenas en el caso que se reduzca el presupuesto municipal.