El gobierno alemán podrá seguir negociando en secreto la venta de armas a otros países y sólo deberá informar al Parlamento sobre acuerdos ya firmados, dictaminó hoy el Tribunal Constitucional, rechazando así en parte un recurso presentado por tres diputados de la oposición.

Al menos, esto representa un pequeño avance. Hasta hace poco, el gobierno alemán informaba solo una vez por año al Parlamento sobre los permisos para la exportación de armas del año anterior. El gobierno actual, una coalición entre socialdemócratas y conservadores, rinde informe cada seis meses, y en el futuro planea hacerlo incluso en lapsos más cortos.

¿Transparencia o más secretos?

El veredicto emitido por el Tribunal Constitucional Alemán trasluce que los jueces han perdido la valentía que supieron demostrar ante otras decisiones, dado que una cuestión tan sensible como enviar tanques Leopard a una región o país en crisis en los que se están cometiendo graves violaciones contra los derechos humanos tiene que poder ser debatida también por los diputados. No es suficiente con informarlos luego de que la decisión ya haya sido tomada.

El concepto clave en este asunto es el derecho de información de los diputados, al que le dio prioridad el Tribunal Constitucional en varios de sus últimos fallos, tanto en el debate sobre la participación del Parlamento en el paquete de rescate del euro, como en la ampliación de los derechos de preguntar que atañe a las comisiones de investigación parlamentarias. En todos esos casos, el tribunal se colocó del lado de los diputados.

Decisiones delicadas

Justamente en un tema como este, en el que se juegan, literalmente hablando, la vida o la muerte, ¿no debería seguir siendo así la actitud del tribunal? Se está hablando nada menos que de la exportación de armas, un tema al que los autores de la Constitución alemana impusieron severas restricciones debido a las experiencias históricas hechas por Alemania durante la II Guerra Mundial. ¿No rige en esta circunstancia la tan mentada función de control del Parlamento alemán? No nos olvidemos de que el comercio con armamento no es para Alemania un negocio menor. Después de todo, este país es actualmente el tercero en importancia en cuanto a exportación de armas en el mundo.

La decisión de si se deben exportar o no armas de guerra es altamente delicada. Tiene diversas implicancias, no solo económicas, sino también políticas, históricas y morales. ¡Decidir acerca de la exportación de armas en el cuarto de atrás contradice todos los principios de la democracia parlamentaria!