Exposición Invisible: un viaje al mundo de los ciegos
Chase Winter
7 de octubre de 2019
Las exhibiciones presentadas en Budapest, Praga y Varsovia permiten sumergirse en el mundo de los no videntes, en una experiencia poderosa que ayuda a cultivar la empatía.
Publicidad
Juli tenía 7 años cuando le diagnosticaron retinitis pigmentaria, un trastorno genético que conduce a una lenta pérdida de la visión. Durante años, vivió una vida relativamente normal, pese al avance de los síntomas (pérdida de la visión perimetral, visión de túnel y visión borrosa).
Fue a la escuela, recorrió su natal Budapest, paseó por los parques y desarrolló su pasión por el dibujo y la pintura. Pero cuando estaba en la universidad estudiando religión y preparándose para ser profesora de primaria, su vida se fue a negro.
Fue una época difícil marcada por la depresión para la joven, de 23 años en aquel entonces, que tenía el sueño de enseñar a niños e ilustrar libros infantiles. "Hay sueños que no pude cumplir", dice Juli. "Cuando pierdes algo, pasas por etapas: negación, ira, negociación, depresión y, finalmente, aceptación", explica al describir las cinco fases del dolor.
Aprender todo de nuevo
Su vida había cambiado y debió ir a un centro de rehabilitación para ciegos para recibir ayuda en esta nueva fase. Tuvo que aprender a hacer todo de nuevo, desde cocinar a caminar, además de practicar el uso de computadores y tecnología para ciegos.
Ahora, por ejemplo, guarda las especias en orden alfabético, para que le resulte más fácil encontrarlas. Admite, empero, que a veces se equivoca y obtiene "algunos sabores interesantes" con las nuevas mezclas. También disfruta oyendo audiolibros e incluso corre por el parque, con su marido guiándola con una cuerda.
La vida de un ciego requiere un enfoque especial y tomar conciencia sobre los sonidos del entorno, especialmente cuando el mundo exterior es potencialmente peligroso. Juli describe que la parte más difícil de ser ciega es todo el desgaste cerebral que implica cada una de las acciones diarias que realiza. Ella habla de un "duro trabajo mental". Pronto lo comprobaría yo mismo en carne propia.
Ver con otros sentidos
Ahora que tiene 33 años, Juli es guía en la Exhibición Invisible presentada en la capital de Hungría. Durante la experiencia interactiva, los visitantes aprenden sobre la ceguera y recorren cinco salas completamente a oscuras: un apartamento, una calle ruidosa, un pabellón de caza, un bosque lleno de pájaros que cantan y un museo de esculturas. También está la opción de comer una cena italiana, servida por Juli, en la oscuridad.
Al comienzo, la experiencia parece un juego divertido, pero después de un momento la excitación desaparece y se establece una sombría realidad: así es la dura vida de los alrededor de 36 millones de personas ciegas que viven en el mundo.
El visitante puede recorrer un apartamento falso y reír, pero los ciegos deben bregar a diario con objetos afilados y toda clase de peligros. En la exhibición alguien puede no oír el clic que anuncia que es seguro cruzar la calle y no pasa nada, pero en la vida real un error de ese tipo puede ser fatal. Y el bosque y el museo de esculturas simplemente no son lo mismo cuando no se pueden ver o tocar.
"Duro trabajo mental"
Juli guió a mi esposa, a mí y a otras cuatro personas al comedor. Uno por uno, nos acompañó amablemente hasta nuestros asientos. Nos sirvieron tres platos y bebidas: sopa de tomate, espagueti y tiramisú fueron mis elecciones.
Normalmente, me habría devorado tal menú. Sin embargo, en la oscuridad perdí el apetito. La comida no es igual cuando no la puedes ver y estás forzado a comer lentamente. Mi sopa parecía un cuenco sin fin, los espaguetis no se acababan nunca y tardé mucho en terminar el tiramisú.
Luego de casi tres horas en la oscuridad total, estaba mentalmente exhausto, padeciendo un extraño agotamiento y aburrimiento. Es lo que Juli quiso explicar cuando habló de "duro trabajo mental". Llegó la hora de irse. Todos estábamos emocionados de volver a ver esa luz que atravesó nuestras pupilas dilatadas y causó un extraño mareo. Juli nos ofreció una sonrisa amable, de pie ante nosotros.
Fue triste porque nosotros, que nos quitamos la venda para volver a ver nuestro entorno, gozamos un privilegio que Juli nunca más tendrá. "Se me parte el corazón saber que no podrá escapar de esa jaula oscura", me dijo mi esposa. "Nunca más podrá verse en el espejo para saber lo hermosa que es".
(dzc/rrr)
Premios Nobel de Medicina: avances que sanan
Desde 1901, cuando fue otorgado el primer Premio Nobel de Medicina, se han realizado enormes avances en la ciencia médica. Muchos de los descubrimientos hechos por los investigadores siguen beneficiando a los pacientes.
Imagen: Imago/Science Photo Library/A. Pasieka
1902: El mosquito de la malaria
El británico Ronald Ross descubrió que la malaria era transmitida por mosquitos. Demostró que los mosquitos Anopheles portan parásitos que provocan ese mal. Hasta el día de hoy, unos 300 millones de personas enferman de malaria cada año. De ellos, unos tres millones mueren. Pero, gracias a Ross, se han podido desarrollar medicamentos para combatir la enfermedad.
Robert Koch descubrió la bacteria que provoca la tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis). Hasta el día de hoy esta enfermedad infecciosa está bastante extendida y el tratamiento suele ser largo, aun con los antibióticos adecuados. Existe una vacuna que protege a los niños pequeños, pero no así a los adultos.
Imagen: AP
1912: Transplante de órganos
El cirujano francés Alexis Carrel hizo posible transplantar vasos sanguíneos y órganos. Por ejemplo, desarrolló una técnica que permite conectar vasos sanguíneos. También descubrió la forma de almacenar órganos fuera del cuerpo humano. Actualmente se transplantan cerca de 100.000 órganos al año.
Imagen: picture-alliance/dpa
1924: Ver latir el corazón
El holandés Willem Einthoven desarrolló el electrocardiograma al grado de que pudiera ser utilizado en los hospitales y consultas médicas. El electrocardiograma mide la actividad de las fibras del músculo cardíaco. Gracias a ello se pueden detectar, por ejemplo, arritmias y otras enfermedades.
Imagen: Fotolia
1930: Cuatro tipos de sangre
El austríaco Karl Landsteiner descubrió que con frecuencia había problemas al mezclar la sangre de dos personas… pero no siempre. Pronto encontró el motivo: los diferentes grupos de sangre A, B y O (que él llamó C). Posteriormente, colegas suyos identificaron también el grupo AB. Gracias a ello se hizo posible efectuar transfusiones de sangre seguras.
Imagen: picture-alliance/dpa
1939, 1945 y 1952: Medicamentos letales para las bacterias
Tres Premios Nobel fueron concedidos a investigadores que descubrieron y desarrollaron antibióticos. Uno de ellos fue Alexander Fleming, descubridor de la penicilina. Hoy en día, los antibióticos se cuentan entre los medicamentos más usados y con frecuencia salvan vidas. Pero siempre hay que desarrollar nuevos tipos de antibióticos, porque las bacterias se vuelven resistentes con el tiempo.
Imagen: Fotolia/Nenov Brothers
1948: Veneno contra el mosquito Anopheles
El compuesto químico DDT mata insectos, pero no es mayormente venenoso para los mamíferos. Paul Hermann Müller fue quien lo descubrió. En las décadas siguientes, el DDT se convirtió en uno de los insecticidas más utilizados… Hasta que se descubrió que era dañino para el medio ambiente y en especial para las aves. Hoy se usa sólo contra los mosquitos de la malaria.
Imagen: picture-alliance/dpa
1956: Sondeando el corazón
El alemán Werner Forßmann recibió con otros dos colegas el Premio Nobel por el desarrollo del catéter cardíaco. Forßmann realizó en su propio cuerpo el procedimiento de introducir un catéter hasta el corazón, a través de una arteria. El método sirve para realizar exámenes y operaciones.
Imagen: picture-alliance/Andreas Gebert
1979 y 2003: Mirar dentro del cuerpo
Cuando antes se quería dar un vistazo dentro del cuerpo humano, sólo había una posibilidad: la radiografía. Pero hoy los médicos cuentan con métodos mejores. Uno de ellos es la tomografía computarizada. También utiliza rayos Röntgen, pero ofrece imágenes segmentadas más precisas. Posteriormente le siguió el método de la resonancia magnética, que opera con campos magnéticos inocuos.
Imagen: picture-alliance/dpa
2008: Cáncer viral
Gracias a Harald zur Hause, del Centro Alemán de Investigación Oncológica, sabemos que hay un virus (el papiloma humano) que puede provocar cáncer del cuello del útero. Sobre esa base se desarrollaron vacunas que permiten a las mujeres protegerse.
Imagen: AP
2010: Niños de probeta
Robert Edwards desarrolló la fertilización in vitro. El primer bebé gestado con ese método nació en Inglaterra en 1978. Las posibilidades de éxito del método han mejorado desde entonces. Ya han nacido en el mundo más de cinco millones de bebés gracias a la fertilización artificial.
Imagen: picture-alliance/ZB
2013: Transmisión de señales
El Premio Nobel de Medicina 2013 fue concedido a los investigadores James Rothman, Randy Schekman (estadounidenses) y Thomas Südhof (alemán). Fueron galardonados porque lograron descifrar importantes mecanismos de transporte en las células. Los defectos en dichos sistemas de transmisión son los responsables de enfermedades como el Alzheimer, el mal de Parkinson y también la diabetes.
Imagen: picture-alliance / dpa
2018: El sistema inmunitario combate el cáncer
Hay una defensa natural contra los tumores en todos nosotros, sólo hay que soltar los frenos naturales del sistema inmunológico. Con su investigación, James P. Allison y Tasuku Honjo han sentado las bases para una terapia contra el cáncer en la que incluso los tumores que ya habían formado metástasis retroceden. Al final de la terapia, muchos pacientes no sufrían más de cáncer.
Imagen: Imago/Science Photo Library/A. Pasieka
13 imágenes1 | 13
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |