El partido del expresidente de Yemen Ali Abdullah Saleh confirmó que éste murió en combate con los rebeldes hutíes, de la facción chiiíta según informaciones del canal Al Arabiya.
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También el canal de televisión Al Masirah, cercano a los milicianos chiitas difundió el hecho. Fuentes del Congreso General del Pueblo afirmaron a la emisora saudí que recibió un disparo en la cabeza. Según el Ministerio del Interior controlado por los hutíes, Saleh murió en los enfrentamientos que se produjeron en la capital, Saná.
En los últimos años los hutíes, que son un grupo insurgente predominantemente chiita apoyado por Irán, habían luchado junto a las tropas leales a Saleh contra el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen, encabezado por el presidente Abd Rabu Mansur
Saleh estaba dispuesto a dialogar
Éste, por su parte, es apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudí, un país de orientación sunita. Sin embargo, la semana pasada se produjeron combates entre las fuerzas leales a Saleh y los huítes, aliados hasta entonces.
En medio de esos enfrentamientos, Saleh se mostró recientemente dispuesto a negociar con el Gobierno de Hadi y dijo querer abrir "un nuevo capítulo" en la guerra. Los observadores consideraron que su decisión podría marcar un punto de inflexión en los tres años de guerra civil en el empobrecido país.
El dirigente gobernó Yemen durante 30 años, hasta que en 2012 fue destituido en medio de una revuelta popular. Sin embargo, un sector muy importante del Ejército se mantuvo fiel al exjefe de Estado multimillonario. Gracias a estos combatientes los hutíes pudieron conquistar amplios territorios en Yemen en 2014 y obligar a huir al exilio en Riad a Hadi.
Guerra entre Arabia Saudí e Irán en suelo ajeno
En la noche del domingo se produjeron fuertes enfrentamientos en Saná entre ambos bandos. Un portavoz hutí dijo que sus tropas habían tomado posiciones en el sur de la ciudad y luego se informó de que había sido incendiada la casa de Saleh.
La agencia Saba -controlada por los hutíes- y testigos aseguraron que los aviones de la coalición liderada por Arabia Saudí llevaron a cabo numerosos ataques aéreos contra los rebeldes.
El objetivo principal de Arabia Saudí en Yemen es evitar que su enemigo regional, Irán, gane influencia en la península. Con sus bombardeos Riad contribuyó sin embargo también a que Yemen se encuentre en una de las peores crisis humanitarias de la actualidad, con más de 20 millones de personas dependientes de la ayuda externa y una grave epidemia de cólera.
JOV (dpa, ntv)
Ir al colegio en tiempos de guerra
En los países de Medio Oriente en guerra, los niños no solo están en peligro, sino que a menudo su educación está perjudicada.
Imagen: Reuters/K. Ashawi
Las clases siguen a pesar de la destrucción
Estas niñas van a clase en la ciudad portuaria de Hedeidah, en Yemen, a pesar del hecho de que una de las paredes ha sido casi completamente destruida por los bombardeos de la coalición que encabeza Arabia Saudí. La guerra civil yemení lleva ya tres años y no hay fin a la vista. Desde 2015, Riad lidera una coalición contra los houthis, apoyados por Irán.
Imagen: Reuters/A. Zeyad
Aprender en un granero
Siria es otro país de Medio Oriente destrozado por una guerra civil, con millones de desplazados y cientos de miles de muertos. Algunos niños desplazados van a clase en este granero por la falta de edificios escolares en el área rebelde de Daraa, en el sur del país. Las sillas son otra de las carencias más comunes, por lo que muchos niños se ven obligados a sentarse sobre piedras.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Abazeed
Acuerdo fallido
Pese a que Irán y Rusia, ambos aliados del presidente sirio, Bashar al-Assad, acordaron en julio con Turquía (que apoya a los rebeldes) convertir Ghouta Oriental en una "zona de reducción de las hostilidades", el acuerdo ha sido violado una y otra vez. Esta escuela del pueblo de Hamouria no pudo escapar de los ataques y los trabajadores humanitarios han advertido de la grave situación del enclave.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Almohibany
Colegio improvisado
Niños sirios reciben clase en condiciones improvisadas en la ciudad de Daraa, en el área rebelde. A pesar de que muchos países están intentando que los niños de Siria no se conviertan en una "generación perdida" por la falta de educación, la guerra está haciendo difícil, a veces imposible, que las clases sigan.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Abazeed
Vuelta a la normalidad entre señales de guerra
La pared de esta escuela en el pueblo sirio de Hazima, al norte de Raqqa, está plagada de agujeros de bala de la guerra. El grupo extremista Estado Islámico cerró este y muchos otros colegios del norte de Siria cuando se hizo con el control de la región en 2014. Ahora que ha sido expulsado, los niños pueden volver a sus asignaturas normales y dejar atrás la propaganda extremista.
Imagen: Reuters/Z. Bensemra
Juegos entre ruinas
"¿Dónde juegan los niños?", se preguntaba en una canción el cantante británico Yusuf Islam, más conocido por su nombre artístico, Cat Stevens. Estos niños han encontrado su patio de juegos en un colegio de al-Saflaniyeh, en la provincia de Alepo oriental. Cualquiera desearía, sin embargo, que tuvieran un rincón más bonito y seguro para sus juegos. Autor: Timothy Jones (EAL/RRR)