Estudios del Banco de América y del “World Wildlife Fund for Nature” indican que los recursos naturales no renovables se agotan en la Tierra a una velocidad superior a la que se esperaba. De seguir así, en 2050 necesitaremos dos planetas y medio para poder abastecernos. Las consecuencias de la sobreexplotación son el calentamiento global, la contaminación y los conflictos socioambientales.