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Extraer gas en el mar del Norte: economía vs. medioambiente

22 de agosto de 2024

Países Bajos quiere extraer gas de la isla alemana de Borkum, en el mar del Norte. El ministro de alemán Economía está en contra; el canciller Scholz, a favor. Países Bajos es un importante proveedor de gas de Alemania.

Un bote del grupo ecologista “Greenpeace” rodea los barcos del grupo empresario One Dyas frente a la isla alemana de Borkum.
Protesta contra el plan de gas neerlandés: un bote del grupo ecologista “Greenpeace” rodea los barcos del grupo empresario One Dyas frente a la isla alemana de Borkum.Imagen: Lars Penning/dpa/picture alliance

Quien mire hacia el horizonte desde la playa de la isla favorita de los alemanes, Borkum, podrá ver el inicio de las obras para una plataforma petrolera sobre el mar del Norte. El grupo empresario One-Dyas, de Países Bajos, planea allí la extracción de gas.

El lugar está directamente detrás de la frontera, sobre territorio neerlandés. Las perforaciones llegarán hasta los tres kilómetros y medio de profundidad. El gas fluirá a través de un gasoducto y cables propios hacia Países Bajos. Ese país quiere comenzar con la extracción de crudo este año. El nombre del yacimiento de gas es Feld N05A.

En Alemania, el plan provocó gran revuelo porque los neerlandeses planean extraer gas de las profundidades del mar también en territorio alemán. Y las autoridades en el estado de Baja Sajonia, al cual pertenece la isla de Borkum, aprobaron en principio el proyecto.

Pero el alcalde de Borkum Jürgen Akkermann, dijo que ahora quiere verificar el plan exhaustivamente. Es evidente que teme por la imagen de su isla, un lugar que atrae a los turistas por su belleza natural, en medio del mar de Frisia, declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por su reserva natural.

El Ministerio de Economía de Baja Sajonia dijo en declaraciones que, aunque el gas -como recurso energético- daña el clima a largo plazo, será indispensable para Alemania y Países Bajos en los próximos 20 años. El gas de yacimientos nacionales es más sostenible que el que llega en cargueros desde países lejanos.

Ministro de Economía alemán dice que el proyecto es innecesario

Mientras el grupo empresario neerlandés cuenta con el total apoyo del nuevo Gobierno populista de extrema derecha en La Haya, en Alemania, la decisión recae sobre el ministro de Economía y Energía, y vicecanciller, Robert Habeck, del partido Los Verdes. Si el proyecto se llevara a cabo, Alemania y Países Bajos deberían firmar un acuerdo.

Pero Habeck dice que el emprendimiento, en realidad, es innecesario para el suministro de gas de Alemania. Y quiere esperar a posibles procedimientos judiciales que podrían derivarse de que varias asociaciones de protección del medio ambiente planean llevar el proyecto a los tribunales. Eso podría demorarse. El experto en clima del grupo ecologista Greenpeace, Martin Kaiser, dijo a DW que los ministros responsables y el canciller en Berlín deberían dar máxima prioridad al proyecto.

La isla de Borkum, en medio del mar de Frisia, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es para muchos turistas un paraíso vacacional.Imagen: imagebroker/IMAGO

"Si realmente llegan a un acuerdo con los Países Bajos para explotar el yacimiento de gas cerca del mar de Frisia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estarán en el lado equivocado de la historia en la crisis climática. Alemania no necesita gas nuevo, las perforaciones no están en consonancia con los objetivos climáticos internacionales, y las protestas masivas en su contra demuestran que la gente no las quiere".

Un panorama energético totalmente nuevo

La disputa por el gas demuestra cuán dramáticamente han cambiado las condiciones del abastecimiento energético de Alemania en solo dos años y medio. En enero de 2022, Alemania todavía importaba casi 6.000 gigavatios hora de gas. La mayor parte provino de Rusia, seguida de Noruega, Bélgica y Países Bajos.

Ahora, dos años más tarde, solo se entregan cerca de 2.000 gigavatios hora de gas a Alemania. Ya no hay gas de Rusia, una consecuencia de la guerra de agresión rusa en Ucrania.

Noruega es ahora el principal proveedor, seguido de Bélgica y Países Bajos. Alemania también importa gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos, para lo cual se construyeron aceleradamente terminales flotantes a fin de poder descargarlo de los buques.

El jefe de la fracción de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) en el Parlamento alemán, Jens Spahn, dijo al diario Tagesspiegel que Alemania debería lograr ser más independiente de otros países en el abastecimiento energético, criticando las dudas de Habeck, y "la doble moral de sus verdes y del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania)". Pero tanto el canciller socialdemócrata alemán, Olaf Scholz, como el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, del liberal FDP, estarían a favor del proyecto.

Manifestaciones en Berlín

Habeck cuenta actualmente con el respaldo de su colega de partido, la ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke. "Me preocupa la posible producción de gas cerca del sensible Parque Nacional del mar de Frisia en lo que respecta a la protección marina. El mar del Norte ya se utiliza demasiado, y cualquier instalación industrial adicional en el mar representa un riesgo para los animales y plantas marinos", dijo la ministra.

Así lo ven también las asociaciones ecologistas, que, a principios de esta semana, se manifestaron contra el proyecto delante del Ministerio de Economía en Berlín. En Borkum, según los participantes, protestaron alrededor de 2.000 manifestantes el fin de semana pasado contra el plan de extracción de gas de la isla. Así que es muy posible que la tranquila isla de Borkum siga en los titulares por un tiempo más.

(cp/ers)

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