Su misión es convencer a través de Internet a personas de Europa, Estados Unidos y China para que hagan inversiones fraudulentas. Si se niegan, corren el riesgo de ser torturados e incluso asesinados. Su única esperanza es un pequeño grupo de activistas que intentan ayudarlos a escapar. Reporteros de investigación de DW se desplazan a las zonas fronterizas de Tailandia y Myanmar para acompañar a este grupo de activistas en una misión y rastrear a los cabecillas de esta operación multimillonaria. Durante su investigación, destapan una vasta red criminal que conduce a un conocido jefe de una tríada china.