Colombia es el país que cuenta con mayor biodiversidad de aves del mundo, en total 1.941 especies registradas. Este patrimonio natural está recogido en la 'Guía ilustrada de aves' elaborada por Fernando Ayerbe, biólogo e investigador de la organización WCS Colombia. La idea surge debido a la "necesidad de actualizar la información que estaba disponible en guías tradicionales", explica a DW.

La riqueza natural del país se debe a la existencia de diversas áreas biogeográficas. "Somos una muestra representativa de los ecosistemas del Neotrópico, desde los climas más fríos hasta los más cálidos, desde los bosques hasta zonas subxerofíticas, desde las islas hasta las nieves perpetuas, Amazonía, Chocó Biogeográfico, Llanos, Andes, valles, humedales...", detalla el investigador.

Este trabajo, que empezó en 2011 y llevó a cabo durante siete años, recoge 3.000 ilustraciones y toma como base los libros 'Tangara de Colombia' y 'Colibríes (foto) de Colombia'. "El objetivo siempre fue crear una guía con un concepto nuevo que pudiera tener diferentes usos en la comunidad que trabaja con, o disfruta de, las aves", explica en entrevista con DW.

"Antes las guías estaban más al alcance de los ornitólogos, hoy en día cualquier persona que disfrute de las aves puede tener la guía y aprender sobre ellas", considera el biólogo que revela su pasión por estos animales. "Crecí en la ruralidad, tuve contacto con las aves desde que era un bebé, han sido mis compañeras de vida, me alegran los días, vivo para estudiarlas y conservarlas", explica.

La publicación "tiene un espacio para escribir los nombres usados por las comunidades urbanas y rurales de Colombia, sin imponer una nomenclatura que puede generar una pérdida de identidad y conocimiento cultural en torno a las aves", puntualiza el investigador que aprovechó para publicar información recopilada en libretas de campo y artículos científicos pendientes.

Ayerbe considera que las aves más representativas del país son las más de 80 especies endémicas de Colombia, es decir aquellas que no se encuentran en ningún otro país. "Si hablamos de Colombia entera creo que el cóndor de los Andes es algo emblemático, pero si hablamos por ejemplo de La Guajira puede ser un flamenco o un cardenal guajiro (foto), y así para cada región", apunta.

"Según el Libro Rojo de Aves de Colombia, tenemos 18 especies dentro de la categoría En Peligro Crítico entre las que se encuentra el cóndor de los Andes (foto) y el paujil de pico azul", lamenta. En el caso del ave emblema nacional, que aparece en el escudo del país, debe afrontar el envenenamiento y la caza, entre otras amenazas.

Para Ayerbe, los principales riesgos para las aves colombianas están vinculados a alteraciones en los ecosistemas, apuntando a "la expansión de fronteras agropecuarias y obras civiles que afectan dinámicas de humedales". No obstante, "las especies invasoras también tienen un impacto en las aves silvestres", recuerda.

Para el investigador, la publicación busca la vinculación de los colombianos con el mundo de las aves. "Uno no puede conservar lo que no conoce y la guía hace eso, le muestra a la gente el tesoro que tiene en su patio, su parque, su municipio, su país, eso crea una conciencia colectiva básica para cualquier proceso de protección de la biodiversidad", asegura.

En base al trabajo de Ayerbe, el Instituto Humboldt ha desarrollado 1.890 mapas de distribución de especies de aves nacionales. La plataforma colaborativa BioModelos permite "hacer análisis biogeográficos y políticos, insumos esenciales en temas de investigación, ordenamiento territorial y conservación de la avifauna en el país", dice el investigador.

Por otro lado, muchos ornitólogos utilizan la guía para llevar a cabo sus investigaciones. Asimismo, "es usada en iniciativas de aviturismo, donde las comunidades rurales han encontrado una alternativa económica con base en la protección de su principal atractivo: las aves", recalca Ayerbe.

Colombia suele posicionarse en primer lugar del Global Big Day (GBD), el evento mundial de observación de aves que se celebra durante el mes de mayo. No obstante, este año muchos participantes colgaron sus binoculares en señal de protesta y en memoria a los líderes ambientales asesinados, como Gonzalo Cardona, protector del loro orejiamarillo (foto), especie endémica y en peligro de desaparición.