Terminó sufriendo en Bayern. Con los minutos en contra, con el Stuttgart atacando por todos los flancos en busca de un empate que finalmente no quiso llegar. Al final, el resultado de 3-2 a favor de los bávaros refleja fielmente cómo fue el trámite de un partido que debía ser fácil para los campeones de la Champions League, pero que terminó complicándose.

A veces los comentaristas y los apasionados por el fútbol olvidan que frente a un equipo protagonista hay siempre un rival que también tiene hambre. Bayern, que con sus hinchas copó buena parte del Estadio Olímpico de Berlín, venía de ganar la Champions League y de haber asegurado, hace semanas, la Liga Alemana. Le faltaba el último escalón para lograr un hecho histórico: el triplete, que se completó con la Copa Alemana.

Stuttgart no se entregó fácil. No se entregó, de hecho. Los primeros minutos dominó e incluso tuvo un par de opciones claras de gol, una de las cuales el arquero Manuel Neuer sacó desde la misma línea. Recién pasados los 30 minutos del primer tiempo, Bayern pudo tomar el control de las acciones, aunque sin mayor fortuna ante la portería defendida por Sven Ulreich.

Heynckes se va feliz

La historia empezó a cambiar a los 35 minutos, cuando una arremetida de Philipp Lahm fue frenada por el mediocampista Ibrahima Traoré con falta, según el árbitro. Y penal para el Bayern, convertido en gol por Thomas Müller. Los bávaros, conscientes de su rol en este partido, siguieron atacando, en busca de un segundo tanto.

Éste llegaría a los 48 minutos, cuando el delantero Mario Gomez empujó sin mucha elegancia el balón ante el arco desnudo del Stuttgart, tras una jugada urdida por Arjen Robben y Lahm. Doce minutos más tarde, un centro de Müller fue capitalizado nuevamente por Gomez, dejando un cómodo 3-0 que parecía demoledor.

Sin embargo, Stuttgart también tenía algo que decir. Al minuto 70, Martin Harnik cabeceó con precisión un centro de Gotoku Sakai y descontó. Diez minutos más tarde, un disparo que dio en un vertical quedó a los pies de Harnik, quien disparó una y dos veces hasta poder derrotar a Neuer. El 3-2 puso emoción y los siguientes minutos fueron infartantes.

A Stutgart le faltó tiempo. Bayern se quedó con el triplete y Jupp Heynckes se retira dejando en el escaparate de Múnich las tres copas que podía ganar esta temporada.

Diego Zúñiga