Piña, nacido el 6 de abril de 1953 en Monterrey, capital del estado mexicano de Nuevo León, es reconocido por haber mezclado el sonido tropical de la cumbia y el vallenato con el género regional norteño de México.
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El cantante y compositor mexicano Celso Piña murió este miércoles (21.08.2019) a los 66 años de edad a causa de un infarto por el cual fue ingresado de emergencia en un hospital de la ciudad mexicana de Monterrey.
Piña, de 66 años, "El rebelde del acordeón", llevó hasta el norte de México, dominado por la música de banda, ritmos tropicales como la cumbia y el vallenato, que interpretaba acompañado de su grupo, la Ronda Bogotá. "El cielo ya está de fiesta", escribió su hija Cecilia Piña en Facebook al dar a conocer la muerte de su padre.
Cinco horas antes de morir, el músico subió un video a Twitter de "Cumbia Sobre el Río Suena", su pieza más escuchada, acompañado con el grupo de hip hop mexicano Control Machete. "No hay quien se resista a la cumbia", escribió.
Aquí estoy - Celso Piña, acordeonista mexicano
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Compositor, arreglista, acordeonista, Celso Piña es uno de los pioneros de la fusión entre la cumbia, el vallenato y el género regional norteño de México, con canciones como "Si mañana" (1983), "Tú y las nubes" (1989), "Mundo Colombia" (2002), "Cumbia de la paz" (2006) o "Cumbia sobre el río" (2009).
Su carrera musical despegó a partir de la década de 1980 cuando su padre le regaló un acordeón y comenzó a tocar cumbia, con la cual logró popularidad en el barrio donde creció en Monterrey, en fiestas familiares y bailes públicos.
El cantante tenía programado presentarse el próximo 5 de septiembre en el municipio de Cadereyta, estado de Nuevo León, de acuerdo con información de su sitio oficial de Twitter. En el 2002 fue nominado a dos premios Grammy en las categorías de al mejor álbum tropical contemporáneo y al mejor artista alternativo.
Gabriel García Márquez: "Eres digno representante de mi folclor"
En 2004, en una fiesta de la fundación Nuevo Periodismo de García Márquez, Piña interpretó con su acordeón la "Cumbia Sampuesana", del colombiano José Joaquín Bettín Martínez, lo que puso a bailar al Nobel de Literatura con su esposa Mercedes. "Eres digno representante de mi folclor, sé siempre hombre de bien y de buena gente", relató alguna vez Piña que le dijo en esa ocasión García Márquez, nacido en la localidad colombiana de Aracataca.
FEW (EFE, AFP)
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Woodstock: 50 años de una utopía multitudinaria
Woodstock, el festival de tres días que se realizó en una granja del estado de Nueva York, marcó el punto álgido de la contracultura de los años sesenta. “Paz y amor”, prometieron sus organizadores hace ya medio siglo.
Imagen: imago/United Archives
Un evento mueve al mundo entero
El legendario festival de música tuvo lugar del 15 al 18 de agosto de 1969 en una granja de Bethel, Nueva York. Originalmente, el grupo de inversionistas Woodstock Ventures tenía pautado bautizar el evento como “Una exposición acuariana”. Lo que quedó de las primeras ideas fue el lema “paz y música”.
Imagen: imago/United Archives
Encarnación de la contracultura
“Cuando llegamos a Woodstock, ya éramos medio millón de personas”, cantó una vez Joni Mitchell, haciendo alusión al festival, a pesar de que ella no se presentó allí. En lugar de comprar tickets, la multitud destrozó las cercas que protegían los linderos de la granja. Más de 400.000 personas asistieron; el doble de lo que los organizadores esperaban.
Imagen: imago/United Archives
Llegaron a pie... y en helicóptero
El tránsito hacia el lugar donde se celebraba el concierto colapsó debido a la cantidad de personas que querían asistir: algunos tardaron hasta ocho horas en recorrer los 150 kilómetros que separan a Bethel de la ciudad de Nueva York. Muchos dejaron sus autos varados en la carretera y se encaminaron a pie hacia el evento. Más de un artista llegó a la tarima transportado por un helicóptero.
Imagen: imago/Entertainment Pictures
“Freedom”, canción de culto
El cantante de folk Richie Havens inauguró el festival el viernes 15 de agosto. Como muchos de los artistas contratados para abrir el show estaban atrapados en el embotellamiento, Havens tocó durante horas, improvisando canciones en vivo, inspirado por las letras de viejos cantos religiosos. Fue así, sobre la tarima, como Havens compuso “Freedom”, uno de los temas más memorables del festival.
Imagen: picture alliance/kpa
“Con una pequeña ayuda de mis amigos”
En 1970, el filme que documentó el festival ganó un Oscar y convirtió a Woodstock en un fenómeno internacional. Los promotores del evento quedaron al borde de la quiebra; los salvó lo que ganaron por la exhibición de la película sobre el festival. Después de que Joe Cocker interpretó la canción “Con una pequeña ayuda de mis amigos”, una lluvia torrencial interrumpió el festival por varias horas.
Entre una canción y otra se hacían anuncios por altavoz para encontrar a personas presuntamente extraviadas o para alertar sobre la circulación de drogas de mala calidad. La música, los estupefacientes y la sensación de comunidad embriagaban a la masa de gente predominantemente joven y blanca. Los hippies estaban contentos a pesar del caos, la escasez de alimentos y la lluvia.
Imagen: picture-alliance/AP
Un mundo de hombres
Treinta y dos figuras pasaron por la tarima del festival; sólo tres fueron solistas femeninas: Janis Joplin, Melanie y Joan Báez (foto). Entre las mujeres que tocaban instrumentos destacaron Licorice McKechnie y Rose Simpson, de la Incredible String Band, y Grace Slick, de Jefferson Airplane.
Imagen: AP
“Haz el amor, no la guerra”
La naturalidad con la que algunos de los asistentes se desnudaban y la documentación de esos momentos contribuyeron a que el festival se convirtiera en un fenómeno de culto, en una experiencia que muchos habrían querido tener. La desnudez en los espacios públicos era y sigue siendo un tabú en Estados Unidos; pero la retratada en Woodstock fue celebrada ampliamente como manifestación de libertad.
Imagen: imago/ZUMA Press
Un final épico
Jimi Hendrix insistió en cerrar el espectáculo y fue el artista mejor pagado. Aunque estaba pautado que subiera a la tarima a la medianoche, el guitarrista comenzó su recital nueve horas más tarde; la mayoría de los asistentes ya se había ido cuando empezó a tocar. Los que esperaron fueron recompensados con una actuación de dos horas y una versión singular del himno nacional de Estados Unidos.