El compositor e intérprete sufría problemas renales. La información fue entregada en la cuenta oficial de Twitter del autor de "Piel de ángel".
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El cantante español Camilo Sesto falleció la madrugada de este domingo (08.09.2019) a los 72 años, según se informó en su cuenta de la red social Twitter. "Lamentamos mucho comunicaros que nuestro gran y querido artista Camilo Sesto nos acaba de dejar. Descanse en paz", dice el breve texto, que rápidamente dio la vuelta al mundo.
Camilo Sesto, cuyo verdadero nombre era Camilo Blanes Cortés, había sido ingresado en la clínica Quirón de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón en la tarde de este sábado (07.09.2019), por los problemas renales que padecía. Alrededor de la 1:30 de la mañana sufrió un paro cardiorrespiratorio y los médicos certificaron su fallecimiento a las 4:30 horas de este domingo.
Con 40 discos publicados, medio centenar de números uno en distintos países y más de 70 millones de copias vendidas, Camilo Sesto es uno de los más grandes artistas españoles. El intérprete, además, compuso canciones para Miguel Bosé, Lucía Méndez, José José, Manolo Otero, entre otros.
Artista irrepetible
Camilo Blanes nació en Alcoy, Alicante, en 1946. Con 18 años se trasladó a Madrid, donde participó en la década de los 60 en el concurso de Televisión Española "Salto a la Fama". Desde entonces su popularidad nunca dejó de crecer.
De "Algo de mí" a "Mola mazo", pasando por el éxito intergeneracional "Vivir así es morir de amor" o los temas "Jamás", "Melina" o "¿Quieres ser mi amante?", Camilo Sesto deja un legado de grandes canciones.
Aquejado de problemas de salud en los últimos años, su estado físico se encontraba muy deteriorado a causa de complicaciones renales. Sus restos serán incinerados y sus cenizas trasladadas a Alcoy por deseo expreso del cantante.
ee/few/dzc (efe/elpaís)
Woodstock: 50 años de una utopía multitudinaria
Woodstock, el festival de tres días que se realizó en una granja del estado de Nueva York, marcó el punto álgido de la contracultura de los años sesenta. “Paz y amor”, prometieron sus organizadores hace ya medio siglo.
Imagen: imago/United Archives
Un evento mueve al mundo entero
El legendario festival de música tuvo lugar del 15 al 18 de agosto de 1969 en una granja de Bethel, Nueva York. Originalmente, el grupo de inversionistas Woodstock Ventures tenía pautado bautizar el evento como “Una exposición acuariana”. Lo que quedó de las primeras ideas fue el lema “paz y música”.
Imagen: imago/United Archives
Encarnación de la contracultura
“Cuando llegamos a Woodstock, ya éramos medio millón de personas”, cantó una vez Joni Mitchell, haciendo alusión al festival, a pesar de que ella no se presentó allí. En lugar de comprar tickets, la multitud destrozó las cercas que protegían los linderos de la granja. Más de 400.000 personas asistieron; el doble de lo que los organizadores esperaban.
Imagen: imago/United Archives
Llegaron a pie... y en helicóptero
El tránsito hacia el lugar donde se celebraba el concierto colapsó debido a la cantidad de personas que querían asistir: algunos tardaron hasta ocho horas en recorrer los 150 kilómetros que separan a Bethel de la ciudad de Nueva York. Muchos dejaron sus autos varados en la carretera y se encaminaron a pie hacia el evento. Más de un artista llegó a la tarima transportado por un helicóptero.
Imagen: imago/Entertainment Pictures
“Freedom”, canción de culto
El cantante de folk Richie Havens inauguró el festival el viernes 15 de agosto. Como muchos de los artistas contratados para abrir el show estaban atrapados en el embotellamiento, Havens tocó durante horas, improvisando canciones en vivo, inspirado por las letras de viejos cantos religiosos. Fue así, sobre la tarima, como Havens compuso “Freedom”, uno de los temas más memorables del festival.
Imagen: picture alliance/kpa
“Con una pequeña ayuda de mis amigos”
En 1970, el filme que documentó el festival ganó un Oscar y convirtió a Woodstock en un fenómeno internacional. Los promotores del evento quedaron al borde de la quiebra; los salvó lo que ganaron por la exhibición de la película sobre el festival. Después de que Joe Cocker interpretó la canción “Con una pequeña ayuda de mis amigos”, una lluvia torrencial interrumpió el festival por varias horas.
Entre una canción y otra se hacían anuncios por altavoz para encontrar a personas presuntamente extraviadas o para alertar sobre la circulación de drogas de mala calidad. La música, los estupefacientes y la sensación de comunidad embriagaban a la masa de gente predominantemente joven y blanca. Los hippies estaban contentos a pesar del caos, la escasez de alimentos y la lluvia.
Imagen: picture-alliance/AP
Un mundo de hombres
Treinta y dos figuras pasaron por la tarima del festival; sólo tres fueron solistas femeninas: Janis Joplin, Melanie y Joan Báez (foto). Entre las mujeres que tocaban instrumentos destacaron Licorice McKechnie y Rose Simpson, de la Incredible String Band, y Grace Slick, de Jefferson Airplane.
Imagen: AP
“Haz el amor, no la guerra”
La naturalidad con la que algunos de los asistentes se desnudaban y la documentación de esos momentos contribuyeron a que el festival se convirtiera en un fenómeno de culto, en una experiencia que muchos habrían querido tener. La desnudez en los espacios públicos era y sigue siendo un tabú en Estados Unidos; pero la retratada en Woodstock fue celebrada ampliamente como manifestación de libertad.
Imagen: imago/ZUMA Press
Un final épico
Jimi Hendrix insistió en cerrar el espectáculo y fue el artista mejor pagado. Aunque estaba pautado que subiera a la tarima a la medianoche, el guitarrista comenzó su recital nueve horas más tarde; la mayoría de los asistentes ya se había ido cuando empezó a tocar. Los que esperaron fueron recompensados con una actuación de dos horas y una versión singular del himno nacional de Estados Unidos.