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Falta de religiosidad entre la juventud alemana

Luna Bolívar Manaut18 de diciembre de 2006

Sólo uno de cada cuatro jóvenes alemanes se considera una persona religiosa: las nuevas generaciones suelen creer en un Dios y están interesadas por la religión, pero rechazan los dogmatismos y rigidez de las Iglesias.

La juventud alemana prefiere otros lugares a las iglesias.Imagen: dpa

¿Levantarse el domingo para ir a misa o descansar hasta el mediodía de la fiesta de la noche anterior? La vida religiosa no siempre es compatible con el ritmo de los jóvenes. Pero no se trata exclusivamente de una cuestión de comodidad o de diferencias en los horarios. Los desencuentros ideológicos también juegan un papel importante en este proceso que aleja progresivamente a las nuevas generaciones de los senos de las Iglesias. Los jóvenes en Alemania exigen más pluralismo, más libertad y una religiosidad más a la medida del hombre.

Católicos, protestantes, musulmanes

Más religiosidad entre los jóvenes musulmanes.Imagen: picture-alliance / dpa

Hans-Georg Ziebertz, teólogo de la Universidad de Wüzburg, es el autor de un estudio sobre jóvenes y religión en Europa. 10.000 jóvenes de diferentes países europeos respondieron a las preguntas de Ziebertz sobre sus costumbres religiosas. Según los datos recopilados por este profesor católico, sólo un 23% de los chicos y chicas alemanes que proceden de familias creyentes se considera una persona religiosa.

Existe en Europa, señala el trabajo de Ziebertz, una diferencia entre los lazos religiosos de la juventud en los países tradicionalmente católicos y en los países que optaron por el protestantismo. Así, los jóvenes cristianos más religiosos del continente son los polacos, los croatas y los irlandeses. Los que menos sienten la llamada de las Sagradas Escrituras son, por el contrario, finlandeses, suecos, alemanes, británicos y holandeses.

Católicos y musulmanes: dos religiones y una religiosidad.Imagen: Fotomontage/AP/DW

En el caso de Turquía, el único país que puede considerarse europeo en el que la población se declara mayormente musulmana, las cuotas de religiosidad entre las nuevas generaciones son mayores que las de los países protestantes y se asimilan a las de Polonia. El 81% de los jóvenes turcos nacidos en familias religiosas dice ser creyente y practicante. En Polonia, el porcentaje alcanza igualmente el 80%, aunque hay voces que advierten de grandes diferencias en el país entre los chicos que viven en las ciudades y los que habitan en el campo.

Creer en un Dios plural

La casa y la escuela: estas son las dos vías por las que los jóvenes reciben su religiosidad. El 100% de los turcos y polacos otorgan a sus padres y maestros la responsabilidad máxima en su iniciación religiosa y en el desarrollo de su fe. Y el 70% y 80%, respectivamente, considera que las clases de religión en los colegios deben estar íntimamente ligadas con el Islam, por un lado, y la Iglesia católica, por el otro.

Jóvenes alemanes: No religiosos. Creyentes, pero sólo a su manera.Imagen: AP

Al contrario, sólo el 18% de los jóvenes alemanes opina que la Iglesia tenga que llevar las riendas de las lecciones de religión en las escuelas. Aún así, el 81,6% de los chicos alemanes desea recibir información religiosa durante las horas lectivas, pero quiere que esa información sea objetiva. “Diversidad y pluralidad”, reclama la juventud en Alemania. Sólo el 6% de los jóvenes alemanes cree que su religión es la única verdadera, lo que contrasta con el 68% de los turcos que defienden esta idea.

Todo esto no significa que los jóvenes alemanes no crean en Dios. Creen en un dios. “Pero ese dios no es el Dios cuya encarnación en hombre celebramos los cristianos durante estas fiestas navideñas”, puntualizó Ziebertz.

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