El anuncio del alto el fuego fue hecho en La Habana por Luciano Marín, alias "Iván Márquez", flanqueado por toda la delegación de paz de la guerrilla, al inicio de una nueva jornada de negociaciones con el gobierno. "Buscamos con ello generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo", agregó "Márquez", un día después de que los países que acompañan y garantizan el diálogo de paz (Cuba, Noruega, Venezuela y Chile) hiciesen un llamado "urgente" a "desescalar" el conflicto.

"Vinimos a Cuba a alcanzar un acuerdo de paz, a poner fin a una guerra que sobrepasa el medio siglo. Nada puede complacernos más que acabar definitivamente con la confrontación, la violencia, la generación de nuevas víctimas y el sufrimiento del pueblo colombiano a consecuencia del conflicto", añadió. Las FARC solicitaron, además, "los buenos oficios" del Frente Amplio por la Paz, las iglesias y el movimiento constituyente por la paz para que actúen como "veedores" de esta nueva tregua.

Reacciones

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, valoró la decisión de la guerrilla de las FARC de declarar un cese del fuego unilateral por un mes a partir del 20 de julio, pero aseguró –a través de la red social Twitter– que "se necesita más" para que concluya con éxito el proceso de paz que se cumple en Cuba.

Como sea, el anuncio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue recibido con beneplácito por diversos sectores políticos, especialmente por los daños ambientales causados en medio de la ofensiva lanzada por el grupo guerrillero desde mayo. Los ataques se han dirigido principalmente contra la infraestructura eléctrica y petrolera, lo que ha provocado el derrame de crudo en arroyos y ríos.

"Cese al fuego unilateral de las FARC = desescalamiento del conflicto. Antesala del cese al fuego definitivo!", escribió también en Twitter el senador Armando Benedetti, del gobernante Partido Social de Unidad Nacional. Su colega y copartidario Roy Barreras expresó que el anuncio era lo que los colombianos esperaban. "La decisión de las FARC del cese unilateral es el camino correcto y reencausa el proceso porque inicia el desescalamiento", dijo. La exsenadora Piedad Córdoba, del Partido Liberal, por su parte, celebró el anuncio y dijo que las negociaciones en La Habana deben "avanzar rápido hacia el cese (de fuego) bilateral".

Entretanto, el Ejército de Colombia aseguró esta misma jornada que las FARC mantienen secuestrado al subteniente de este cuerpo Cristian Moscoso Rivera, quien podría estar herido y fue reportado como desaparecido la víspera tras un enfrentamiento con esa guerrilla en el sur del país, cerca de la frontera con Ecuador.

Llamado de atención

"Hacemos un llamado a las partes al desescalamiento urgente del conflicto armado. Instamos a las partes a restringir al máximo las acciones de todo tipo, que causan víctimas y sufrimiento en Colombia, e intensificar la implementación de medidas de construcción de confianza", habían afirmado este martes, en una declaración conjunta, los gobiernos de Cuba, Noruega, Chile y Venezuela.

El pronunciamiento de los países que acompañan el proceso se produjo después de que el pasado fin de semana el jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle, advirtiera que las conversaciones pasan por su peor momento desde que empezaron, en noviembre de 2012. Santos aceptó las sugerencias de los países garantes y agregó que se debe acelerar la negociación en busca de un cese el fuego definitivo, que sería el paso previo a la firma de un acuerdo de paz.

Las FARC habían declarado un cese del fuego unilateral e indefinido desde diciembre, pero lo levantaron en mayo a raíz de bombardeos que dejaron ese mes más de 40 guerrilleros muertos. El gobierno había ordenado a la Fuerza Aérea suspender los bombardeos, pero levantó esa medida por un ataque guerrillero que dejó 11 militares muertos en abril, cuando las FARC aún mantenían el compromiso de alto el fuego.

RML (efe, dpa)