Contra el Bremen, este martes, el FC Augsburgo –el club representativo de una pequeña ciudad en la provincia bávara de apenas 270.000 habitantes- se jugará el paso a la final de la Copa Alemana en Berlín (15 de mayo del 2010), donde espera enfrentar al “hermano mayor”, el Bayern Múnich, equipo de la capital de su estado, que el miércoles se enfrenta al Schalke.

Grandes metas a la vista

El FC Augsburgo coronaría así uno de los más ansiados sueños del club fundado en 1907, cuyo mayor triunfo deportivo ha sido el ascenso a la segunda división del fútbol profesional alemán, lo cual ocurrió cuando celebraba su aniversario 98, en el 2005.

A su paciente afición le tomó casi un siglo poder disfrutar las mieles de la victoria, por eso en su año 103 de existencia estar en semifinales de la Copa Alemana se considera un grandioso suceso, y llegar a la final sería una hazaña que significaría que la próxima temporada el equipo se clasificaría automáticamente a la Liga de Europa pues tanto el Bayern como el Schalke, de donde saldrá el otro finalista, conseguirán su cupo directo a través de la Bundesliga.

Pero no sólo la gran tribuna internacional espera por el FC Augsburgo, también la primera división de Alemania cuanta con su participación –por primera vez- en el campeonato 2010/2011, algo que es casi seguro pues el equipo es actualmente segundo en la tabla de clasificaciones de la segunda división y tiene una ventaja de 9 puntos (3 victorias) sobre su inmediato seguidor, cuando apenas restan 7 partidos por jugar.

La importancia de los “viejos zorros”

En Augsburgo las directivas del club encontraron la fórmula para avanzar a paso seguro rumbo a sus metas: los más jóvenes trabajan conducidos por un par de “viejos zorros” que señalan la dirección. El entrenador holandés Jos Luhukay (asistente en Colonia, titular en Moenchengladbach), el arquero Simón Jentzsch (34 años, ex 1860 Múnich y Wolfsburgo), Dominik Reinhardt (ex Núremberg, Bayern y Leverkusen), Marcel Ndjeng (ex Colonia, Moenchengladbach, y Hamburgo), y el goleador del equipo, con 21 tantos en 27 partidos, Michael Thurk (33 años, ex Cottbus, Maguncia 05 y Francfort), son los encargados de aportar la experiencia.

A ellos se suman un grupo de novatos, que no son exactamente “juveniles” (el promedio de edad del equipo es de 27 años, y su jugador titular más joven tiene 21), a los que les falta roce a alto nivel y por ello trabajan en función de aquellos que por su recorrido profesional ya conocen la rutina del fútbol alemán en sus más altas instancias.

La combinación ha dado resultados, el FC Ausburgo, que es patrocinado por un portal de Internet dedicado al comercio con ropa deportiva, sólo ha encajado 3 derrotas en la presente temporada de la segunda división y se acerca a paso firme al ascenso a primera. En la Copa Alemana sacó de competencia a equipos más grandes y poderosos: el Duisburg, y los actuales integrantes de la Bundesliga Friburgo y Colonia.

Todo o nada

El favorito en el partido de la semifinal de la Copa Alemana es, sin duda alguna, el Bremen, y sus jugadores están motivados para alcanzar la última instancia del torneo y así rescatar la temporada asegurándose nuevamente un cupo en las competencias internacionales: “ya nos eliminaron en la Liga de Europa, en la Bundesliga no tenemos opciones al título, la Copa Alemana es la última oportunidad que tenemos”, declaró Mesut Özil, el volante del seleccionado alemán al servicio del Bremen.

Por su parte el Augsburgo, como sentenció el capitán Uwe Möhrle, “no tiene nada que perder”, por el contrario mucho que ganar: su ingreso al grupo de los grandes equipos del fútbol alemán.

Autor: Daniel Martínez

Editor: José Ospina-Valencia