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FC Barcelona: cuando el fútbol se politiza

28 de febrero de 2018

En medio del conflicto por la independencia de Cataluña, muchos esperan que el FC Barcelona se posicione políticamente. Sin embargo, la politización del deporte también es objeto de críticas.

Imagen: picture alliance/dpa/empics

Aunque tal vez no todos lo sepan, el FC Barcelona no siempre fue un equipo catalán. Fue fundado en 1899 por un suizo, Hans Gramper, para los extranjeros que vivían en Cataluña. Al contrario del Espanyol Barcelona, cuya existencia comenzó un año más tarde, y que, desde un comienzo, fue el club de fútbol de la aristocracia catalana. Pero la politización de la sociedad catalana, que empezó ya a fines del siglo XIX y se fortaleció en la época de la dictadura franquista, también se reflejó en el fútbol, opina Fernando Trias de Bes, profesor de Economía en la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE), de Barcelona. "Por eso, Espanyol es para los separatistas, entretanto, el club ‘español' de la clase trabajadora, y el Barça, el estandarte de la burguesía catalana”, explica, por su parte, Santiago Galardi, un empresario madrileño que pasó su juventud en Cataluña.

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Según Galardi, la política y el deporte siempre fueron de la mano en Cataluña. "Ya en 1902 surgió por ese motivo una selección catalana de fútbol, que existe hasta ahora, pero no es reconocido por nadie a nivel internacional”. Actualmente, el FC Barcelona es una especie de embajador de primera clase de la región, con las consecuentes expectativas de los independentistas en cuanto al posicionamiento político del club.

Oficialmente, el Barça admite que está a favor de la autodeterminación en Cataluña, pero no quiere hacer declaraciones sobre la independencia: "En 2012, defendimos el idioma catalán; en 2014, el derecho a la autodeterminación, y el 1 de octubre de 2017, el referendo por la independencia”, reza una declaración oficial del club. El partido contra Las Palmas, el 1 de octubre de 2017, fue suspendido por la presidencia del equipo en señal de protesta contra la represión policial durante el plebiscito.

Partido del FC Barcelona contra Las Palmas: estadio vacío.Imagen: Miguel Ruiz

"Hubo, de hecho, motivos reales de seguridad por los cuales hubo que suspender el juego”, dijo a DW Alejandro Stranz, un español-alemán que vive en la capital catalana y es consultor económico y gran conocedor de la situación del club. Sin embargo, la Asociación Española de Fútbol decidió que el Barça tenía que jugar en ese día histórico. "Pero ante un estadio vacío, para que el mundo supiera cómo sufrimos debido a la falta de democracia en Cataluña”, justificó el presidente del Barça, Josep María Bartomeu su decisión de no dejar entrar a los hinchas.

La escisión de la sociedad catalana

Este juego de poder entre Cataluña y España, que ya lleva décadas, también se refleja, como es natural, en la gran rivalidad entre el FC Barcelona y el Real Madrid, señala Luis Fernández Matamoros, exjugador profesional de básquet en el Espanyol. "Escuchar, en medio del caos político actual, el eslogan del Barça. ‘Más que un club', linda con el cinismo”, opina.

Josep Guardiola (dcha.) y Joan Laporta. (2010).Imagen: picture-alliance/dpa/T. Albir

La noticia de que, según el diario ‘El Mundo', hace algunas semanas los separatistas pidieron al Barça aportar 3,5 millones de euros como fianza para el expresidente Artur Mas, causó un escándalo. De acuerdo con el periódico, Bartomeu rechazó la solicitud, y el club no desmintió el hecho.

Según Fernández Matamoros, la politización del club aumentó con el ingreso de Joan Laporta como presidente, en 2003. El entrenador contratado por Laporta, Pep Guardiola, no solo llevó al Barça a lograr sus victorias históricas, sino también apoyó la línea política de Laporta de impulsar la segregación del emblemático club catalán. Laporta incluso fundó en 2012, luego de retirarse del equipo, su propio partido separatista, que no llegó a tener éxito.

Sin embargo, el flirteo con los separatistas no ha dañado hasta ahora al equipo azul grana. Se supo de círculos cercanos al club que su número de miembros y su situación económica se mantienen estables. Sin embargo, los fans que no viven en Cataluña, como César Martínez, de 50 años, ven con indignación que los jugadores del Barça hablen de política en entrevistas, y cómo algunos medios cuestionan la permanencia de algunos jugadores catalanes en el club. El defensa Gerard Piqué fue abucheado poco después del referendo separatista durante el entrenamiento del equipo nacional español porque había dicho estar a favor de la independencia de Cataluña. "Lo que está sucediendo es serio”, subraya Martínez, que trabaja en la gastronomía y pasó su infancia en Barcelona. También sus amigos lo presionan cada vez más. "Muchos madrileños boicotean ahora todo lo que tenga que ver con Cataluña, también el deporte”, dice.

Gerard Piqué.Imagen: picture-alliance/Zumapress/NurPhoto/D. Aliaga

También el profesor emérito de economía alemán Jürgen Donges, que creció en Barcelona, dijo "tener suficiente” del teatro político en el Camp Nou. "El Barça tiene que jugar fútbol. Claro que, si los de arriba en el FC Barcelona están tan convencidos de la independencia de Cataluña, entonces tendrían que sacar al club de la Primera División y de la Copa del Rey. Pero esos señores no tienen tanta autoestima. Eso es lo que tienen en común con los catalanes, que, como siempre, aceptan el dinero del odiado Estado español”.

Autora: Stefanie Claudia Müller (CP/VT)

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