Felipe VI: “Refugiados deben respetar valores de anfitrión”
19 de septiembre de 2016
El rey de España pidió generosidad con refugiados y migrantes, a los que hay que facilitar "una vida digna" y quienes, a su vez, han de respetar "los valores que deben ser observados en los países de acogida".
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Felipe VI abrió su participación en las sesiones de trabajo de la ONU con una intervención en la reunión de alto nivel convocada por el secretario general, Ban Ki-moon, para abordar la crisis de los refugiados y la situación de los migrantes, en la que participan casi un centenar de jefes de Estado y de Gobierno.
Ante más de una veintena de mandatarios de distintos continentes, el monarca recordó que a las puertas de Europa llaman muchas de las 65 millones de personas refugiadas y desplazadas internas que "huyen de los conflictos, del terrorismo o de la persecución", sobre las que afirmó: "Nuestra responsabilidad es acogerlas, en la medida de nuestras capacidades, para que puedan llevar una vida digna".
"Quienes han sido expulsados de su hogar por la fuerza tienen que saber que cuentan con nuestro apoyo para atender sus necesidades" y poder ejercer su derecho al regreso, "a volver a su tierra", recalcó don Felipe, antes de precisar que ese retorno pasa necesariamente por el fin de los conflictos, la derrota del terrorismo y el establecimiento de sociedades que respeten los derechos fundamentales.
España seguirá trabajando para que así sea y para que tengan éxito los dos pactos sobre migrantes y refugiados que inician su recorrido en la actual reunión de alto nivel, cuyos resultados, según el rey, marcarán "un punto de inflexión" en un asunto de "trascendencia vital" y con unas "dimensiones morales y políticas" que exigen "especial determinación, generosidad y perseverancia".
Flujos migratorios bien gestionados son claramente positivos
Argumentó igualmente que el hecho "insoslayable" de que las sociedades de las naciones receptoras son y serán diversas ha de ser "compatible con el respeto a los valores que deben ser observados en los países de acogida". Los flujos migratorios "gestionados correctamente" tienen así "un impacto claramente positivo en las sociedades receptoras", continuó el rey, que animó a luchar "coordinada y eficazmente" contra la trata de seres humanos, dar protección a los "legítimos demandantes de asilo" y ofrecer "apoyo, solidaridad y asistencia a los países de tránsito y acogida de refugiados".
"Debemos favorecer la integración de los refugiados y las vías legales para la inmigración" como una "responsabilidad compartida" en la búsqueda de soluciones, ya que es un desafío que "afecta a todos", proclamó el monarca ante gobernantes de países receptores y, fundamentalmente, emisores de migrantes y refugiados en la sala del Consejo Económico y Social (Ecosoc) de la ONU. Felipe VI se entrevistaría con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
JOV (efe, dpa)
Francia: la miseria de los refugiados kurdos
En la localidad de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, 2.000 refugiados kurdos aguardan una posibilidad para continuar su viaje a Gran Bretaña. El lodo y el frío agudizan su miseria. El Estado francés no interviene.
Imagen: DW/B. Riegert
Refugiados varados en Francia
Unos 2.000 hombres, mujeres y niños viven en el campamento improvisado en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque. Allí los refugiados kurdos han construido pequeñas tiendas de campaña. Aquí documentamos sus extremas condiciones de vida.
Imagen: DW/B. Riegert
Esperando
Lizman es originario de la región del Kurdistán iraquí. “En casa hay guerra”, dice. Su meta es llegar a Inglaterra. En el campamento ha instalado un pequeño café en una barraca de madera. Este es el punto de encuentro de los jóvenes.
Imagen: DW/B. Riegert
Meta: Gran Bretaña
El iraquí Asis ha pedido prestado un martillo para repara su tienda de campaña y evitar que entren el lodo y el frío. El joven kurdo quiere atravesar el Canal de la Mancha. Para ello, tendría que pagar a un “coyote” hasta 5.000 euros. “Del otro lado todo tiene que ser mejor”, espera Asis.
Imagen: DW/B. Riegert
Una chispa de esperanza
No se sabe cuántos niños viven en el campamento en medio de la basura y el lodo. Voluntarios han recolectado peluches, y de vez en cuando los reparten en la “tienda de campaña de los niños”.
Imagen: DW/B. Riegert
Hundimiento
Esta muñeca se le cayó a un niño en el lodo. Muchas esperanzas se hunden en el campamento. En las noches el frío es inclemente y no hay luz eléctrica. Solo hay unos cuantos inodoros químicos portátiles y un par de duchas.
Imagen: DW/B. Riegert
Voluntarios de Inglaterra
Chris Bailey fue soldado en Irak. Ahora ayuda a los migrantes que quieren llegar a Inglaterra. “Las condiciones aquí son peores que algunas cosas que vi en la guerra”, dice el veterano. En el campamento, reparte cobijas y botas de hule.
Imagen: DW/B. Riegert
Bienvenidos a Francia
Denise (izq.) y Maryse ofrecen té a los migrantes y platican con ellos. Las señoras viven en una bonita casa particular enfrente del campamento: dos mundos separados por una calle. “Las autoridades no se ocupan” de los refugiados, dice Denise. Muchos de sus vecinos quieren que los migrantes desaparezcan.
Imagen: DW/B. Riegert
¿Dónde están los políticos?
Los voluntarios han bautizado los caminos lodosos con nombres de políticos europeos. La avenida “François Hollande” se llama así porque el Gobierno francés no ha mostrado ningún interés por el campamento improvisado. La Policía tampoco interviene, pese a que algunos habitantes del campamento informan de enfrentamientos violentos entre grupos de migrantes, sobre todo en las noches.
Imagen: DW/B. Riegert
Ayuda alemana
A la ciudad alemana de Múnich ya no arriban tantos refugiados. “Aquí nos necestian”, dice Sinan von Stietencorn, de la cocina popular “Volxküche München”. Junto con amigos ha viajado de Baviera al Canal de la Mancha para repartir comida a los migrantes.
Imagen: DW/B. Riegert
Auxilio
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) vacuna a los refugiados contra sarampión y gripe. La humedad, el frío y la falta de higiene afectan sobre todo a los niños. MSF construye un nuevo campamento en Grande-Synthe, puesto que el Estado pareciera no sentirse responsable. Se trata del primer campamento de la organización humanitaria en ese país de la UE.
Imagen: DW/B. Riegert
Una cueva en el infierno
Asim cuenta que huyó del Estado Islámico en Irak. En el campamento ha luchado por un lugar limpio. En su pequeña cueva incluso ofreció un té a nuestra reportera de Deutsche Welle Catherine Martens. “Todos quieren continuar su viaje”, dice Asim.
Imagen: DW/B. Riegert
Tan lejos del sueño
El puerto de Dunkerque se encuentra a diez kilómetros del campamento improvisado. No obstante, las posibilidades de los migrantes kurdos de llegar a Inglaterra son mínimas. Casi ninguno quiere solicitar asilo en Francia. ¿Pagarán a algún “coyote”? ¿Regresarán a Bélgica o Alemania? ¿O simplemente seguirán aguardando?