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Feria del Libro: un final más o menos feliz

19 de octubre de 2009

La Feria del Libro de Fráncfort acaba de terminar y fue todo un éxito: vinieron más de 7000 expositores y fueron presentadas 123.000 nuevas ediciones. Lo más curioso: la Biblia para Twitter.

Angela Merkel con ocasión de la inauguración de la Feria del Libro 2009.Imagen: AP
Cubierta del libro "Y Dios reposó".Imagen: Hansisches Druck- und Verlagshaus

En la feria de este año hubo varios superlativos: el libro más bonito fue esta vez un volumen ilustrado sobre el artista alemán Joseph Beuys. El más pesado: el Léxico de la Literatura de la editorial Kindler: 18 tomos, más de 32 kilogramos. El libro para bajar gratis de Internet más demandado: “Atemschaukel”, de la Nobel de Literatura 2009, Herta Müller, que llegó a hacer colapsar los servidores. Y finalmente el libro más pequeño: “Y Dios reposó”.

Beuys: "Imágenes de una vida"Imagen: Seemann

En el comienzo fue un intento de récord: en un portal protestante en Internet se llamó a reescribir la Biblia para Twitter, es decir a enviar pasajes de texto de no más de 140 caracteres. Participaron nueve mil personas, entre ellas varios obispos. El resultado no es exactamente una nueva Biblia, pero algo bastante parecido: la interpretación de los seres humanos sobre 3906 pasajes del Libro de los libros previamente definidos. Sólo quien conoce la Biblia puede formularla de tal forma que se pueda twittear… y muchos tuvieron que recurrir nuevamente al original.

Libro "Atemschaukel", de Herta Müller: gratis para bajar.

Como siempre, la congestión de público se dio al final: gente por doquier, en las escaleras mecánicas y las naves de exposición, bolsas llenas de folletos, lecturas públicas en tiendas y eventos con personalidades del show, la cocina o los medios de comunicación gozaron de enorme demanda.

Más de siete mil expositores de una centena de países, desde Albania hasta Vietnam, vinieron a Fráncfort. Fueron presentadas nada menos que 123.000 nuevas ediciones, sobre las que informaron 10.000 periodistas acreditados.

Premio para un descubridor de literaturas

En el foco estuvo al final, como siempre, la entrega del Premio de los Libreros Alemanes. Este año fue para Claudio Magris, filólogo, ensayista y novelista de Trieste, Italia y profesor de literatura alemana en la Universidad de esa ciudad.

Claudio MagrisImagen: DW-TV

En la fundamentación, el jurado dice que el premio va para alguien “que como ningún otro ha analizado el problema de la convivencia y la cooperación entre diversas culturas”. Magris aboga por una Europa que no se defina únicamente a partir de parámetros económicos, sino que insista en sus tradiciones y numerosas facetas históricas y culturales. En la laudatoria se lee que Magris es un descubridor de literaturas y paisajes en Europa Central y Oriental.

El discurso del premiado fue de reflexión y escepticismo. Magris se refirió a la fragilidad del mundo y los peligros que amenazan a la democracia y la paz también en Europa. Entre ellos cuenta “el temor a ver la realidad, la injusticia que no se reconocer, la ilusión de que las guerras han terminado, el autoengaño y el populismo”. Para el autor, “la utopía del paraíso sobre la Tierra ha desaparecido, pero no se ha desvanecido la necesidad no sólo de administrar, sino también de transformar el planeta”.

China: un poco de acercamiento

Este año, la Feria estuvo marcada por las controversias en relación con China, país invitado de honor. En el foco estuvieron los debates en relación con los derechos humanos. Jürgen Boos, director de la Feria, se manifestó al final conforme con el invitado y dijo que fue correcto y bueno haber invitado a China, ya que se logró mostrar la diversidad del país y desatar discusiones.

Pabellón chino en la Feria del Libro de Fráncfort 2009.Imagen: DW

También la delegación oficial china hizo un balance positivo y registró un gran interés del público en los 600 eventos que ofreció. De China participaron en Fráncfort unos 140 autores y 225 editoriales. La presencia china fue también todo un éxito económico: fueron firmados unos dos mil contratos de derechos de autor. La práctica de la censura no fue tema. La delegación china remitió a las diferencias culturales y a la libertad de las editoriales, que “son quienes deciden qué títulos se publican, de acuerdo con la demanda en el mercado”. A un diálogo entre los disidentes y las voces críticas con la delegación oficial, no obstante, no se llegó.

El escritor, sinólogo y conocedor de China Kenner Tilman Spengler hace un balance: “Al principio tuve la impresión de que en medio de tanta discusión, la primera víctima iba a ser la literatura. Pero ello, gracias a Dios, no se confirmó. Fueron presentados tantos libros y se discutió en forma tan controvertida, pero también con humor, sobre los nuevos libros chinos, que pudimos acercarnos un poco más a China. Eso es muy positivo.”

Stephan Tome, colega de Spengler, que vive en Taiwán, agrega: “China se transforma, si bien más lentamente de lo que quisiéramos. Yo abogo porque no entendamos el diálogo con China como nuestra misión unilateral, sino que aprovechemos la oportunidad para aprender también algo de los chinos. (…) Tampoco existe una sola posición china, tampoco en la cuestión de los derechos humanos. Todo es mucho más complejo y polifacético de lo que a veces creemos.”

Argentina, país invitado de honor 2010

Algo parece, sin embargo, estar ya claro: el próximo país invitado de honor, Argentina, causará menos discusiones. “Cultura en movimiento” es la consigna oficial de la presentación oficial argentina para el 2010. De muchas propuestas se eligió ésa, dice Magdalena Faillace, presidenta del Comité Organizador Argentino, porque describe una sociedad que no se rinde, que sigue discutiendo, por ejemplo también después de la brutal crisis económica de 2001: “No cerró ni un solo teatro y, si bien se quedó un montón de gente sin trabajo, aumentaron los talleres literarios, de teatro y de danza en todo el país.Todo eso se hizo sin dinero, se hace porque la cultura es una necesidad vital, no sólo en Buenos Aires, que es una capital cultural indiscutible en América Latina, sino en muchas ciudades de las provincias. Eso significa que nuestra cultura es una esperanza de recuperación de otros problemas más difíciles que tiene le país.”

Pabellón de Buenos Aires en la Feria del Libro de Fráncfort 2009.Imagen: DW/ Eva Usi

Es la tercera vez que un país latinoamericano será invitado de honor en la Feria del Libro de Fráncfort. Después de México y Brasil, el año próximo año se presentará un país con una larga tradición editorial. Para Jürgen Boos, director de la Feria, Argentina representa también toda América Latina: “En Buenos Aires se celebra una de las mayores ferias del libro de la región. Allí se dan cita una y otra vez todos los editores de América Latina”. Por ello, para La Feria del Libro de Fráncfort fue importante presentar y dirigirse por medio de Argentina a toda América Latina.

Autor: Pablo Kummetz

Editor: Enrique López

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