FF. AA. sirias instan a rebeldes a entregar armas en Alepo
6 de octubre de 2016
La Comandancia General de las Fuerzas Armadas sirias instó a los combatientes opositores en la ciudad de Alepo, en el norte del país, a entregar sus armas. Así, los habitantes podrían abandonar la ciudad.
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"Pedimos a todos los combatientes en los barrios del este que no esperen ningún tipo de ayuda por parte de nadie, porque todas las rutas de suministros están cortadas y la única oportunidad para ellos es que entreguen sus armas", indicó este jueves (6.10.2016) el Ejército sirio en un comunicado.
El Ejército subrayó que posee información precisa sobre las bases de sus oponentes y sus almacenes en el este de Alepo, asediada por los soldados y controlada por la oposición, y advirtió a aquellos que no hagan uso de esta oportunidad que tendrán un "destino inevitable".
En la nota se anima a los milicianos insurgentes a que o bien se acojan al decreto de indulto, ordenado por el presidente Bashar al Asad en julio, y regulen su situación, o bien entreguen sus armas y se vayan con sus familias.
Un respiro para los habitantes de Alepo
Ayer, las Fuerzas Armadas sirias anunciaron que habían decidido reducir los bombardeos y los disparos de artillería "contra posiciones terroristas" en Alepo para permitir la salida de los ciudadanos que así lo desearan a lugares seguros.
Un calma relativa prevalece hoy en la localidad, donde han desaparecido los bombardeos y los disparos de artillería contra la mitad asediada de la urbe desde el amanecer, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El miércoles, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, conversaron por teléfono sobre Siria y otros asuntos pese a que hace tres días Estados Unidos anunció la suspensión de los contactos bilaterales con Rusia sobre el conflicto sirio, como consecuencia de la ofensiva en Alepo.
CP (efe, rtr, ap)
¿Qué queda de Palmira?
En 2015, el Estado Islámico impactó al mundo al destruir monumentos de la antigua ciudadela de Palmira. Una exposición en Colonia muestra dibujos que documentan el esplendor de esas maravillas de la humanidad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Artista, arquitecto, arqueólogo
Como muchos de quienes viajaron hacia Oriente en el siglo XVIII, el artista francés Louis-François Cassas provenía de una familia de clase acomodada. Su padre era marqués y agrimensor real. En 1785, Louis-Francois estuvo dos meses en Palmira, haciendo croquis de prácticamente todas las ruinas de ese legendario centro cultural de la Antigüedad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Lo que quedó
Cassas encontró solo ruinas en Palmira. Sin embargo, en lugar de dibujar lo que veía, intentó reconstruir la ciudad y poner sobre el papel su antiguo esplendor. El museo Wallraf-Richartz de Colonia tiene 123 de esos dibujos en su colección. Algunos de ellos fueron restaurados para la exhibición "Palmira: ¿qué queda?", que también muestra la destrucción provocada por los terroristas en la región.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Oasis para comerciantes
Palmira está ubicada a medio camino entre Damasco y la frontera con Irak. Erigida entre los siglos I y III d. C., los monumentales edificios se mantenían bien preservados, como mudos testigos de la magnificencia de la ciudad greco-romana. Caravanas de comerciantes trasladaban especias, gemas preciosas y ropas a la ciudad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Diferentes estilos e influencias
Con el tiempo, Palmira fue mezclando su arquitectura greco-romana con estilos locales. El teatro romano semicircular tiene una fachada diseñada al estilo de un palacio oriental. En ese escenario se presentaban obras en arameo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Marczok
Fascinación con la historia
Artistas y arquitectos han intentado desde fechas tan tempranas como el siglo XV revivir el espíritu de la antigua ciudad. Pero la perspectiva de Cassas era única: usando colores diferentes, distinguió la arquitectura existente de la imaginaria en sus dibujos. El negro representa a la realidad, el rojo señala sus reconstrucciones.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
El centro de la vida religiosa
El templo de Bel fue construido hacia fines del siglo II d. C. bajo dominio romano. Bel era el equivalente local para el dios griego Zeus. La arquitectura combina tradiciones arquitectónicas romanas y griegas, con la adición de ornamentaciones orientales.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Perdido para siempre
El templo de Baalshamin, de aproximadamente dos mil años de antigüedad y una de las estructuras más completas halladas en Palmira, fue una de las maravillas destruidas por el Estado Islámico. Baalshamin, el "Señor del Cielo", era una de las deidades supremas de Palmira.
Imagen: Reuters/Stringer
Cuánto se perdió y cuánto queda
La Gran Columnata fue la principal avenida de la ciudad. Allí había tiendas a ambos lados de la calle, además del mercado del Ágora, un teatro y un complejo de baños romanos. Cuánto destruyeron los fanáticos del Estado Islámico y cuánto quedará para la posteridad es hoy un misterio. Habrá que esperar que las fuerzas del gobierno sirio terminen de expulsar a los insurgentes de la región.