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Música

Filarmónica Joven de Colombia: una creciente labor social

Felipe Espinosa Wang
29 de junio de 2017

Con motivo de la gira de la Filarmónica Joven de Colombia en Alemania y Austria, repasamos el creciente trabajo de la orquesta en el panorama cultural y social colombiano.

Die junge Philharmonie von Kolumbien
Violinistas de la Filarmónica Joven de Colombia posan ante la cámara durante su gira europea por Alemania y Austria.Imagen: Filarmónica Joven de Colombia

El ascenso de las orquestas jóvenes en Latinoamérica ha dado qué hablar en los últimos tiempos. Después del gran boom que generó la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela a nivel mundial, la atención por el talento joven ha reescrito, en cierto modo, la forma en que nos aproximamos hoy a la música, especialmente en el ámbito social y pedagógico. La orquesta, fundada en 1978, por el maestro José Antonio Abreu, es el resultado del sistema de orquesta juveniles de Venezuela, fundada por el mismo en 1975.

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El éxito del revolucionario sistema ­–como agente de transformación social y de democratización del acceso a estudios musicales– inspiró, entre muchos otros países, a Colombia a adaptar un sistema similar. En 1991, con la gestión de Ana Milena Muñoz de Gaviria, primera dama de Colombia en la época, y el propio apoyo del maestro Abreu, se inició en el país la Fundación Batuta, de la cual, como resultado, terminó surgiendo en 2010 la Filarmónica Joven de Colombia. "Desde el inicio de Batuta hemos visto crecer el movimiento sinfónico en Colombia”, dijo a DW Fernando Cortés, uno de los gestores de la orquesta y director ejecutivo de la Fundación Bolívar Davivienda, patrocinador privado de la Filarmónica Joven de Colombia. 

Primera gira europea

Después de sus siete años de existencia y de más de 120 conciertos en Colombia y el exterior, la Filarmónica Joven de Colombia inició este martes (27.06.2017) en la ciudad alemana de Kassel su primera gira europea, que se llevará a cabo entre Alemania y Austria. La gira incluye presentaciones en prestigiosos festivales como el Rheingau Musik Festival, en Wiesbaden y Geisenheim, el Festspiel de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en Stolpe, el Young Euro Classic, en Berlín, y al Styriarte, en la ciudad austriaca de Graz. 

Imagen del primer concierto de la gira en la ciudad alemana de Kassel Imagen: Filarmónica Joven de Colombia

Para los 102 jóvenes colombianos que conforman la orquesta, haber sido elegidos para la "selección Colombia musical” representa una gran oportunidad, a la cual solo los más destacados pueden acceder. "Esta es una orquesta que inspira. Hoy estamos hablando de casi 320.000 jóvenes que están dentro del sistema musical colombiano. De esos, una gran mayoría dice ‘yo quiero estar tocando ahí'”, reveló Fernando Cortés. "Como colombianos tenemos sed de absorber la música, de ver qué hay más allá de nuestro país. Aún no creo que sea verdad que haya podido venir. Es un sueño hecho realidad”, agregó Juan Pablo Henao, trombonista de la orquesta juvenil así como de la Orquesta Sinfónica de Antioquia, en Medellín.     

Más allá del apoyo a los jóvenes músicos

Aparte de los obvios beneficios que representa para los jóvenes músicos tocar en la orquesta –existen becas para aprender inglés o alemán, así como para maestrías en Estados Unidos y Europa, entre otras ayudas–, la existencia de estos grandes conjuntos promueve y enriquece el panorama cultural-musical de Colombia. Gracias a la reputación que ha creado la orquesta en sus siete años, la Filarmónica Joven de Colombia es hoy, asimismo, un indicador de calidad para las diferentes facultades de música en Colombia, ya que tener a sus estudiantes en ella es buen medidor del trabajo que desempeñan. "Esto es muy valioso porque hay una sana competencia por mejorar la calidad artística y musical de las universidades y facultades. Lo que termina contribuyendo de regreso a la calidad de la orquesta”, afirmó Cortés.

Imagen: Filarmónica Joven de Colombia

En cuanto al público se refiere, las orquestas juveniles ofrecen la oportunidad de expandir la oferta cultural, además de crear nuevas audiencias a través de nuevas propuestas. "Una orquesta joven se da libertades que una profesional no se daría, o le costaría mucho trabajo hacerlo: romper paradigmas para cambiar la lejanía que tiene la música sinfónica con la audiencia”, dijo Cortés.

Orquestas como estas pueden ser el eslabón perdido para acceder a los pueblos y municipios de Colombia donde previamente nadie llegaba. Esta exposición a la música orquestal puede incentivar, asimismo, a que muchos jóvenes lleguen a los centros de Batuta con ganas de replicar lo que vieron durante el concierto. No por nada muchos de los jóvenes que tocan hoy en la Filarmónica Joven de Colombia provienen precisamente de la labor de Batuta. Según estudios conducidos por el sector cultural colombiano, los jóvenes que atienden Batuta, en promedio, han arrojado mejores resultados escolares, afirmó Cortés a DW. "Empieza a crearse esta dinámica en círculo. Cuando uno ve que una orquesta es capaz de dar lo mejor de Colombia en Alemania y Austria, como pasa ahora, el respeto por el trabajo crece, así como el valor colectivo de la cultura, lo que no pasaba antes”, dijo Juan Andrés Rojas, encargado de prensa de la Filarmónica Joven de Colombia. "La orquesta amplía la oferta cultural en Colombia,  sobre todo en lugares donde existe poca oferta. Así la gente tiene derecho a la cultura y el arte”, agregó.

"Estrato talento”

 Tal vez uno de los puntos más interesantes de la orquesta es la heterogeneidad de la misma. En una sociedad tan diversa y desigual como la colombiana, esta orquesta se basa en lo que ellos mismos reconocen como "estrato talento”. En sus filas entra todo tipo de jóvenes sin importar la región ni la clase social. Todos unidos para tocar por una misma causa: la música. De este modo, asegura Cortés, "la sociedad puede aprender mucho de la orquesta. Aprender que no es necesario que dos personas tengan que ser iguales y pensar lo mismo, pero cuando hay un mismo objetivo, se puede trabajar conjuntamente para alcanzarlo”.

La soprano colombiana Juanita Lascarro, solista en varios conciertos, y el director Andrés Orozco Estrada durante los ensayos en Fráncfort. .Imagen: Filarmónica Joven de Colombia

En última instancia, puede que la misión de la orquesta sea involucrar a todos en torno solo a la música para borrar, así sea por un momento, tantas barreras que nos dividen. Tal vez sea todo esto lo que las orquestas jóvenes como la Filarmónica Joven de Colombia reflejan al tocar y lo que a fin de cuentas cautiva al público alrededor del mundo. Además, claro, de la pasión y el entusiasmo con la que estos jóvenes talentos tocan. "Apoyar a la orquesta es costoso, pero para la sociedad sería, a fin de cuentas, más costoso no hacerlo. La Filarmónica Joven de Colombia es un ejemplo que en nuestro país se puede crecer de manera honrada, y no bajo el yugo del narcotráfico, como en los últimos cuarenta años”, concluyó Cortés.   

Felipe Espinosa (ER)