Duterte confirma candidatura a vicepresidencia en 2022
24 de agosto de 2021
El polémico presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, confirma que se presentará como candidato a vicepresidente en las elecciones de 2022, cuando su hija Sara podría presentarse como presidenta.
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En un comunicado, su partido, PDP Laban, indicó que Duterte, de 76 años, ha aceptado la invitación como candidato vicepresidencial para proseguir sus políticas contra el narcotráfico, la pobreza y la campaña contra la covid-19, entre otras.
"El presidente Rodrigo Boa Duterte ha decidido hacer el sacrificio y hacer caso al clamor de la gente", señala el partido presidido por Duterte.
El popular presidente, conocido por sus estilo autoritario y sus exabruptos verbales, sugirió recientemente que podría presentarse a vicepresidente para mantener su inmunidad, ya que la legislación filipina le impide presentarse a la reelección como jefe del Estado.
Mantener su inmunidad frente a acusaciones
El pasado 14 de junio, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional de La Haya pidió autorización judicial para investigar supuestos crímenes contra la humanidad cometidos durante la guerra contra las drogas que inició Duterte tras convertirse en presidente en 2016.
La información disponible indica que miembros de la Policía Nacional de Filipinas y otros que actúan con ellos, "han matado de forma ilegal a entre miles y decenas de miles de civiles", dijo la entonces fiscal jefa, Fatou Bensouda, en un comunicado.
La gestión de Duterte también se ha visto ensombrecida por su ambigüedad en el trato diplomático con Pekín y Washington, y la pandemia, que ha causado más de 1,86 millones de contagios y más de 31.900 muertos en el país.
Asimismo, el presidente ha librado una cruzada legal contra las voces y medios críticos, como la prestigiosa periodista Maria Ressa, fundadora del medio Rappler.
Apoyo en encuestas, pese a todo
Sin embargo, las encuestas siguen dando un gran apoyo tanto a Duterte como a su hija Sara, actual alcaldesa de Davao, la ciudad sureña donde se asienta el feudo de este clan político.
Según una encuesta de Pulse Asia Research del pasado julio, Sara y Rodrigo Duterte son los candidatos favoritos a la presidencia y vicepresidencia del país con el potencial apoyo, respectivamente, del 28 y 18 por ciento de los votantes.
rml (efe, afp)
Filipinas y la guerra contra las drogas
El presidente filipino libra una guerra sangrienta contra las drogas, que ya se ha cobrado miles de víctimas. Los familiares sufren. Pero no todos rechazan la política de mano dura.
Imagen: picture-alliance/ NurPhoto/E. Acayan
La zona más deprimente de Manila
Barangay en Caloocan, en el norte de Manila. Fue destruido por un incendio provocado por dos drogadictos, y los vecinos lo reconstruyeron con sus propias manos sin ayuda oficial.
Imagen: DW/A.Foncillas
En la cárcel
Detenidos por varios delitos en la comisaría de Pasay, en Manila. Bajo el presidente Duterte muchos jóvenes fueron encarcelados o matados por delitos de drogas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Sufriendo las consecuencias
Barangay es una de las zonas más deprimentes y pobres de la capital y con más víctimas en la guerra contra las drogas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Madre soltera
Jocelyn Bellarmino. Perdió a dos maridos en menos de un año, ambos tiroteados por hombres enmascarados que llegaron de noche a su barangay de Caloocan. Sobre la tabla en la imagen conserva los únicos recuerdos de su segunda pareja.
Imagen: DW/A.Foncillas
El cementerio de Nabotas
Niños juegan en el cementerio de Nabotas, donde son enterradas todas las víctimas de la guerra contra las drogas de los barrios del norte.
Imagen: DW/A.Foncillas
Una cancha inusual
Todos los días jóvenes juegan voleibol entre las tumbas porque, según dicen, no tienen ningún parque cerca de sus casas.
Imagen: DW/A.Foncillas
El hijo ya no está
La familia en duelo junto al féretro de Tano en su vivienda en Manila. Mataron al hijo por un delito de drogas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Jugando bingo para el funeral
La familia de Tano organiza entre sus amigos y vecinos un bingo para recaudar dinero para pagar el entierro y funeral. Es una costumbre en Filipinas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Mucho más trabajo
Emong Ramos, de 50 años. Es enterrador en el cementerio de Nabotas desde los 10 años. Dice que su trabajo se ha disparado desde que Duterte llegó al poder. Para él es una buena noticia: cobra por cada entierro.
Imagen: DW/A.Foncillas
No todos están en contra de Duterte
Rosita Opiasa, 59 años. Líder social en Caloocan y defensora a ultranza de Duterte, a pesar de que uno de sus hijos murió en su campaña contra las drogas. Muestra el tatuaje de la misma organización de la que es miembro Duterte.