Filipinas: Rodrigo Duterte amenaza con el cierre de Facebook
29 de septiembre de 2020
Facebook eliminó 57 perfiles, 31 páginas y 20 cuentas de Instagram vinculadas al Gobierno por el uso de perfiles para "engañar sobre su identidad, propósito u origen”.
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El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, amenazó este lunes (28.09.2020) a la red social Facebook con su cierre en el país después de que la compañía eliminara la semana pasada varias cuentas vinculadas a las Fuerzas Armadas y la Policía filipinas por violar las normas de la plataforma.
"Facebook, escúchame. Les permitimos operar aquí esperando que puedan ayudarnos. Si el Gobierno no puede defender algo que es por el bien de la gente, ¿cuál es su propósito aquí en mi país?", afirmó Duterte en un discurso televisado.
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¿Qué causó la reacción presidencial?
Facebook eliminó la semana pasada una red de 57 perfiles, 31 páginas y 20 cuentas de Instagram vinculadas a las fuerzas de seguridad de Filipinas por "comportamiento coordinado no auténtico" y por el uso de perfiles para "engañar sobre su identidad, propósito u origen", indicó el jefe de políticas de seguridad de la compañía, Nathaniel Gleiche.
La red publicaba en inglés y tagalo noticias propagandísticas sobre las actividades militares contra insurgencias, las ventajas de la polémica ley antiterrorista aprobada en julio; así como críticas a grupos de izquierda, activistas y opositores y al ilegalizado Partido Comunista y su brazo armado, la guerrilla del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP).
"¿Cuál sería el punto de permitirles continuar si no pueden ayudarnos? No abogamos por la destrucción masiva, ni por masacres. Es una lucha de ideas”, afirmó el lunes el presidente. "No pueden prohibirme o impedir que defienda los objetivos del Gobierno", añadió Duterte, que acusó a la red social de "apoyar a la izquierda" y "promocionar la causa de la rebelión".
Facebook también eliminó otra red de origen chino que publicaba contenido en apoyo al mandatario y la posible carrera presidencial de su hija Sara Duterte, actual alcaldesa de Davao, además de elogios a la estrecha relación entre Filipinas y China.
Desde las Fuerzas Armadas declararon que ninguna de las páginas clausuradas corresponde a sus cuentas oficiales, aunque admitieron que los nombres de dos capitanes del Ejército vinculados a esa red estaban asignados a un grupo encargado de gestionar la imagen de los militares en las redes sociales y de las relaciones cívico-militares.
El portavoz presidencial, Harry Roque, afirmó el lunes que los partidarios de la administración encontrarán otros medios para expresar su apoyo a pesar del cierre de esas páginas en Facebook, que se ha convertido en un campo de batalla virtual de noticias falsas y desinformación en Filipinas, país que más tiempo pasa conectado a esa red social.
El año pasado, Facebook también eliminó decenas de perfiles y páginas pro Duterte por "comportamiento coordinado no auténtico" que estaban asociados con Nic Gabunada, el hombre que diseñó la estrategia en redes sociales de su campaña presidencial en 2016, en la que también estuvo implicada la empresa Cambridge Analytica.
ama (efe, dpa, Reuters)
Filipinas: así es la vida entre los muertos
El espacio habitable es escaso y caro en Manila. Unas 6.000 personas han hecho del cementerio “Norte”, en la capital de Filipinas, su hogar. Pero todos sueñan con una vida fuera de esos muros.
Imagen: Claudio Sieber
Último refugio para los pobres
Las tumbas y los mausoleos han estado habitados desde la década de 1950. Sus ingresos suelen ser insuficientes para el alquiler. Es por eso hay gente que vive en las tumbas familiares: no hay que pagar por ello. Algunos residentes viven en tumbas ajenas, pero se encargan, a cambio, de cuidarlas.
Imagen: Claudio Sieber
Tres generaciones
Muchos habitantes nacieron aquí, en el cementerio. Hay familias que llevan ya tres generaciones viviendo entre estos muertos.
Imagen: Claudio Sieber
Difícil día a día
La vida es dura. No hay agua corriente. Quien quiere asearse o lavar su ropa tiene que acudir a la comunidad vecina y comprar el agua con algo de dinero.
Imagen: Claudio Sieber
Apretados
Apenas puede hablarse aquí de una esfera privada. Mucha gente vive en pocos metros cuadrados. La electricidad para ver televisión, encender ventiladores y disfrutar de videojuegos se toma, a veces de modo ilegal, de algún vecino que vive en una vivienda común.
Imagen: Claudio Sieber
Karaoke
Para celebrar un cumpleaños, los habitantes del cementerio "Norte"cantan en un karaoke. A pocos metros, la tristeza de una familia que entierra a un bebé.
Imagen: Claudio Sieber
Funerales y entierros
Cada día, varios muertos son enterrados en este cementerio. El recuerdo y la visita regular a los muertos juegan un papel importante en Filipinas.
Imagen: Claudio Sieber
Helados
El vendedor de helados Hobito no vive en el cementerio. Pero llega casi todos los días desde donde vive, a casi 3 kilómetros, para endulzarle el día a estos niños.
Imagen: Claudio Sieber
Varado
Edwin Orocoy solía trabajar como cocinero en Arabia Saudita. Tras su regreso a Filipinas, tuvo un accidente. Desde entonces, ya no puede trabajar. Vive en el cementerio desde 2005, a la espera de que Dios y su familia no lo olviden aquí.
Imagen: Claudio Sieber
Cena familiar
Esta noche hay pulpo "abodo", un plato tradicional filipino. Richard cocina para su familia de seis, que vive en una tumba. Durante el día, Richard conduce un yipnis, uno de los típicos minibuses usados como taxis colectivos en Filipinas. No sabe cuánto tiempo le durará el trabajo, pues los vienjos yipnis están siendo retirados de las calles.
Imagen: Claudio Sieber
Clases
La Fundación Metodista Kapatiran Kaunlaran imparte clases a algunos escolares del cementerio "Norte". Aprenden lectura y escritura, matemáticas y algo de inglés. La maestra tiene la esperanza de que así, al menos uno de cada diez de estos niños tenga mejores oportunidades.
Imagen: Claudio Sieber
Biblia
Hay lecciones bíblicas regulares para los habitantes del cementerio. La gente aquí es profundamente religiosa. Y todo el mundo espera dejar algún día estos muros.
Imagen: Claudio Sieber
Guardianes y sepultureros
Erwin Zapata, alias "Zasho" (dcha.), trabaja desde pequeño como guardián de tumbas de niños. Él y cinco colegas ayudan en los entierros y se ocupan de que no se pierda nada. También se encargan de pagar las tasas, que se deben pagar cada tres años, para que no se reasigne la tumba.
Imagen: Claudio Sieber
El sueño de un hogar
El joven Kambal Cabaña ha vivido en el cementerio durante once años y, como todos, anhela vivir fuera, en una vivienda normal. Cría palomas de carrera y espera llegar a ganar mucho dinero en una carrera algún día. Así, él y su familia podrían cumplir su sueño.