Renace la filosofía
7 de diciembre de 2011
En la portada se ve a dos niños calzando enormes zapatos de adulto. Debajo, en grandes letras, el titular: “¿Por qué tenemos hijos?” La revista Philosophie Magazin es una de las nuevas publicaciones cuyo fin es acercar la filosofía al gran público. “Una revista que lleva cuestiones filosóficas al mercado para profundizar en ellas ante la opinión pública”: así la describe su redactor en jefe, Wolfram Eilenberger. Filosofía para todos: esa es la ambiciosa meta de otra nueva revista de filosofía, Hohe Luft (Aires Altos), y ofrece filosofía “para todos los que tengan ganas de leer y pensar”. Un grupo muy amplio, por cierto. En su primera edición, el lector se confronta con un dilema: “¿No se debe mentir. Pero, ¿por qué no hacerlo?”
¿Por qué creen dos editoriales alemanas que los alemanes tienen la urgente necesidad de que se les expliquen cosas de la vida? El profesor Michael Quante, director de la Sociedad alemana de Filosofía, responde de la siguiente manera: “Creo que tiene que ver con dos tipos de desarrollo. Por un lado, que en nuestra sociedad las instancias clásicas de orientación, como la religión, están perdiendo significancia. Eso quiere decir que hay cada vez más personas que intentan encontrar una respuesta a sus preguntas en otra parte”.
Además, explica Michael Quante, el mundo se ha vuelto mucho más complejo debido a la globalización y al progreso tecnológico. Las revistas de filosofía intentan dar un nuevo punto de vista y atraen a los lectores con pequeños bocados de pensamiento en bandeja, envueltos en un elegante diseño y decorados con grandes fotografías. Una oferta por demás tentadora.
Filosofía: ¿éxito de taquilla?
El hecho de que la filosofía abandone su perfil académico y se dirija a un amplio público no es nuevo, explica Michael Quante. “Si se tiene en cuenta el siglo XIX o los intelectuales franceses del siglo XX, se ve que también entonces había personalidades y voces importantes de la filosofía que debatían cuestiones relevantes fuera del entorno académico”, dice el experto.
El relato sobre la historia de la filosofía del noruego Jostein Gaarder, El mundo de Sofía, por ejemplo, fue todo un éxito. En 2007, el ensayo ¿Quién soy, y si soy, cuántos soy?, de Richard David Precht, fue todo un éxito en Alemania y se convirtió en un best seller en 2008. Su autor es hoy un famoso filósofo mediático y asiduo invitado de talk shows en la televisión alemana.
Sin embargo, la orientación filosófica en el quiosco de la esquina no es una tendencia únicamente alemana. Por el contrario. En Francia, el Philosophie Magazin se publica desde el año 2006. “La filosofía está presente en toda Francia, no sólo regionalmente, como en Alemania, y es una materia obligatoria en todo el bachillerato”, señala la profesora Claudia Bickmann, de la Sociedad de Filosofía Intercultural. Es por eso que una gran parte de la población de Francia posee una formación filosófica básica. “La vida filosófica de Francia es diversa y vital, con alrededor de 300 salones filosóficos y numerosas publicaciones”, dice Bickmann. En los países de habla anglosajona, por el contrario, la filosofía es más bien una disciplina específicamente universitaria.
La filosofía y su influencia en la sociedad
En China, dice Claudia Bickmann, parecería que la filosofía está ganando cada vez más terreno. “Se tiene la impresión de que la orientación de acuerdo con el canon filosófico de Confucio, basado en la armonía del cosmos, va codo a codo con el Partido Comunista chino. Está por verse cuál de los dos, la filosofía o el partido, serán quienes guíen a la gente”, plantea Bickmann. En el mundo árabe, por el contrario, la filosofía intenta influir en los ámbitos político y social, y se expresa en varios de los movimientos en pro de la democracia.
Hoy todos podemos ser filósofos. Eso es, al menos, lo que sugieren las nuevas publicaciones filosóficas. En las páginas de Facebook del Philosophie Magazin todos pueden opinar sobre qué es lo más importante en la vida. Pero, de ese modo, el planteo filosófico también puede perder consistencia y profundidad. El profesor Michael Quante piensa que es se trata de un efecto secundario natural que se da en todas las disciplinas que pretenden captar a un gran sector del público.
“Cuando un profesor de física o biología da una conferencia debe hacer concesiones a favor de una mayor comprensibilidad, y eso también es legítimo”, subraya Quante. Por tanto, la filosofía puede llegar a las masas y seguir siendo una ciencia.
Autora: Laura Döing/ Cristina Papaleo
Editor: José Ospina Valencia