En la final de la Copa DFB de este año se enfrentan el FC Bayern Múnich, campeón de la Bundesliga de la temporada pasada y muy probablemente también de esta temporada, y el Eintracht Frankfurt, que la temporada pasada ascendió a la primera división de la Bundesliga.

Claro favorito es naturalmente el Bayern Múnich, que ya ha logrado cinco veces el doble triunfo: campeón alemán y ganador de la Copa DFB, tres veces en los últimos seis años (2000, 2003 y 2005).

La temporada pasada, los bávaros conquistaron cómodamente el campeonato alemán de la Bundesliga y se impusieron con un soberano 3 a 1 en la final de la Copa DFB al Kaiserslautern. El Bayern Múnich ha disputado ya 15 veces la final de la Copa DFB, ganándola en 12 oportunidades.

Tradicionalmente, la final de la Copa DFB se juega después de la final de la Bundesliga. Este año, excepcionalmente, se disputa antes de saberse quién será el nuevo campeón alemán. La razón: la FIFA no permite que, debido al Mundial, se disputen partidos oficiales muy próximos al magno acontecimiento.

Todos contra todos

Nada menos que 64 equipos se disputan la Copa DFB: los 18 clubes de la primera división de la Bundesliga, los 18 de la segunda división de la Bundesliga y 28 equipos amateurs, que en ligas regionales ocuparon primeros y segundos puestos.

Teóricamente existe entonces la posibilidad de que la final se juegue efectivamente entre, por ejemplo, el campeón de la Bundesliga y un equipo amateur de los más sencillos.

Y, en efecto, clubes prácticamente desconocidos, como el FV 09 Weinheim,y el TSV Vestenbergsgreuth y el 1 FC Magdeburg ya le han ganado en la historia de la copa por ejemplo nada menos que al FC Bayern Múnich.

Amateurs en la final

Los amateurs de Hertha Berlín y el Energie Cottbus de tercera división llegaron incluso a la final. Pero los hechos deportivos más sensacionales fueron logrados hasta ahora por los clubes Kickers Offenbach y Hannover: ambos clubes ganaron la Copa sin pertenecer a la Bundesliga.

Los partidos se juegan por eliminación, sin revancha. Así, cada partido es una final y si un equipo de primera división se descuida o envía a la cancha a suplentes, corre gran riesgo de pasar un papelón, porque los cuadros "chicos" naturalmente dejan todo sobre el césped. Desde 1985, la final de la Copa DFB se disputa siempre en el Estadio Olímpico de Berlín.