Presentarse a las elecciones presidenciales en Estados Unidos no es precisamente barato. Los candidatos deben recaudar cientos de millones de dólares para financiar publicidad y viajes.
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"Hay dos cosas importantes en política: la primera es el dinero y la segunda no la puedo recordar". Este comentario ingenioso de 1895 se atribuye a Mark Hanna, senador de Ohio. 125 años después, sigue siendo válido para la política estadounidense.
Un candidato político no llega a ninguna parte en Estados Unidos, sobre todo no a la Casa Blanca, sin tener muchos millones de dólares. Durante la actual campaña electoral, los candidatos de todos los partidos recaudaron la suma récord de 3.700 millones de dólares (3.170 millones de euros) y ya se han gastado 3.500, según datos de la Comisión Federal Electoral (FEC). La FEC es una agencia federal independiente que regula la financiación de campañas electorales.
La cifra de 3.700 millones "incluye a todos los que se presentaron (como candidatos) a la presidencia", dijo la comisionada de la FEC, Ellen Weintraub, en una conferencia de prensa.
Muchos de los candidatos demócratas, como Bernie Sanders, Elizabeth Warren y la actual candidata a la vicepresidencia de Biden, Kamala Harris, permanecieron en la carrera por la nominación de su partido durante mucho tiempo, por lo que no es de extrañar que se haya disparado el alto volumen de donaciones.
Mucho entusiasmo, pequeñas donaciones
Hasta ahora, Biden ha recaudado 952 millones de dólares y Trump, 601 millones (hasta el 29 de octubre). Estas cifras son muy sorprendentes teniendo en cuenta el número de donantes: solo se puede donar 2.800 dólares por persona y organización. Los candidatos no pueden aceptar dinero de fuentes extranjeras.
En estas elecciones, las pequeñas donaciones a todos los candidatos juegan un papel especial. "Ha sido realmente fenomenal", dijo Weintraub. "Muchas personas que donan pequeñas cantidades de dinero, repiten a menudo, porque están muy entusiasmadas con su candidato o, en otros casos, porque no se sienten identificadas con los otros candidatos", aclaró.
Según la comisionada, durante la conferencia de prensa, más de los 1.300 mil millones de dólares proceden de donaciones individuales de no más de 200 dólares.
Más tiempo para la política
Este récord de donaciones suena contradictorio si se tiene en cuenta la grave recesión económica que sufre el país. Muchos estadounidenses han perdido sus trabajos durante la pandemia de coronavirus, se enfrentan a desalojos o más gastos en salud.
Weintraub cree que la gente, al estar en casa, tiene probablemente más tiempo para centrarse en política, informarse y luego donar dinero a su candidato favorito. Además, en la actualidad es muy fácil hacer una transferencia online. En el pasado, mucha gente probablemente pensaba que no valía "la pena el esfuerzo de emitir un cheque por tres dólares", dijo Weintraub. "Ahora las campañas envían constantemente correos electrónicos, mensajes de texto y enlaces para recaudar cantidades relativamente pequeñas de dinero. Es muy fácil donar", afirmó.
Campaña electoral larga y país enorme
Pero, ¿por qué es tan caro participar en las elecciones presidenciales? En primer lugar, para llegar a la Casa Blanca hay que recorrer un largo camino. En el país no está estipulado cuándo los potenciales candidatos pueden comenzar a conquistar a sus posibles votantes, a diferencia de Alemania, donde, por ejemplo, la campaña se limita a un período breve antes de las elecciones.
Un candidato estadounidense comienza su campaña al menos un año y medio antes del día de las elecciones. Y luego está el gran tamaño del país. Por lo general, los candidatos recorren los 50 estados, desde reuniones públicas en Maine hasta visitas a fábricas en Texas. Los principales candidatos tienen una oficina en cada estado y tienen que pagar a los empleados.
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Super PAC
Y luego están los Super PACS (Comités de Acción Política), grupos que apoyan iniciativas políticas o a candidatos haciendo campaña, por ejemplo, produciendo la publicidad electoral. Estas organizaciones puede recibir donaciones sin límite de cantidad. Así lo decidió la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.
"Los Super PACs pueden aceptar dinero de empresas y organizaciones laborales, lo que los candidatos y los comités de partido no pueden hacer", explicó Weintraub. "No hay restricciones sobre las donaciones a Super PACS o sus gastos. Solo digo que realmente no comparto la línea de la Corte Suprema. Pero no soy una jueza de la Corte Suprema. Solo soy una simple comisionada electoral".
(rmr/ers)
Elecciones estadounidenses, bajo la lupa de los caricaturistas
¿Donald Trump o Joe Biden? Mientras los candidatos se enfrentaban en el debate final, caricaturistas de todo el mundo los escrutaban.
Duelo en el lodo
¿Qué le ha pasado con la cultura del debate político en los EE. UU.?, se pregunta, entre muchos otros, el caricaturista checo Marian Kamensky. El primer debate televisivo entre los candidatos degeneró en una pelea de lodo, con insultos en vez de argumentos. Para el segundo, el del 22 de octubre, se establecieron reglas más estrictas, como micrófonos silenciados para evitar interrupciones.
'Juego sucio' y terreno difícil
La compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, ha denunciado el empleo de "tácticas sucias" por parte del actual presidente. Los demócratas sienten que están navegando por un terreno difícil, señala el caricaturista alemán Jens Kricke. A Donald Trump no parece afectarle. Aparece distante, como una bruja malvada de un cuento de hadas, sobrevolando la ciénaga en su escoba voladora.
Propaganda à la Trump
Trump adora los superlativos. Y los usa a menudo, en expresiones como "soy la persona menos racista que jamás hayas visto", "nadie tiene más respeto por las mujeres que yo" o "yo entiendo más sobre el dinero que nadie". Y, por supuesto, cree que nunca ha habido un presidente mejor. En este dibujo de Martin Erl, Trump elogia a un fotógrafo como "uno de los mejores", por esta "foto" de Biden.
"Sleepy Joe" y el "payaso"
Biden es un "anciano somnoliento" y un "títere de la izquierda radical", según Trump, que todo el rato interrumpía a su oponente en el primer debate. Biden respondió tildando a Trump de racista, mentiroso, payaso y el "peor presidente que Estados Unidos ha tenido". Según los comentaristas fue uno de los peores debates que haya habido en el país. El italiano Christi no podría estar más de acuerdo.
Rabieta infantil
En África también están asombrados por el comportamiento nada estadista de Trump. El dibujante Damien Glez, de Burkina Faso, ve al presidente como un niño que quiere salirse con la suya, sin importar a qué precio. Lo que no encaja se hace encajar apretando a la fuerza. Uno espera que el presidente no apriete también el botón nuclear.
Trumpzilla
La primera película japonesa de Godzilla llegó a la pantalla en 1954. Por donde pasa el gigantesco monstruo, deja un rastro de destrucción. Que el dibujante Takeshi Kishino represente al polémico presidente de los Estados Unidos como un enorme Godzilla es revelador. ¿Puede Joe Biden tener alguna oportunidad contra este Trumpzilla?
Los machos alfa se entienden entre ellos
Trump disfruta de la compañía de mandatarios no muy comprometidos con las normas democráticas, como Putin, Erdogan o el dictador norcoreano Kim Jong-un. El caricaturista holandés Tjeerd Royaards cree que muestran un comportamiento arquetípico de rivalidad entre autoconsiderados machos alfa. Trump se refiere mientras tanto a Biden como a un débil anciano, dando a entender que no es rival para él.
¿Votación por correspondencia? ¡De ninguna manera!
Trump afirma que el voto por correo será un fraude y que veremos papeletas con su nombre en las papeleras. Durante meses, el presidente de Estados Unidos ha atacado la votación por correo e incluso ha recortado los fondos del servicio postal. Waldemar Mandzel resume la situación con esta imagen. Debido al riesgo que supone la pandemia de coronavirus, muchos prefieren emitir su voto por correo.
Imagen: Waldemar Mandzel/Toonpool
Una ayudita
En sus diatribas contra el servicio postal, el presidente olvida mencionar que él mismo ha votado por correo en múltiples ocasiones. Y aunque el FBI certifica que no hay fraude electoral en Estados Unidos, Trump insiste en que "la elección más amañada de la historia" amenaza al país. Si es necesario, puede pedir ayuda a expertos extranjeros, expresa el caricaturista griego Kostas Koufogiorgos.
Trump for Präsident
No solo en Estados Unidos hay partidarios de Trump, también en otros países. En nombre de los caricaturistas de todo el mundo, el australiano Mark Lynch aboga definitivamente por un segundo mandato del presidente estadounidense. "Oh, mira a mis fans", dice. "¡Son caricaturistas, señor presidente!", le contestan. Y es que ningún otro político ofrece a los dibujantes tanta materia prima como él.
Sin planes de mudanza
Trump ha dejado en claro en repetidas ocasiones que quiere permanecer en la Casa Blanca. En caso de perder las elecciones, no ha dicho expresamente que aceptará el resultado y facilitará una transición pacífica, sino que se ha limitado a barruntar: "bueno, ya veremos qué pasa". Ya llamó a sus bases a protestar en caso de que no sea reelegido. No tiene intención de llamar al camión de la mudanza.
Una dinastía
Trump también cuestiona la Constitución estadounidense y la regla que prohíbe un tercer mandato. ¿Está pensando en una presidencia vitalicia? ¿Una monarquía hereditaria? Toda su familia suele presentarse en los mítines, incluido su hijo menor, Barron, retratado aquí por la alemana Christiane Pfohlmann. El título: "La herencia de Barron Trump". "Todo esto será tuyo algún día", le dice su padre.