Ocho países de América Latina y el Caribe se sumaron a un acuerdo internacional que pretende acabar con la pesca ilegal.
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Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) difundido el lunes (6.6.2016) en Santiago de Chile, el acuerdo está destinado a prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, aprobado como Acuerdo de la FAO en 2009, tras años de esfuerzos diplomáticos. Es el primer tratado internacional de carácter vinculante centrado totalmente en este problema.
De acuerdo con el documento, Barbados, Chile, Costa Rica, Cuba, Dominica, Guyana, San Cristóbal y Nieves y Uruguay adhirieron al acuerdo jurídicamente vinculante de la FAO sobre medidas del Estado rector del puerto, que entró en vigor el domingo 5 de junio y es jurídicamente vinculante para los 29 países y la organización regional que ya lo han suscrito.
Las partes del acuerdo están obligadas a implementar diversas medidas, al tiempo que gestionan los puertos que están bajo su control, con el objetivo de detectar la pesca ilegal, impedir la descarga y venta de pescado capturado indebidamente y garantizar que la información sobre los buques que pescan de forma poco escrupulosa se comparta a nivel mundial.
Denegarán entrada a puerto de barcos sospechosos
Estas medidas incluyen exigir a los buques pesqueros extranjeros que soliciten autorización para entrar a los puertos con la suficiente antelación, aportando información detallada sobre sus identidades, sus actividades y el pescado que llevan a bordo. El desembarque solo podrá llevarse a cabo en los puertos designados y equipados para la realización de inspecciones eficaces.
A los barcos sospechosos de estar involucrados en la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada se les puede denegar la entrada a los puertos de forma categórica o autorizarla únicamente para su inspección, denegando el permiso para la descarga de pescado, el repostaje o el reabastecimiento.
Una vez que a un barco se le deniega el acceso a un puerto, o que las inspecciones detectan problemas, las partes deben trasladar esa información al país cuyo pabellón enarbola el buque e informar a las demás firmantes del acuerdo y a las autoridades portuarias en los países vecinos.
El acuerdo busca proporcionar a la comunidad internacional una herramienta valiosa para cumplir la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, que incluye un objetivo explícito sobre la conservación y el uso sostenible de los océanos y un objetivo secundario específico sobre la pesca ilegal.
CP (efe, rtr)
Un barco contra un océano de pesca ilegal
Las redes a la deriva son un método ilegal de pesca furtiva que mata cada año toneladas de fauna marina. La organización Sea Shepherd patrulla el sur del Océano Índico en su cruzada contra la pesca ilegal.
Imagen: picture-alliance/AP/P. Crawford
Los pastores del mar
Mientras patrulla por el sur del Océano Índico a bordo del "Steve Irwin", el equipo de la organización Sea Shepherd recoge una red abandonada de unos 5 kilómetros de largo - el doble del máximo permitido por la ley. Tirando de ella puede sentirse el peso de la muerte.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Muirhead
Captura incidental: una carnicería
En la red a la deriva abandonada encuentran 321 cuerpos de animales marinos. De todos ellos sólo se pudieron salvar 20. Entre las especies que quedaron atrapadas, 12 están en peligro de extinción. El capitán Siddharth Chakravarty cree que el objetivo principal de los pescadores eran los tiburones. El resto murió sin motivo alguno.
Imagen: Sea Shepherd Global/Tim Watters
Conducidos por la demanda
De los más de 300 animales de la red, 126 eran tiburones azules. Los tiburones azules están considerados como especie amenazada por la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se matan alrededor de 20 millones de ejemplares al año por su carne, sus aletas y por su piel. La mayor parte de la demanda viene de China y de zonas del Este Asiático.
Imagen: Sea Shepherd Global/Tim Watters
Pocos escapan a la muerte
De toda la fauna marina recuperada junto con la red, sólo 20 animales sobrevivieron: 18 tiburones azules, un pez molamola y un calamar. Las focas, como la gran mayoría, no tuvieron tanta suerte.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Muirhead
Un asunto crítico para las especies amenazadas
Un animal enredado en estas trampas es siempre asunto de preocupación. Sin embargo, todavía es más alarmante que especies en peligro - como el atún rojo - sucumban en estas redes. De esta estirpe de atunes rojos fueron encontrados 25 especímenes muertos. Su población está en declive por su cotizada carne.
Imagen: Sea Shepherd Global/Tim Watters
La escena del crimen
La mirada de este miembro de la tripulación, tomando un delfín muerto con sus manos, lo dice todo. Para los marineros del equipo Sea Shepherd esto es una tragedia. No queda más opción que presentar cargos y la red será utilizada como evidencia física del crimen. Este será un paso más en la investigación, para tratar de desenmascarar a los culpables y llevarlos ante la justicia.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Muirhead
A la caza de pescadores furtivos
El Steve Irwin le sigue la pista a la flota de barcos con banderas chinas que instaló la red. Esta foto aérea muestra uno de los barcos cerca de la red ilegal abandonada. Según cree el capitán Siddharth Chakravarty, redes de este tipo pueden llegar a medir 20 kilómetros de largo. Casi diez veces mayor de lo permitido - la ley contempla longitudes de hasta 2,5 kilómetros.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Moorhead
Continuará…
El capitán Chakravarty asegura que esta flota de pescadores furtivos es responsable de otras 11 violaciones de la ley internacional. Entre ellas se encuentran: pesca a gran escala con redes ilegales, caza no regulada de tiburones, captura de crías de tiburón y caza de especies protegidas como el atún rojo. Todo irá a un dosier para presentar una acusación oficial. Autora: Irene Baños Ruiz