La fiscalía acusa al obispo se lo acusa de haber hecho dos declaraciones juradas falsas el 11 de septiembre de 2012. El tribunal debe decidir aún si da curso a la demanda, que podría acarrearle una multa como sanción. De todos modos, el prelado tendría dos semanas para apelar.

El obispo, que es criticado por los elevados costos de la construcción de su residencia y su estilo autoritario, negó que un periodista de "Der Spiegel" le haya repreguntado en una entrevista si había volado en primera clase y que él haya respondido: "Volamos en business". Las declaraciones se refieren a un viaje que hizo para visitar un hospicio en la India.

Residencia de lujo

Las acusaciones coinciden con otra entrevista concedida por el obispo alemán al popular diario "Bild" de hoy, en la que se defiende de las críticas por el coste desorbitado de su nueva residencia.

Franz-Peter Tebartz-van Elst decidió romper su silencio después de que todos los medios de comunicación se hicieran eco de la noticia y comenzaran a pedir su dimisión. "Nadie debería juzgarme de manera prematura", declaró al diario alemán.

El obispo entiende que la elevada suma de 31 millones de euros que costó a su nueva residencia asusta, pero explicó que detrás de esa cifra se esconden diez proyectos de construcción. "Hay que conocer muchos detalles como las condiciones derivadas de la protección de un monumento histórico", apuntó. Sin embargo, desde la oficina de protección de monumentos históricos de Hesse rechazan haber puesto condiciones. "Como obispo asumo la responsabilidad", declaró.

El costo de la residencia obispal asciende a 31 millones de euros, cuando en un primer momento se había previsto un presupuesto de unos 2,5 millones de euros. Este lujo choca de lleno con la austeridad proclamada por el papa Francisco. "Quien me conoce sabe que no necesito un estilo de vida pomposo", aseguró el obispo, que se niega a dimitir de su puesto a la espera del resultado de las investigaciones una la comisión de la Conferencia Episcopal.

er (dpa, kna)