Alemania: investigan granjas tras hallar huevos con fipronil
7 de agosto de 2017
La Fiscalía estatal de Oldenburg investigará a varias granjas en las que se han hallado huevos con fipronil, un pesticida tóxico que ha desatado una alerta alimentaria en varios países europeos.
Publicidad
La portavoz de esa fiscalía, Gesa Weiss, aseguró que se investiga a estas explotaciones agropecuarias ante la sospecha de que hayan cometido un delito contra la Ley de Alimentos y Piensos al emplear fipronil, cuyo uso sobre animales para consumo humano está expresamente prohibido a nivel europeo.
De esta forma ha confirmado que los huevos con fipronil no solamente provienen de Holanda y Bélgica, países que dieron en primer lugar la voz de alarma, sino que también hay huevos alemanes con este pesticida empleado contra el ácaro rojo.
Hasta el momento se han detectado huevos contaminados en cinco granjas de Baja Sajonia, que ya han sido clausuradas temporalmente por las autoridades sanitarias, según medios alemanes.
En quince de los 16 estados federados alemanes se han encontrado huevos con fipronil, en su mayoría de las partidas procedentes de Holanda que generaron la alerta a finales de julio.
El ministro alemán de Agricultura, Christian Schmidt, aseguró recientemente que el Gobierno alemán se toma "muy en serio" esta alerta alimentaria, pero indicó que un riesgo "agudo" ligado al fipronil está "prácticamente descartado".
"Alemania se ha visto afectada más de lo que en un principio se creyó", reconoció Schmidt, que tenía previsto llamar hoy por teléfono a su homólogo belga para abordar esta cuestión.
En total se estima que alrededor de varios millones de huevos contaminados de una docena de productores holandeses llegaron a las estanterías de los supermercados alemanes, que suspendieron la semana pasada de forma temporal su venta y los destruyeron.
JOV (efe)
Escándalos alimentarios en Alemania
Millones de huevos contaminados con insecticida terminaron en las despensas de los supermercados alemanes. Esta galería pasa revista a los escándalos alimentarios que han sacudido al país en el pasado reciente.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
Huevos tóxicos
Millones de huevos fueron desechados en Bélgica, los Países Bajos y Alemania tras descubrirse que estaban contaminados con el insecticida fipronil. Esa sustancia altamente tóxica puede causar daños al hígado, a la glándula tiroides y a los riñones si se consume en grandes cantidades. Más de 150 granjas neerlandesas fueron clausuradas y muchos supermercados alemanes dejaron de vender huevos.
Imagen: picture-alliance/dpa/Huisman Media
La rica carne de Brasil
Varios países prohibieron la importación de productos cárnicos brasileños en marzo de 2017 cuando se descubrió a empacadores vendiendo productos podridos. En algunos casos se usaron sustancias químicas cancerígenas para disimular el mal olor de la carne. Alemania importó unas 114.000 toneladas de carne de Brasil en 2016, pero las autoridades aseguraron que esa mercancía estaba en perfecto estado.
Imagen: Picture alliance/NurPhoto/C. Faga
Ratones en panaderías bávaras
A principios de 2017, el grupo Foodwatch, fundado para proteger a los consumidores, denunció el hallazgo de moho y ratones en panaderías bávaras de gran escala tras realizar 69 inspecciones entre 2013 y 2016. Pelos y mordidas de roedores fueron hallados en los productos de una panadería; en otro local se encontraron cucarachas en la harina y heces de roedores en trozos de trigo horneado.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Knecht
¿Lasaña a base de carne de caballo?
En 2013, millones de personas descubrieron que productos supuestamente hechos a base de carne de puerco o de res, en realidad provenían de carne de caballo. Todo empezó cuando inspectores irlandeses detectaron carne de caballo en hamburguesas prefabricadas. Otras pesquisas constataron que, en Alemania y países vecinos, otros productos casi listos para consumir también contenían carne de caballo.
Imagen: Reuters
La sorpresa de las fresas
En 2012, más de 11.000 niños en el este de Alemania padecieron náuseas, vómito y diarrea tras consumir fresas congeladas provenientes de un mismo distribuidor. La intoxicación masiva afectó a casi 500 colegios y guarderías. Afortunadamente, la mayoría de las víctimas se recuperaron pronto. Sólo 32 debieron ser llevadas al hospital.
Imagen: Mehr
Alerta por dioxina
A principios de 2011, miles de granjas alemanas fueron clausuradas poco después de que recibieran alimento para animales contaminado con dioxina. Las autoridades alemanas señalaron que gallinas y cerdos habían comido el alimento tóxico, contaminando así sus huevos y su carne. Las exportaciones contaminadas fueron enviadas a Gran Bretaña, la República Checa, los Países Bajos y Polonia.
Imagen: picture alliance / ZB
Brote de escherichia coli
También en 2011, una cepa de la escherichia coli, una bacteria hallada frecuentemente en los vegetales, causó estragos –cincuenta víctimas mortales incluidas– en el norte de Alemania. Más de 4.000 personas padecieron síntomas como disentería y el síndrome urémico hemolítico, que puede derivar en una falla de los riñones. Se cree que el brote de escherichia coli surgió en una granja de Baja Sajonia