Colombia eleva cargos por asesinato de José Antequera
31 de agosto de 2023
La Fiscalía de Colombia presentó cargos contra tres detectives de la extinta agencia de inteligencia DAS, por crimen de Estado contra el ex candidato del partido Unión Patriótica José de Jesús Antequera a la Presidencia.
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El líder político y ex candidato a la presidencia de Colombia por el partido Unión Patriótica (UP) José de Jesús Antequera fue asesinado el 3 de marzo de 1989 en Bogotá tras haber denunciado el desarrollo de una estrategia paramilitar vinculada a las Fuerzas Armadas y algunos políticos en la Costa Atlántica.
Este 31 de agosto de 2023 la Fiscalía colombiana presentó cargos formales contra tres detectives del DAS, el desmontado departamento de inteligencia colombiano, por su asesinato. Se trata de Didier Augusto Hernández Caicedo, Carlos Alberto Cortés Bocanegra y Rodolfo Sanjuán Garzón, quienes hacían parte del esquema de seguridad del dirigente de este partido político, que se formó en una desmovilización de las FARC y fue víctima de un genocidio político, con más de 5.000 víctimas. La Fiscalía determinó que los tres exfuncionarios deberán responder en juicio como posibles responsables de los delitos de homicidio con fines terroristas agravado, tentativa de homicidio, concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, según informó en un comunicado.
Como miembros de su esquema de seguridad y protección, lo acompañaron al aeropuerto de El Dorado en Bogotá para que tomara el vuelo a la ciudad caribeña de Barranquilla. En los mostradores de la aerolínea, Antequera se encontró con el entonces congresista Ernesto Samper, con el que se paró a hablar.
Pero ese diálogo fue interrumpido por una "lluvia de disparos", que acabaron con la vida del excandidato, y también impactaron en Samper y siete personas más (dos menores de edad), según el relato fiscal.
Durante los sucesos también falleció un hombre de 21 años que fue presentado por las autoridades como sicario, pero que según la investigación "habría sido un señuelo que hicieron pasar como delincuente para justificar la reacción de los hoy acusados, que accionaron sus armas indiscriminadamente", alegó la Fiscalía.
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Agentes del DAS generaron caos para matar premeditadamente a José de Jesús Antequera
"El material probatorio advierte que el supuesto agresor, al parecer, no portaba armas y simplemente esperaba en una fila de viajeros con un maletín. Sin embargo, los escoltas del dirigente abrieron fuego sin control hasta causarle la muerte", relató la Fiscalía.
Además, uno de los acusados, Hernández Caicedo, intentó ocultar una submetralladora en el cuerpo del hombre de 21 años para fingir una requisa y asegurar que ese era el "artefacto homicida". Pero "las pruebas de balísticas indicaron que el posible sicario nunca activó armas y que la subametralladora habría estado en poder del detective Hernández Caicedo", alega la Fiscalía.
Por tanto, según la Fiscalía los exmiembros de seguridad, integrantes del DAS, no actuaron en defensa propia y actuaron de forma premeditada para en primer lugar armar caos y en segundo asesinar al excandidato.
"La resolución de acusación reafirma que el homicidio de José de Jesús Antequera Antequera corresponde a un crimen de lesa humanidad, que hizo parte de un patrón de criminalidad en el que se concertaron agentes del Estado, narcotraficantes y grupos paramilitares para exterminar a los integrantes y representantes de la UP", apuntó la Fiscalía.
El genocidio de miembros de la UP incluyo además de Antequera a otros dos excandidatos presidenciales: Jaime Pardo (1987) y Bernardo Jaramillo Ossa (1990). Además, según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que estudia este genocidio en el macrocaso 06, 5.733 personas fueron asesinadas o desaparecidas en ataques dirigidos contra el partido político Unión Patriótica entre 1984 y 2016.
jov (efe, elespectador)
Acuerdo de Paz en Colombia: 52 años de guerra y cinco de paz
Hace cinco años, Colombia firmó la primera versión del Acuerdo de Paz con las FARC, que luego fuera complementado y suscrito el 24 de noviembre de 2016. Los guerrilleros fueron primero idealistas, y luego criminales
Imagen: picture-alliance/dpa
Los campesinos se convierten en un ejército
A mediados del siglo XX se libra una batalla entre bandos políticos de Colombia. Los grupos de izquierda crearon repúblicas independientes en zonas remotas, que fueron tomadas gradualmente por las tropas gubernamentales. Dos de los líderes de la "República de Marquetalia" se escapan: en 1966 Manuel Marulanda y Jacobo Arenas (izq.) fundan las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC).
Imagen: ALATPRESS/AFP
La insurgencia como forma de vida
En el Amazonas, los campesinos tienen una ventaja táctica: conocen el terreno. Pronto las FARC aprenden de otros grupos guerrilleros de América Latina y comienzan a reclutar a estudiantes y habitantes de los barrios marginales de las ciudades, entre ellos, más de 18.000 menores. Las mujeres también se unen, o son obligadas a unirse a los rebeldes. Aunque tienen estrictamente prohibido tener hijos.
Imagen: ALATPRESS/AFP
Mercenarios, narcotraficantes, extorsionadores
Más tarde, varios frentes del grupo marxista se involucran en el narcotráfico: se ofrecen como mercenarios a los cárteles de la cocaína y luego participan en el cultivo. Mientras el ejército colombiano, con el apoyo de Estados Unidos, destruye las zonas de cultivo y los laboratorios de drogas (foto), las ganancias suben.
Imagen: Guillermo Legaria/AFP
El secuestro como modelo de negocio
Los ingresos de las FARC se llegaron a estimar en cientos de millones de dólares al año. También, producto del secuestro que ellos llamaban “toma de rehenes”. Las FARC habrían secuestrado a casi 10.000 personas entre 1970 y 2010. La víctima más destacada fue la política ecologista Ingrid Betancourt en 2002. Sólo después de 6 años las fuerzas militares liberaron a Betancourt y a otras 14 víctimas.
Imagen: Remi Ochlik/MAXPPP/picture alliance/dpa
La lucha por la paz
Ya en la década de 1980, las FARC negociaron un frágil alto el fuego inicial con el gobierno colombiano. En los años 90, presentaron un programa político de diez puntos. En 2001, el líder de las FARC Manuel Marulanda (derecha) se reúne con el presidente Andrés Pastrana para reanudar las conversaciones de paz. Pero la reunión no tuvo éxito.
Era poco probable que las FARC y el gobierno colombiano llegaran a un acuerdo, entre otras cosas, porque los rebeldes intensificaron los actos terroristas durante las negociaciones. No mostraban ninguna consideración por las víctimas civiles, como aquí en Medellín, en 2003, cuando un coche bomba hirió a 30 personas y mató a seis, entre ellas a un niño pequeño.
Imagen: Vergara/AFP/picture alliance/dpa
Terror de izquierda y de derecha
La Masacre de Bojayá es el nombre con que se conoce este crimen de lesa humanidad. En esta iglesia del Chocó murieron unos 119 civiles, víctimas de la explosión de una pipeta de gas lanzada por las FARC el 2 de mayo de 2002. El crimen fue cometido en enfrentamientos con paramilitares (AUC) por el control del acceso al río Atrato. Unas 250.000 personas murieron en el conflicto, la mayoría civiles.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerrillas debilitadas
Álvaro Uribe, elegido presidente en 2002, intensifica la guerra. El 1° de marzo de 2008, la Fuerza Aérea de Colombia mata al subjefe de las FARC, Raúl Reyes, y poco después muere Marulanda. Su sucesor también cae en 2011. En 2008, las FARC se habían reducido a unos 8.000 miembros, frente a los 20.000 de la década de 1990. La mayoría desertó. Juan Manuel Santos era entoces ministro de Defensa.
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Colombia firma el Acuerdo de Paz
Así debilitadas, las FARC inician conversaciones de paz con el nuevo presidente, Juan Manuel Santos (izq.). Las negociaciones tendrán lugar en Cuba. El 26 de septiembre de 2016, el líder rebelde Timoleón Jiménez (centro) y Santos firman la primera versión del Acuerdo de Paz. Una estrecha mayoría de colombianos votó en contra en un referéndum no vinculante.
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El desarme de los rebeldes
Al firmar, las FARC se comprometen a desarmarse. Unos cientos de rebeldes se niegan, los otros 7000 aproximadamente se enfrentan a la reintegración en la vida civil. Los sospechosos de haber cometido violaciones de los derechos humanos son llevados ante un tribunal especial. A principios de 2021, los miembros de la dirección también fueron acusados por primera vez.
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Reconciliación entre guerrilleros y víctimas
Algunos excombatientes de las FARC trabajan activamente por la reconciliación con la sociedad colombiana, y especialmente con sus víctimas. Aquí, el exguerrillero Rodrigo Granda se reúne con la hermana de dos víctimas de secuestro para pedir perdón. Las víctimas también participan en proyectos de reinserción.
Imagen: Fernando Vergara/AP Photo/picture-alliance
Todavía queda mucho camino por recorrer
Las FARC son ahora un partido político: Los Comunes. Pero muchos acusan al Gobierno de Iván Duque de no aplicar partes esenciales del Acuerdo de Paz. Algunos rebeldes regresaron a grupos armados criminales. Entre ellos, los dos principales negociadores del Acuerdo de paz, Iván Márquez y Jesús Santrich. A mediados de 2019, anunciaron en un video que había comenzado la "segunda Marquetalia".