Fiscalía de El Salvador investiga 213 casos de la guerra
25 de enero de 2022
Rodolfo Delgado dijo que algunos de esos casos son las masacres de El Calabozo y El Mozote, así como el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, ahora santo.
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El Ministerio Público salvadoreño investiga al menos 213 casos de crímenes y violaciones a derechos humanos perpetrados en el contexto de la guerra civil (1980-1992), que dejó más de 75.000 muertes y entre 8.000 y 10.000 personas desaparecidas, informó este lunes (24.01.2022) el fiscal general, Rodolfo Delgado.
Además, el titular de la Fiscalía General de la República (FGR) de El Salvador afirmó que "actualmente 21 casos (de crímenes de guerra) están siendo judicializados".
Detalló que algunos de esos casos son las masacres de personas civiles desarmadas denominadas El Calabozo y El Mozote, perpetradas por el Ejército, el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero -ahora santo- por escuadrones de la muerte y el ataque a un grupo de infantes de marina de Estados Unidos cometido por parte de la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Asimismo, mencionó el proceso penal por la masacre de seis sacerdotes jesuitas -cinco de ellos españoles- y dos mujeres en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA) y en el que el expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) es señalado como uno de los autores intelectuales. Estos 21 casos, aseguró el fiscal general, "están el informe de la Comisión de la Verdad" de Naciones Unidas.
Delgado ofreció esa información a congresistas de una comisión de la Asamblea Legislativa que analiza una propuesta de ley de justicia transicional para las víctimas de la guerra.
En febrero de 2020, bancadas legislativas del Congreso aprobaron la Ley Especial de Justicia Transicional, Reparación y Reconciliación Nacional que fue rechazada por las víctimas del conflicto armado y vetada por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, por considerarla inconstitucional.
El Parlamento no superó el veto del mandatario y la normativa fue archivada, por lo que los actuales integrantes de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos han retomado la discusión para la elaboración de una nueva ley.
Diversas organizaciones de derechos humanos y de representantes de las víctimas han denunciado que esa comisión -con mayoría oficialista- no ha escuchado a las víctimas ni tampoco se les ha tomado en cuenta para el análisis de la normativa.
La Sala de lo Constitucional anuló en 2016 una ley de amnistía de 1993 que impedía juzgar los crímenes de guerra y ordenó al órgano Legislativo crear una normativa que garantizara el acceso a la Justicia de las víctimas del conflicto. La guerra enfrentó al grupo guerrillero del FMLN y al Ejército de El Salvador, financiado por Estados Unidos.
ama (efe, teleprensa, el noticiero)
Óscar Romero, el santo de los pobres y las víctimas de la violencia en América Latina
El salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, fue canonizado en octubre de 2018 en El Vaticano. Romero es un ícono de la teología de la liberación, insultada como “comunista”, pero movida por el servicio a los pobres.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Lo mataron, pero no pudieron callar sus denuncias
Romero, beatificado en 2015, denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la extrema derecha mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia de San Salvador, en días previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Su muerte no acalló las denuncias, las hizo más fuertes.
Imagen: Adveniat
Naciones Unidas: "Día Internacional del Derecho a la Verdad"
En El Salvador, Óscar Arnulfo Romero es venerado como héroe nacional y paladín de la paz y la Justicia. En 2011, el entonces presidente estadounidense Barack Obama se arrodilló ante la tumba del "obispo de los pobres". La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, como "Día Internacional del Derecho a la Verdad".
Imagen: Getty Images/Bettmann Archive
El Vaticano dejó de verlo como a un “comunista”
Tras el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a fines de 2014, Francisco emitió una señal de reconciliación: monseñor Romero dejó de ser considerado un “revolucionario” o “comunista” y pasó a ser visto como un adalid de los derechos humanos. “También alguien que defiende a los pobres con su vida es un santo”, comentó en esa ocasión el teólogo de la liberación Leonardo Boff a DW.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen, El Salvador
El mensaje de Romero sigue calando
Con Óscar Romero “pasa una cosa curiosa, y es que cuanto más tiempo transcurre, más gente se entusiasma con él, más gente lo sigue, lo ama, se emociona con su historia, con su figura”, decía el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa. En toda Centroamérica Romero ya es visto como “un santo de las Américas”.
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Un mensaje irrefutable: “La Iglesia tiene que vivir para los pobres”
También en Alemania dejó sus huellas, inspirando la creación de organizaciones como la Iniciativa Cristiana Romero (ICR). “Es un ejemplo de solidaridad con los pobres. Ser solidario con los pobres significa darles una voz y apoyar las demandas de los países del sur”, explica a DW Anne Nibbenhagen, de la asociación civil alemana Iniciativa Cristiana Romero.
Imagen: Adveniat
Peregrinos, prelados y juventud
Miles de salvadoreños viajaron al Vaticano para presenciar el acto de canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El beato Romero fue canonizado junto a Pablo VI durante un Sínodo de Obispos.
Imagen: Adveniat
Reconciliando a la sociedad
Óscar Romero ha sido una figura reconciliadora de la sociedad salvadoreña. Por un lado, Anne Nibbenhagen, de la Iniciativa Cristiana Romero (ICR), celebra la decisión del Vaticano de canonizar al arzobispo. Por otro, teme que al presentar a Romero como el santo "unificador", se acabe la cuestión de la culpabilidad, en lugar de seguir investigando a los responsables de la violencia y sus causas.
Imagen: Adveniat
Una historia de impunidad
Una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas ha señalado como autor intelectual del asesinato al fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Roberto D'Aubuisson. No obstante, la Ley de Amnistía, aprobada en 1993, ha impedido que sea juzgado por el crimen. Romero representa a las más de 70.000 víctimas de la guerra civil salvadoreña.
Imagen: Adveniat
Difamaciones en El Salvador, ataques desde El Vaticano
“Él no quería ser político, no le interesaban las ideologías. Solo quería acabar con la violencia y abogar por la justicia. Un mensaje muy actual”, dice el biógrafo Giuseppe Morozzo Della Rocca. “Romero fue difamado como "suversivo" por la oligarquía salvadoreña que informaba a Roma. El prefecto de la Congregación de la época, el cardenal Sebastiano Baggio, lo atacó hasta su asesinato en 1980.
Imagen: picture-alliance
Morir, para convertirse en semilla
Óscar Romero fue asesinado a tiros en el altar, por orden de poderosos políticos. Un crimen que antecedió a la guerra civil entre fuerzas de seguridad, escuadrones de la muerte de ultraderecha y grupos guerrilleros de izquierda. Romero sabía del peligro. Justo antes de su muerte había dicho en su sermón: “El que no asume los peligros de la vida, como la historia nos exige, perderá la vida”.
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Saludo del Papa, impulsor de la canonización
"A los jóvenes reunidos en días felices por la canonización de monseñor Romero, un saludo grande y mi bendición. Y por favor no se olviden de rezar por mí", pide Francisco. La petición del Papa permite intuir las grandes dificultades para lograr la canonización de un religioso como Romero, cuya misión por los pobres generó un fuerte rechazo en las más altas esferas de la jerarquía católica.
Imagen: pictrue-alliance/dpa/AP/M. Kulbis
Origen modesto
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. En la imagen, su tumba en San Salvador.