Entre las jirafas, hay más actividad sexual entre parejas del mismo sexo que entre del sexo opuesto. De hecho, los estudios dicen que el sexo gay representa más del 90 por ciento de toda la actividad sexual observada en jirafas. Los machos de jirafa saben cómo coquetear, frotando suavemente el cuello a lo largo del cuerpo del otro. Este juego previo puede durar hasta una hora.

Tanto delfines mulares hembras como machos muestran un comportamiento homosexual, incluida la acción oral en la que un delfín estimula al otro con su hocico. En el mundo de los nariz de botella, la actividad homosexual ocurre aproximadamente con la misma frecuencia que el heterosexual. Los delfines macho son generalmente bisexuales, pero pasan períodos en que son exclusivamente homosexuales.

La homosexualidad también es común entre los leones. De dos a cuatro machos a menudo forman lo que se conoce como una coalición, donde trabajan juntos para cortejar a las leonas. Dependen unos de otros para defenderse de otras coaliciones. Para asegurar la lealtad, los leones macho fortalecen sus vínculos teniendo relaciones sexuales entre ellos.

La actividad homosexual entre bisontes masculinos es más común que la heterosexual. Eso es porque las hembras de bisontes solo se aparean una vez al año. Durante la temporada de apareamiento, los machos sienten la necesidad de emparejarse entre ellos mismos varias veces al día. Y así, más del 50 por ciento de sexo en machos jóvenes de bisontes ocurre entre el mismo sexo.

Tanto macacos hembras como machos se involucran en actividades del mismo sexo. Pero mientras que machos generalmente solo lo hacen por una noche, las hembras forman vínculos intensos entre sí y suelen ser monógamas. En algunas poblaciones, no es solo es común, sino la norma. Cuando no se aparean, permanecen juntas para dormir y acicalarse, y se defienden de enemigos externos.

El albatros de Layson, que anida en Hawái, es conocido por su gran número de parejas homosexuales. Alrededor del 30 por ciento de las parejas en la isla de Oahu están formadas por dos hembras. Son monógamos y, por lo general, permanecen juntos de por vida, ya que se necesitan dos padres para criar con éxito a un polluelo juntos.

Los bonobos son considerados los parientes vivos más cercanos a los humanos y son conocidos por buscar placer sexual. Copulan con frecuencia, incluso con compañeros del mismo sexo. Lo hacen por placer, pero también para vincularse entre sí, ascender en la escala social y reducir la tensión. Aproximadamente dos tercios de las actividades homosexuales ocurren entre mujeres.

Como muchas aves, los cisnes son monógamos y se quedan con una sola pareja. Muchos de ellos eligen una pareja del mismo sexo. De hecho, alrededor del 20 por ciento de las parejas de cisnes son homosexuales y, a menudo, forman familias juntas. A veces, un cisne en una pareja masculina se apareará con una hembra para luego alejarla. En otros casos, adoptan huevos abandonados.

Las morsas masculinas solo alcanzan la madurez sexual a la edad de 4 años. Hasta entonces, son casi exclusivamente homosexuales. Una vez que han alcanzado la madurez, la mayoría de los machos son bisexuales y se aparean con las hembras durante la temporada de reproducción, mientras mantienen relaciones sexuales con otros machos el resto del año.

Los estudios sugieren que hasta el 8 por ciento de los machos en rebaños de ovejas prefieren a otros machos, incluso cuando hay hembras fértiles cerca. Sin embargo, esto solo ocurre entre las ovejas domésticas. Los estudios han encontrado que estas ovejas homosexuales tienen una estructura cerebral diferente a la de sus contrapartes heterosexuales y liberan menos hormonas sexuales.