Flandes conmemora a caídos en la Primera Guerra Mundial
31 de julio de 2017
En 1917, una de las batallas más sangrientas de la historia asolaba a Flandes. Hoy, no solo la realeza belga y británica rinden homenaje en el cementerio Tyne Cot a las víctimas de ese combate sin sentido.
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"Al menos hoy tenemos suerte con el tiempo. Hace 100 años llovía a cántaros", dijo Jason Monday, que viajó desde la aldea de Borne, en Gran Bretaña, hasta Flandes, para homenajear a su tío abuelo, muerto en la Tercera Batalla de Ypres, en Flandes Occidental, que enfrentó a los británicos y sus aliados con el Imperio alemán.
El recuerdo de la matanza, que comenzó el 31.07.1917 por la madrugada, fue transmitido de generación en generación. "No lo olvidaré jamás", cuenta el ingeniero, que también sirvió en el ejército británico.
Miles de lápidas blancas brillan bajo el sol en el gran Cementerio militar de la Commonwealth, Tyne Cot, en Bélgica. Hace exactamente 100 años, cuando comenzó la tercera batalla de Ypres, la lluvia inundaba las trincheras y la aldea de Passchendaele era un desierto de barro y cráteres producidos por las bombas. Hoy en día, la batalla entre los aliados y los invasores alemanes es un símbolo de una guerra sin sentido. En ella murieron decenas, cientos de miles de soldados de ambos bandos. "Aquí perdieron la vida jóvenes de todo el mundo peleando por Gran Bretaña", dijo el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, en Tyne Cot. "Por eso es casi un milagro que nosotros, los alemanes, seamos invitados a este tipo de ceremonias".
"La enseñanza se llama 'Europa'"
Sigmar Gabriel, junto con la reina de Bélgica, Mathilde, depositó una corona en la tumba de un soldado alemán desconocido. También hay soldados alemanes sepultados en Tyne Cot.
La memoria de las cruentas batallas de la Primera Guerra Mundial a lo largo de la costa belga del Mar del Norte, especialmente viva en Reino Unido, es una advertencia, según el ministro alemán: "¡Sobre todo es un recuerdo lo que debemos sacar como enseñanza de esos crímenes, y ese recuerdo se llama Europa!" Con la primera ministra británica, Theresa May, que también se hizo presente en Tyne Cot, Gabriel habló luego de la ceremonia sobre el "brexit", que representa lo contrario de la integración europea.
"Un parteaguas para los británicos"
"La Primera Guerra Mundial fue una tremenda convulsión, un parteaguas", dijo a DW Charlotte Szyzyk, una investigadora que reúne testimonios y declaraciones de familiares de soldados para el Museo Imperial de la Guerra de Londres a fin de configurar un panorama histórico y social de la guerra. Al contrario de lo que ocurre en Alemania, en Gran Bretaña el recuerdo de la Primera Guerra Mundial tiene un gran peso en la memoria colectiva ya que "por primera vez estaba implicado y comprometido en una guerra como país", añade la experta.
Los invitados reales y los cerca de 4.000 participantes pudieron echar una mirada a las diferentes situaciones de guerra que se escenificaron en el homenaje, como, por ejemplo, a una trinchera sobre el barro. "Pero eso engaña", dice Wim, un actor aficionado belga que representa los sucesos en la Tercera Batalla de Flandes. "Hace 100 años, aquí no había nada, ni árboles, ni casas. Los disparos de artillería duraron meses y dejaron a Flandes convertido en un desierto. Aquí no hay nada que tenga una antigüedad de más de 100 años".
Autor: Bernd Riegert (CP/ ERS)
Ypres 1914: la batalla de Flandes
En Europa se recuerda la primera Batalla de Flandes, que tuvo lugar en Ypres, hace 100 años. Allí murieron cientos de miles de soldados, pero no hubo una definición.
Imagen: gemeinfrei
El comienzo de la guerra de trincheras
Tras el asalto alemán a la neutral Bélgica, el frente occidental quedó estancado a fines de 1914. La mayor parte del país estaba bajo ocupación alemana, pero soldados franceses, británicos y belgas mantuvieron en jaque a los germanos en Ypres. La primera batalla de Flandes duró un mes y marcó el comienzo de la guerra de trincheras.
Imagen: imago/United Archives
Avance y retirada
Tras un duro ataque alemán, una tropa británica de abastecimiento se replegó en la calle de Ypres. Las tropas alemanas y los aliados lucharon palmo a palmo, sin que ninguna de las partes lograra imponerse.
Imagen: imago/United Archives
El mito del sacrificio juvenil
La primera gran batalla de Flandes se hizo famosa porque se dijo que gran parte de las tropas alemanas estaba compuesta por chicos voluntarios: escolares, estudiantes y aprendices. Sin embargo, el mito del "sacrificio de la juventuda alemana" fue creado por los propios líderes alemanes, para ocultar los problemas de la tropa, como falta de educación y equipamiento.
Imagen: imago/United Archives
Víctimas en ambos bandos
La situación fue precaria desde un comienzo. No solo faltaban armas y monturas para los caballos, sino incluso el calzado adecuado para las tropas. El resultado fue que, por parte alemana, murieron cerca de 100.000 soldados hasta fines de noviembre. También entre los aliados hubo miles de muertos.
Imagen: imago/United Archives
Gas venenoso
Los comandantes alemanes no lograron su objetivo. No consiguieron cortar la línea de reabastecimiento de las tropas británicas. En Flandes siguieron librándose batallas hasta que en abril de 1915 se produjo otra ruptura de las normas de la civilización, cuando tropas alemanas emplearon por primera vez gas venenoso (cloro).
Imagen: imago/United Archives
En ruinas
Zonas enteras del área de la costa belga del Canal de la Mancha fueron devastadas en arduos combates entre el 20 de octubre y el 18 de noviembre de 1914. Además, tropas belgas inundaron el área. Esa táctica resultó transitoriamente exitosa, porque las tropas alemanas no pudieron seguir avanzando.
Imagen: gemeinfrei
Destrucción sin sentido
El 4 de noviembre de 1914, el general Berthold Deimling mandó destruir el famoso edificio medieval de la Lonja de Paños de Ypres, sin motivo de índole militar y contraviniendo las instrucciones expresas de sus superiores. Ya en el segundo año de la guerra, amplias partes de la ciudad flamenca habían quedado devastadas.
Imagen: gemeinfrei
Las penurias de la población civil
Numerosos edificios históricos y viviendas del centro de Ypres sufrieron daños ya en los primeros bombardeos a fines de octubre de 1914. La gente intentó rescatar al menos algunas pertenencias de las ruinas de sus casas. Solo unos 8.000 de los 35.000 habitantes de la ciudad permanecieron en ella durante la guerra.
Imagen: imago/United Archives
Conmemoración conjunta
En la localidad de Langemarck se encuentra uno de los cuatro cementerios de soldados alemanes que hay en Bélgica. Allí yacen los restos de más de 44.000 soldados. Después de la guerra se siguió tratando de instrumentalizar las batallas con fines nacionalistas. Pero, hoy en día, los enemigos de ataño suelen conmemorar juntos a los caídos.