Crisis automotriz en Europa
19 de diciembre de 2012El nuevo lugar de trabajo de Thomas Lanz es una pequeña caseta de madera en el campo, no muy lejos de Trollhättan, una ciudad e importante zona industrial en el oeste de Suecia. El extrabajador de Saab calienta la comida de Stefan, de 50 años, un discapacitado con problemas psíquicos. Thomas es algo así como su asistente personal, dice Stefan. Lanz es técnico en mediciones y ahora, después de casi 40 años trabajando en Saab, ve la posibilidad de dedicarse a otra cosa. “Para mí, la quiebra de Saab representa también la aventura de dedicarme a otra profesión. A través de mi actividad sindical en Saab, en los últimos años creció mi interés por el trabajo con la gente, y gracias a eso se me abre ahora un nuevo horizonte profesional”, explica Lanz.
Casi dos tercios de los cerca de 1.400 exempleados de la automotriz Saab ya cuentan con un nuevo empleo, y 200 de ellos incluso se independizaron, o se les dio la oportunidad de capacitarse en algo nuevo, como a Thomas Lanz. El Fondo de Globalización de la Unión Europea, entre otras ayudas financieras, lo hizo posible. El fondo de la UE pone a disposición cinco millones de euros para amortiguar las consecuencias de la crisis económica global. En Trollhättan, eso se está haciendo sentir, y mucho, señala Magnus Nordberg, jefe de la redacción de noticias del periódico local TTELA: “La quiebra de Saab es un hecho aislado con causales propios, pero Trollhättan es una región que depende muchísimo de la industria automotora, y por eso estamos pasando por una época difícil. Después de Saab se produjeron despidos en otras empresas. Lo de Saab nos afecta gravemente”, explica Nordberg.
La mayor cuota de desempleo en toda Suecia en 2012
Trollhättan registra una tasa de desempleo de alrededor de un 16 por ciento, el doble de la tasa promedio de toda Suecia. La economía de la ciudad, de 55.000 habitantes, está dominada por las empresas internacionales que allí operan. Y que también se ven afectadas por la debacle financiera. Los recursos del fondo de la UE ofrecen la posibilidad de un cambio, dice Niklas Pettersson, responsable de los exempleados de Saab en la oficina de empleo de Trollhättan. “Con los medios de la UE podemos llevar a cabo los planes que venimos desarrollando desde hace tiempo. Pondremos en marcha medidas de capacitación para profesiones en las que hacen falta personal, como, por ejemplo, el área de cuidados sanitarios. Allí vemos grandes posibilidades de obtener empleos de larga duración”, asegura Pettersson.
Casi 5,4 millones de euros de la Unión Europea
Más de 400 exempleados de Saab anunciaron su interés en una capacitación financiada por el Fondo de Globalización de la Unión Europea. Además del dinero para las formaciones, en la suma que reciben los aspirantes a un nuevo trabajo se incluyen recursos para apoyarlos en su camino hacia la independencia laboral, así como para eventuales mudanzas.
Trollhättan es, gracias a esa iniciativa, una ciudad en plena transformación. Pero el desarrollo positivo que hará de los desempleados gente con una nueva perspectiva laboral se ve ensombrecido por la mala coyuntura económica global. General Motors, empresa matriz de Saab y de Opel, anunció ahora que también dejará de producir automotores Opel en Bochum, Alemania, y eso no sorprende a Thomas Lanz. La casa matriz también cometió algunos errores en el caso de Saab. Según Lanz, “General Motors nos privó de la posibilidad de continuar desarrollando el concepto único de Saab, que era muy exitoso entre nuestros clientes, un diseño muy especial. Cuando comencé a trabajar en la empresa aún había espacio para la creatividad. Con la aparición de General Motors se comenzaron a estandarizar cada vez más las diferentes secciones”.
Autor: Agnes Bührig/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López