La situación es grave, pero la iniciativa pretende estar a la altura del desafío. Se trata de paliar la escasez de agua en América Latina.

"Los desafíos hídricos en Latinoamérica son enormes y complejos. La región enfrenta una creciente presión sobre sus recursos hídricos, debido al cambio climático, el crecimiento poblacional, la urbanización y la contaminación”, indica Mauro De la Vega, director del Fondo de Agua de Uruguay, Alianza Uruguaya por el Agua, en diálogo con DW.

"Países como México, Perú y Chile están particularmente afectados”, puntualiza De la Vega.

"El 30 por ciento del agua apta para el consumo humano se encuentra en América Latina. Sin embargo, 160 millones de personas carecen de agua en la región” sostienen, asimismo, desde la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua en su video de presentación.

La magnitud del fenómeno

"El agua está repartida de forma muy desigual a lo largo del territorio, y muchas de las grandes ciudades de la región están ubicadas en regiones semidesérticas o desérticas”, explica al respecto Melissa Boisson, representante de la Alianza continental, en entrevista con este medio, desde Ciudad de México.

"América Latina es una región muy vulnerable a los efectos hidrometeorológicos del cambio climático, como las sequías e inundaciones”, asegura la experta.

"Los más perjudicados son siempre las poblaciones más pobres, los niños, las niñas y las mujeres: su vulnerabilidad los expone a sufrir los embates de manera directa”, remarca, por su parte, Manuel Guerrero, secretario técnico del Fondo de Agua de Costa Rica, Agua Tica.

La herramienta que quiere cambiar la historia

Para paliar esta situación desarrollan su tarea los "Fondos de Agua”, un modelo de alianzas innovador nacido en el continente, y que ha hecho escuela en el mundo entero: ha sido replicado en Norteamérica, Europa, Asia y África.

"Los Fondos de Agua son mecanismos de acción colectiva que involucran a distintos sectores de la sociedad en la protección y gestión sostenible de cuencas hidrográficas”, indica De la Vega desde la capital uruguaya.

Efectivamente, una de las características específicas de estos Fondos es la acción conjunta de diferentes actores: del ámbito público, del privado, de la sociedad civil, y de las instituciones académicas, entre otros.

El primer Fondo de Agua vio la luz en Quito, Ecuador, en el año 2000. Hoy ya son 26 distribuidos en 11 países del continente, nucleados a su vez en la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, que a su vez ha recibido el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros organismos multilaterales de financiamiento.

¿Cómo trabajan?

"Una vez identificadas las partes interesadas clave para la buena gestión del agua de una cuenca, el Fondo de Agua se acerca y genera las condiciones de diálogo necesarias, algunas veces, siendo el puente entre los distintos sectores", explican desde su página oficial.

"El Fondo de Agua ofrece información científica para la identificación y priorización de los retos a resolver, de manera que la toma de decisiones esté basada en ciencia y en donde se incorporen las distintas visiones y soluciones posibles para contribuir de la mejor forma a la seguridad hídrica de las ciudades", completan sobre su tarea. 

Logros a la vista

"Hemos implementado con éxito numerosos proyectos, tanto como Alianza a nivel regional, como con el trabajo de los Fondos de Agua a nivel local”, refiere Boisson, que también es jefa de Vinculación y Liderazgo de la mexicana Fundación FEMSA, socia integrante de la Alianza latinoamericana.

"Los Fondos de Agua han convocado más de 340 actores públicos y privados que apoyan sus acciones. Hasta agosto de 2024, han realizado intervenciones para mejorar las condiciones de seguridad hídrica en más de 565 mil hectáreas, beneficiando directamente a más de 137 mil familias” detalla.

Asimismo, la organización que los engloba, que ha recibido el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros socios y organismos multilaterales de financiamiento, lleva invertidos más de 50 millones de dólares, en "la identificación, creación y consolidación de los Fondos de Agua”.

El tiempo es hoy

El reto, presente y futuro, es de grandes dimensiones. "Para el 2040, Perú, Chile, México, República Dominicana y Argentina serán probablemente los países más afectados por el estrés hídrico, y el 43 por ciento de la población de América Latina y el Caribe vivirá en zonas de estrés hídrico de moderado a extremo, de acuerdo con la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento del Perú”, apunta Boisson.

"Aunque hay una creciente conciencia sobre la gravedad de la situación, todavía queda mucho por hacer”, asegura, en este sentido De la Vega. "En algunos sectores, especialmente entre los más jóvenes y las comunidades afectadas, la conciencia es alta. Sin embargo, es necesario que este conocimiento se traduzca en acciones concretas por parte de todos los actores de la sociedad”, evalúa el profesional.

"La responsabilidad cae en cada uno de nosotros: así como aportamos a la situación actual, también debemos aportar a la solución”, resume su colega costarricense.

"Somos parte de un engranaje, lo que hagamos siempre va a generar impactos, ya sean positivos o negativos. Por mucho tiempo, la sociedad se ha encargado de que sean negativos, pero es posible cambiar el rumbo”, concluye Guerrero.

A juzgar por los resultados, los Fondos de Agua prometen ser parte de las soluciones posibles.

(cp)