El rol de los archivos en la memoria analizado en Alemania
1 de mayo de 2022“El archivo como algo frío, polvoriento, donde historiadores encontrarían la verdad que se convierte en la gran historia, se compone en realidad de muchas microhistorias que a su vez albergan una dimensión afectiva”, dice a DW Roland Spiller, de la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Fráncfort del Meno (Alemania).
Esta es una de las principales conclusiones del primer congreso internacional del proyecto TRANS.ARCH que se ha celebrado esta semana en esta universidad alemana. La iniciativa, que está financiada con fondos europeos, reúne una red de investigadores de diversas generaciones de Europa y América Latina, para estudiar los usos y funciones actuales de los archivos en el contexto de las crisis relacionadas con la globalización.
Así, el proyecto universitario investiga cómo los archivos permiten nuevas elaboraciones de modelos históricos y sociales, además de proporcionar la base para un nuevo enfoque del patrimonio cultural de las sociedades a partir de los diferentes usos políticos, judiciales, culturales y artísticos de los archivos desarrollados por grupos de migrantes y disidentes sexuales en ambos continentes.
La iniciativa surge en el “marco de las cooperaciones de investigaciones que ya existían en las nueve universidades que participan en el proyecto. Había algunos contactos entre algunas universidades de la red, pero no todas. Por ejemplo, desde hace 30 años conozco a Daniel Link, director de la Universidad Nacional de Tres de Febrero de Buenos Aires (Argentina) y él tenía otros contactos”, explica Spiller, que viajó a Argentina por primera vez en 1988 y que dispone de una amplia experiencia en el campo de los archivos y memoria.
“Surgimos de los vínculos existentes y vamos a tejer nuevos vínculos. Este proyecto nos permite y nos exige viajar”, puntualiza recordando que la iniciativa incluye estancias de investigación de una duración mínima de un mes en las universidades participantes, entre las que además de la alemana y la argentina se encuentran las de Sevilla y Valencia (España), la Universidad Nacional del Litoral (Argentina) Pontificia Universidad Católica del Perú y Pontificia Universidad Javeriana (Colombia).
El proyecto de cooperación bilateral, entre Europa y América Latina, “nos permite un intercambio académico científico internacional y apoyar la cooperación entre investigadores experimentados con profesores jóvenes”. “Ahora integramos a gente joven que están con sus doctorados con gente con mucha trayectoria”, asegura el representante de la universidad alemana, que además de dirigir el proyecto, se encarga de la gestión de las nueve instituciones participantes.
Primer congreso internacional
La realización de múltiples actividades es uno de los aspectos que caracterizan el proyecto, con una duración de cuatro años, que empezó el pasado mes de septiembre, después de verse pospuesto en febrero de 2020, por el inicio de la pandemia mundial de coronavirus. Entre estas se encuentran la realización de congresos internacionales como el realizado en Fráncfort del Meno esta semana, así como el que se llevará a cabo en marzo del próximo año en Buenos Aires (Argentina).
En el primer evento llevado a cabo en Alemania, se ha analizado el papel del archivo en los estudios sobre la memoria. “En ese contexto el archivo es un término clave para cuestiones teóricas y prácticas sobre como sociedades organizan saberes que importan para la sociedad”, puntualiza el director del proyecto.
Asimismo, también se ha abordado “cómo se cambia todo el proceso de almacenar y saberes con la digitalización”, dice matizando la incursión de internet con el que se consigue “una memoria más estable a través de un proceso de selección por parte de determinadas personas”. “A parte del cambio que se produce con el proceso de digitalización, la otra meta es la que concierne la relación entre lo estático de almacenar y la dinámica de seleccionar en el contexto social de las sociedades”, aclara destacando el rol de artistas, escritores, directores de cine, en el ámbito cultural y la gente que dirige centros de memoria y derechos humanos, en el ámbito social.
Spiller recuerda que “este proyecto se dedica a archivos desplazados, a los subalternos: son posibilidades nuevas que se abren con internet”. Por este motivo, el congreso se ha centrado en este aspecto. “Se tratan de niños, niñas, afrocolombianos indígenas, minorías que han sido invisibilizadas en la historia”, aclara a DW Pilar Mendoza, una de las organizadoras del congreso. No obstante, “las minorías tienen un espacio público a través de los archivos”, agrega recordando que éstos tienen muchos lenguajes como la literatura y el cine, entre otros, que han tenido un papel destacado en el evento.
“Se empieza a considerar archivos no solo un documento escrito: lo más importante es quien los usa”, explica Mendoza recalcando el rol de migrantes, indígenas y niños en la producción de los mismos. “Ellos producen ejemplos concretos”, explica la organizadora apuntando como muestra de ello al colectivo de comunicaciones de los Montes de María en Colombia, que se creó hace una década tras una masacre en la zona. “Fundaron un museo itinerante recogiendo historias y testimonios de esa región y hacen una muestra de cine en el mismo lugar donde han habido hechos", comenta calificando esta acción como un “ejercicio de resistencia".
Colombia ha tenido un papel destacado en el congreso, debido a que la universidad alemana está trabajando con dicho país desde el año 2016. “Esto se debe al Acuerdo de Paz con el gobierno. El proceso de paz tiene características muy pioneras”, subraya Mendoza apuntando a elementos como la Comisión de la Verdad, agregando que, asimismo, otro de las causas que han motivado que se haya tratado este tema es "dar una señal institucional de esperanza en tiempos de conflicto". (ee)