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Fráncfort: capital financiera de Alemania

18 de marzo de 2006

La silueta de Fráncfort, con sus rascacielos y sus relucientes fachadas de acero y cristal es única en el país: no en vano la ciudad es sede del Banco Central Europeo y de los principales institutos financieros alemanes.

Fráncfort, a orillas del Meno.Imagen: picture-alliance/dpa
El símbolo del euro en la metrópoli bancaria.Imagen: AP

Fráncfort presenta un montón de superlativos: la red bancaria más tupida de Alemania, la cuarta mayor Bolsa del mundo y un sector comercial que es el motor indiscutible de la economía urbana. Más del 10 por ciento de todos los trabajadores de Fráncfort pertenecen al sector financiero al más alto nivel. En Fráncfort no sólo se hace dinero sino también política: política monetaria. La ciudad acoge al Banco Central Alemán, el Bundesbank. Y desde 1999 es también sede el Banco Central Europeo, que dirige los destinos de la moneda única europea, el euro.

Cuna de la democracia

Fráncfort siempre fue un nudo de comunicaciones, dada su situación a orillas del río Meno, y una plataforma para el comercio. Pero también desde el punto de vista político, Fráncfort ha tenido un papel destacado. En el corazón de la ciudad encontramos la cuna de la democracia y la constitución alemanas: la iglesia de la San Pablo, la Paulskirche. Aquí se celebró a mediados del siglo XIX la asamblea nacional de los delegados de los estados alemanes. En 1848 se aprobaron en esta misma iglesia los derechos fundamentales del pueblo alemán.

Goethe y el mundo del libro

Fráncfort es la cuna de uno de los alemanes más universales: Johann Wolfgang Goethe. Hace 250 años vio aquí la luz del mundo este genio de las letras. La influencia de su personalidad se siente hasta hoy en la ciudad. Si bien Fráncfort es el centro de finanzas germano por excelencia, también es, por mérito propio, la capital del libro. Una cualidad especialmente patente cada otoño durante la Feria del Libro, la mayor del mundo. A ello se añade que algunas de las más prestigiosas editoriales alemanas tienen su sede en Fráncfort.

Dos caras de una moneda

La feria cultural de Frácfort, inaugurada el pasado 15 de marzo.Imagen: AP

Si bien Fráncfort tenía hasta hace poco un papel bastante modesto en lo que al panorama cultural internacional se refiere, ello ha cambiado sustancialmente. El dinero atrae a la cultura, de ahí que en los últimos diez años la ciudad se haya convertido en una metrópoli del arte. A orillas el Meno hallamos toda una serie museos y salas de exposiciones: 13 auténticas joyas en los más diversos estilos arquitectónicos, que son una cita obligada para todo amante del arte que se precie.

La cultura y los negocios conforman la tarjeta de visita de la ciudad, en la que ésta se muestra abierta y liberal. Pero una metrópoli moderna es también el caldo de cultivo de fenómenos bien distintos: el mundo de la droga y la prostitución o la tragedia de los muchos sin techo que malviven en la ciudad. La otra cara de esta rutilante ciudad.

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