Hace tan solo unos meses, cuando se conoció el sistema de cuotas que pretendía implementar la Unión Europea, Francia prometió acoger a 24.000 refugiados.
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El presidente de Francia, François Hollande, anunció que su país acogerá el próximo año a 2.000 refugiados, en lugar de los 24.000 que prometió hace unos meses. Las declaraciones fueron realizadas durante su visita a niños sirios desplazados en campos del Líbano, donde hoy (17.04.2016) termina su viaje oficial. Además, se comprometió a apoyar al país árabe en la escolarización de niños refugiados sirios, informaron medios libaneses.
"Acogeremos refugiados en Francia, 2.000 el próximo año, pero las familias sirias desean regresar a sus casas, aunque para ello se necesita acabar con la crisis siria, para lo que trabajamos desde hace 4 años", señaló Hollande durante su visita al campo informal de refugiados de Dalhamiye, en el valle oriental de la Bekaa (norte), donde viven cerca de 600 personas, la mayoría mujeres y niños.
Según él, los refugiados deben "guardar las esperanzas" de volver a sus hogares, aunque "llevará tiempo". Además, instó a los niños sirios a que estudien para "cuando puedan regresar estén en mejor situación y sean los artesanos de la paz". Durante la visita estuvo acompañado por la representante de la agencia para los refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) en el Líbano, Mireille Girard.
La Agencia Nacional libanesa de Noticias (ANN), afirmó que el mandatario francés insistió en que su visita se inscribe en el marco de la solidaridad con el Líbano, los refugiados y las organizaciones humanitarias.
"Nuestro deber nos impone garantizar la seguridad de los libaneses. Por este motivo, anuncié ayudas al Ejército (...) y continuaremos garantizando ayudas militares a las Fuerzas Armadas", indicó, según la ANN.
Durante las entrevistas que mantuvo ayer con los responsables libaneses, Hollande ofreció una ayuda de 50 millones de euros este año y 100 millones de euros en los próximos tres para que el Líbano pueda acoger en buenas condiciones a los refugiados. Asimismo, prometió contribuir al reasentamiento en otros países de los refugiados que están en el Líbano y Jordania y aseguró que convocará el próximo 27 de mayo una reunión del grupo de apoyo internacional para el Líbano. Este país, de 4 millones de habitantes, acoge a más de un millón de refugiados sirios.
El presidente francés llegó el sábado al Líbano, en la primera etapa de una gira por Oriente Medio, que le llevará también a Egipto y después a Jordania.
JC (dpa, EFE)
Francia: la miseria de los refugiados kurdos
En la localidad de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, 2.000 refugiados kurdos aguardan una posibilidad para continuar su viaje a Gran Bretaña. El lodo y el frío agudizan su miseria. El Estado francés no interviene.
Imagen: DW/B. Riegert
Refugiados varados en Francia
Unos 2.000 hombres, mujeres y niños viven en el campamento improvisado en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque. Allí los refugiados kurdos han construido pequeñas tiendas de campaña. Aquí documentamos sus extremas condiciones de vida.
Imagen: DW/B. Riegert
Esperando
Lizman es originario de la región del Kurdistán iraquí. “En casa hay guerra”, dice. Su meta es llegar a Inglaterra. En el campamento ha instalado un pequeño café en una barraca de madera. Este es el punto de encuentro de los jóvenes.
Imagen: DW/B. Riegert
Meta: Gran Bretaña
El iraquí Asis ha pedido prestado un martillo para repara su tienda de campaña y evitar que entren el lodo y el frío. El joven kurdo quiere atravesar el Canal de la Mancha. Para ello, tendría que pagar a un “coyote” hasta 5.000 euros. “Del otro lado todo tiene que ser mejor”, espera Asis.
Imagen: DW/B. Riegert
Una chispa de esperanza
No se sabe cuántos niños viven en el campamento en medio de la basura y el lodo. Voluntarios han recolectado peluches, y de vez en cuando los reparten en la “tienda de campaña de los niños”.
Imagen: DW/B. Riegert
Hundimiento
Esta muñeca se le cayó a un niño en el lodo. Muchas esperanzas se hunden en el campamento. En las noches el frío es inclemente y no hay luz eléctrica. Solo hay unos cuantos inodoros químicos portátiles y un par de duchas.
Imagen: DW/B. Riegert
Voluntarios de Inglaterra
Chris Bailey fue soldado en Irak. Ahora ayuda a los migrantes que quieren llegar a Inglaterra. “Las condiciones aquí son peores que algunas cosas que vi en la guerra”, dice el veterano. En el campamento, reparte cobijas y botas de hule.
Imagen: DW/B. Riegert
Bienvenidos a Francia
Denise (izq.) y Maryse ofrecen té a los migrantes y platican con ellos. Las señoras viven en una bonita casa particular enfrente del campamento: dos mundos separados por una calle. “Las autoridades no se ocupan” de los refugiados, dice Denise. Muchos de sus vecinos quieren que los migrantes desaparezcan.
Imagen: DW/B. Riegert
¿Dónde están los políticos?
Los voluntarios han bautizado los caminos lodosos con nombres de políticos europeos. La avenida “François Hollande” se llama así porque el Gobierno francés no ha mostrado ningún interés por el campamento improvisado. La Policía tampoco interviene, pese a que algunos habitantes del campamento informan de enfrentamientos violentos entre grupos de migrantes, sobre todo en las noches.
Imagen: DW/B. Riegert
Ayuda alemana
A la ciudad alemana de Múnich ya no arriban tantos refugiados. “Aquí nos necestian”, dice Sinan von Stietencorn, de la cocina popular “Volxküche München”. Junto con amigos ha viajado de Baviera al Canal de la Mancha para repartir comida a los migrantes.
Imagen: DW/B. Riegert
Auxilio
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) vacuna a los refugiados contra sarampión y gripe. La humedad, el frío y la falta de higiene afectan sobre todo a los niños. MSF construye un nuevo campamento en Grande-Synthe, puesto que el Estado pareciera no sentirse responsable. Se trata del primer campamento de la organización humanitaria en ese país de la UE.
Imagen: DW/B. Riegert
Una cueva en el infierno
Asim cuenta que huyó del Estado Islámico en Irak. En el campamento ha luchado por un lugar limpio. En su pequeña cueva incluso ofreció un té a nuestra reportera de Deutsche Welle Catherine Martens. “Todos quieren continuar su viaje”, dice Asim.
Imagen: DW/B. Riegert
Tan lejos del sueño
El puerto de Dunkerque se encuentra a diez kilómetros del campamento improvisado. No obstante, las posibilidades de los migrantes kurdos de llegar a Inglaterra son mínimas. Casi ninguno quiere solicitar asilo en Francia. ¿Pagarán a algún “coyote”? ¿Regresarán a Bélgica o Alemania? ¿O simplemente seguirán aguardando?