Francia adaptará impuesto a fluctuaciones del petróleo
27 de noviembre de 2018
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que mantendrá el controvertido impuesto al diésel, pero prometió que los impuestos a los combustibles se adaptarán a las fluctuaciones del precio del petróleo.
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El presidente de Francia presentó su plan energético a diez años plazo, en medio de una situación particularmente tensa debido a las manifestaciones del movimiento popular de los "chalecos amarillos", que protesta contra el alza de los carburantes.
Macron anunció hoy que se aumentará la financiación de las energías renovables de 5.000 millones de euros anuales a 7.000 u 8.000 millones, al tiempo que prometió que los impuestos a los carburantes se adaptarán a las fluctuaciones del precio del petróleo.
Mitigar efectos
"Hay que adaptar el alza de impuestos al mercado petrolero. Deseo que en tres meses haya un método para que esta tasa sea más inteligente dado que ahora es un poco ciega, y tener una cita trimestral que mitigue el efecto de un aumento en los precios mundiales", afirmó en un discurso para presentar su política energética.
Macron rechazó la demanda de "chalecos amarillos” de una amplia reducción tributaria, subrayando que eso es algo que no puede exigir nadie que quiera seguir contando con jardines infantiles, escuelas y hospitales gratis.
El mandatario anuncó en cambio una "gran concertación sobre la transición ecológica y social" para que políticos y asociaciones creen un debate por territorios para ofrecer en tres meses una hoja de ruta que de soluciones "más simples y concretas" al acompañamiento ciudadano en la transición ecológica.
Objetivos ecológiicos
En el ámbito de las medidas ecológicas, Francia cerrará 14 de sus 58 reactores nucleares de aquí a 2035, diez años después del objetivo inicial -que fue ya desestimado por el Ejecutivo-, comenzando por las dos de la central de Fessenheim de aquí al verano de 2020.
Francia, dijo Macron, triplicará la producción eólica terrestre de aquí a 2030, multiplicará por cinco la fotovoltaica y lanzará 45 nuevos concursos para ampliar los campos eólicos en el mar.
El jefe del Estado francés concretó algunas promesas del mandato, como el cierre de las fábricas de carbón de aquí a 2022 y o un aumento de las primas de conversión para salir de las energías fósiles, de las que el Gobierno espera que el país quede libre hasta 2050.
ER (efe, afp)
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Protestar y bloquear: desobediencia civil alemana
La desobediencia civil es parte del repertorio de la cultura de protesta de la posguerra en Alemania. Muchos alemanes buscan la confrontación con las autoridades, especialmente cuando se trata del medioambiente.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Gateau
Desalojo de manifestantes
La desobediencia civil es parte del repertorio de la cultura de protesta de la posguerra en Alemania. Muchos alemanes buscan la confrontación con las autoridades, especialmente cuando se trata de proteger al medioambiente. En la foto, la Policía desaloja a una activista del bosque de Hambach. Este será un proceso largo, y las fuerzas de seguridad no siempre son tan cuidadosas como en esta foto.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Gateau
La importancia del medio ambiente
Numerosos ambientalistas se han refugiado en el bosque de Hambach en casas construidas en los árboles. Allí protestan desde hace seis años contra la tala de los antiguos bosques de esa región del oeste de Alemania, que está prevista con el fin de facilitar la extracción de los yacimientos de lignito que hay en la zona.
Imagen: picture alliance/dpa/O. Berg
"¿Energía nuclear? No, gracias"
La fase más dura de la desobediencia civil comenzó en los 70 del siglo pasado. Como consecuencia de mayo del 68, el descontento con ciertas leyes se tornó cada vez más común. En febrero de 1975 hubo un punto de inflexión: en Wyhl, en el sur de Alemania, activistas ocuparon los terrenos donde se iba a construir una planta de energía nuclear. Wyhl se convirtió en un modelo de protesta.
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Encadenados a los rieles
Los movimientos antinucleares ampliaron su rango de trabajo tras el éxito de Wyhl. Una de sus acciones predilectas era la protesta contra el transporte anual de residuos nucleares en Baja Sajonia, que comenzó a realizarse en 1995. Para detener el paso de los trenes con la carga en cuestión, algunos activistas se encadenaban a las vías. El proceso de liberación tomaba largo tiempo a los policías.
Imagen: dapd
Premio Nobel contra misiles
El 1 de septiembre de 1983 un Nobel se sumó a las protestas. Con su esposa y otros artistas, el escritor Heinrich Böll apoyó el bloqueo de los depósitos nucleares de EE. UU. en Mutlangen. Fue una de las tantas acciones realizadas contra la "doble decisión" de la OTAN, que modernizó sus misiles nucleares en diciembre de 1979. Esa lucha fue una de las más importantes del movimiento pacifista alemán.
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Protesta contra la ampliación del aeropuerto
También proyectos como la pista oeste del aeropuerto de Fráncfort concitan la atención de los manifestantes. El 14 de noviembre de 1981, más de 120 mil personas expresaron su rechazo al plan de ampliar la losa. Al día siguiente, los activistas montaron barricadas e intentaron derribar el muro que rodeaba la construcción. El 12 de abril de 1984, la polémica pista igual entró en operaciones.
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El nacimiento de los "ciudadanos furiosos"
Casi tan polémica como la pista aérea ha sido la construcción de la estación de trenes subterránea de Stuttgart. Para llevar a cabo el proyecto "Stuttgart 21", varias zonas de la ciudad deberán ser reconstruidas. Primero protestaron los adultos mayores junto a sectores de izquierda, en 2009. Luego se sumaron más personas. En la prensa se hizo popular el término "Wutbürgers": "ciudadanos furiosos".