Francia: detienen a dirigente etarra "Josu Ternera"
16 de mayo de 2019
El exjefe político y líder histórico de ETA José Antonio Urrutikoetxea Bengoechea, alias Josu Ternera, ha sido detenido este jueves en Francia. Ingresará directamente en prisión para cumplir una pena de 8 años.
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El histórico dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", ingresará directamente en una prisión francesa para cumplir ocho años de la condena que recibió en 2017 por su papel como miembro del aparato político de la banda terrorista ETA, informaron fuentes judiciales a EFE.
Al haber sido condenado entonces en un juicio en rebeldía -en el que no estuvo presente-, "Josu Ternera", detenido este jueves 816.05.2019) en los Alpes franceses, podrá presentar un alegato para que el proceso se repita o bien aceptar la pena que le fue impuesta, señalaron las fuentes,
Por ello, "Josu Ternera" no será presentado tras su detención ante un juez de instrucción, sino que ingresará directamente en la cárcel, señalaron las fuentes, que especificaron que ahora mismo España no tiene abierta ninguna causa para reclamar su entrega.
Mientras purga su pena en la cárcel en Francia, la Audiencia Nacional española podría revisar si tiene elementos acusatorios en su contra para abrir una causa y solicitar eventualmente una entrega temporal a las autoridades francesas, añadieron las fuentes.
Ternera, que se encontraba en paradero desconocido desde 2002, ha sido arrestado en la localidad de Sallanches, en el departamento de Alta Saboya, por agentes del la DGSI (el servicio de inteligencia de la Policía francesa) en colaboración con la Guardia Civil.
Las fuentes explicaron que "Josu Ternera" residía actualmente en esa localidad, cercana a Suiza.
El dirigente etarra fue condenado el 1 de junio de 2017 por su papel como miembro del aparato político de la banda entre 2011 y 2013, que incluye el periodo en que estuvo en Noruega hasta ser expulsado por ese país.
El Tribunal Correccional de París lo consideró culpable del cargo de terrorismo por el que estaba inculpado, como integrante del aparato político con actividad en Francia y en Noruega.
La fiscal, que en su requisitoria había solicitado seis años de prisión, lo describió como "miembro de la dirección de ETA" cuando estuvo en Oslo desde finales de 2011, tras el anuncio por la banda del abandono de la lucha armada, hasta que fue expulsado de allí en febrero de 2013 por las autoridades noruegas.
En su larga vida en la clandestinidad, "Josu Ternera" había "escapado por poco varias veces" al cerco de la policía, según dijo la fiscal en el último juicio celebrado contra él en Francia.
En particular, la operación policial que se organizó contra él el 16 de julio de 2015 en una granja de los Pirineos franceses del departamento de Ariège, sobre la base de informaciones recibidas de las fuerzas del orden españolas.
Aunque la víspera los investigadores habían creído identificarlo en esa explotación de la localidad de Durban-sur-Arize junto a su pareja, Agnès Cerlo, y la hija de ambos, el cuerpo de operaciones especiales de la Gendarmería (GIGN) sólo encontró a estos dos últimos.
También iban tras él las fuerzas del orden francesas cuando el 7 de octubre de 2015 dieron en Saint Denis, ciudad al norte de París, con su hijo Egoitz, que también estaba en busca y captura por su pertenencia a ETA y acumulaba tres condenas en rebeldía.
En Francia, Urrutikoetxea había sido condenado en dos ocasiones, la penúltima también en rebeldía a siete años de cárcel en diciembre de 2010.
La primera fue tras su detención en Bayona el 11 de enero de 1989 a diez años de cárcel y, cuando cumplió su pena, fue entregado en 1996 a España, que lo reclamaba en particular por el atentado de 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza que causó once muertos.
CP (efe, rtr)
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ETA: dolorosas huellas en la sociedad española
La historia de ETA se inició durante el franquismo y perdura bien entrado el siglo XXI. Su trayectoria está marcada por los asesinatos y los secuestros, pero hubo momentos que dejaron una huella especialmente profunda.
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ETA comunica su disolución
La organización terrorista vasca ETA anunció su disolución en una carta fechada el 16 de abril y enviada a varias instituciones el 2 de mayo. En ella comunicó su decisión de "dar por terminados su ciclo histórico y su función, dando fin a su recorrido", y añadió que ha "disuelto completamente todas sus estructuras".
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Golpe de efecto
ETA nació a finales de la década de los 50 y dejó víctimas mortales en los 60. Pero su gran golpe de efecto tuvo lugar el 20 de diciembre de 1973. En un espectacular atentado en la calle Claudio Coello de Madrid, la banda hizo saltar por los aires el auto del almirante Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno de España durante la dictadura franquista.
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Atentado contra Hipercor
El 19 de junio de 1987 un potente explosivo en un centro comercial de la empresa Hipercor en Barcelona causó la muerte de 21 personas e hirió a 45. ETA avisó del atentado, pero eso no evitó la tragedia. La explosión voló por los aires la primera planta del garaje e hizo un agujero en el suelo del local, por donde entró una bola de fuego que abrasó a las personas que encontró a su paso.
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Niña y víctima
El 17 de octubre de 1991, la pequeña de 12 años Irene Villa sufrió un grave atentado al estallar una bomba adosada al vehículo en el que viajaba, camino del colegio, con su madre. Irene perdió las piernas y tres dedos de una mano. Su madre, que conducía el auto, perdió una pierna y un brazo. Al parecer, ETA pretendía causar la muerte de un inspector de policía pareja de la madre de Irene Villa.
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El secuestro más largo
El 17 de enero de 1996, el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara fue secuestrado en el garaje de su casa. ETA exigió para su liberación el traslado de los presos de la organización a cárceles vascas. El 1 de julio de 1997 la Guardia Civil lo localizó en un zulo después de pasar 532 días encerrado en él. En la misma operación policial fueron detenidos sus cuatro secuestradores.
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Punto de inflexión
El secuestro y posterior asesinato el 12 de julio de 1997 de Miguel Ángel Blanco, diputado del PP en una localidad del País Vasco, conmocionó a la opinión pública. La banda dio un ultimátum de 48 horas al Gobierno para que cediera en su política de dispersión de presos. Al no lograrlo, mataron a su víctima.
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Revienta la tregua
El 30 de diciembre de 2006, en el aeropuerto de Madrid Barajas, ETA puso una bomba que mató a dos ecuatorianos que descansaban en el aparcadero de la terminal. En la imagen, los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, durante el juicio por este atentado, que rompió la tregua negociadora del Gobierno de Rodríguez Zapatero con la organización.
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Fin de la actividad armada
ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada el 20 de octubre de 2011. En el comunicado, ETA afirmó un "compromiso claro, firme y definitivo" de "superar la confrontación armada", al tiempo que pidió a los Gobiernos español y francés un "diálogo directo" para lograr una "solución" a las "consecuencias del conflicto".
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Entrega simbólica de armas
En un acto que tuvo lugar en abril de 2017, ETA escenificó un polémico desarme no reconocido por Madrid en la ciudad francesa de Bayona. ETA facilitó a las autoridades francesas una lista de ocho depósitos en los que escondía sus armas. La entrega tuvo lugar bajo la supervisión de la llamada Comisión Internacional de Verificación, creada en 2011 con motivo del cese de su actividad armada.
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Petición de perdón... a medias
El 20 de abril de 2018, ETA asumió su "responsabilidad directa" en el "sufrimiento desmedido" que ha padecido la sociedad vasca en un comunicado. El texto ha merecido críticas casi unánimes, porque se pide perdón solo a las víctimas "que no tenían participación directa en el conflicto". Respecto al resto, ETA muestra "respeto" y asegura que "siente de veras" el dolor ocasionado.
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Las cifras de las víctimas
"El daño causado" del que habla ETA en el comunicado en el que reconoce su responsabilidad y dice sentirlo "de veras" por las víctimas asciende a 7.265 personas, entre muertos y heridos, según fuentes del Ministerio del Interior, cuyas cifras oficiales citan 864 personas asesinadas, casi un 40 por ciento civiles. La gran mayoría de sus víctimas se produjo en democracia.