Francia está de luto, de nuevo. Un escenario adverso antes de las elecciones presidenciales de este domingo. “Era obvio que el Estado Islámico quería sembrar pánico”, dice Sebastian Roché, de la Science Po, de Grenoble.
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Más de 50.000 agentes de policía serán desplegados este domingo 23 de abril, apoyados por 7.000 soldados de una unidad antiterrorista. Desde los ataques de París del 13 de noviembre de 2015 rige en Francia el estado de excepción: la policía puede arrestar a sospechosos en su propia casa o vetar reuniones en lugares públicos, sin orden de la Fiscalía.
"Si bien es cierto que la policía puede prevenir ataques terroristas", apunta Sebastian Roché, "es imposible evitarlos del todo. Sencillamente porque hay miles de posibles objetivos: escuelas, bares, aeropuertos”, recuerda el experto, que además advierte que ahora "que hay más policías y soldados en las calles se da la paradoja de que los objetivos aumentan”.
Ya son tres los ataques contra policías y soldados este año en Francia: en el Louvre, en el aeropuerto y ahora en los Campos Elíseos. Los ataques de los últimos años en Europa han mostrado que no importa con cuánta determinación se enfrenten, el riesgo siempre existe.
"Que no cunda el pánico"
Los candidatos presidenciales han buscado demostrar determinación ante los hechos de este jueves en París. Mientras el atacante en los Campos Elíseos disparaba, los once candidatos se sometían a entrevistas de televisión, por última vez.
Cuando la noticia del asesinato llegó al estudio del canal France 2, los candidatos expresaron sus condolencias a la Policía. Jean-Luc Mélenchon, candidato de la extrema izquierda, instó: "No debemos entrar en pánico. No debemos interrumpir el proceso democrático. Es nuestro deber no involucrarnos en peleas”.
El republicano Francois Fillon llamó, por su parte, a ser más duros contra los potenciales terroristas y los predicadores del odio en las mezquitas. La ultranacionalista del Frente Nacional, Marine Le Pen, repitió su letanía: "Francia debe abandonar Schengen, hay que cerrar las fronteras y parar la migración descontrolada".
Las últimas encuestas dan como puntero al social-liberal Emmanuel Macron con 24 por ciento, seguido por Le Pen, con 21 por ciento. Les siguen el conservador Fillon y el ultraizquierdista Jen-Luc Mélenchon, con 19 por ciento.
¿Cuál candidato se beneficia del terrorismo?
Según Evelyne Gebhardt, vicepresidenta del Parlamento Europeo, "el último atentado le sirve a la ultraderechista Le Pen, que ofrece un cierre de fronteras”, y concluye: "El aislamiento de Francia no genera más seguridad, porque los terroristas provienen del mismo seno de la sociedad francesa”. Sea como sea, los franceses no se van a dejar amedrentar, cree Sebastian Roché: "La gente quiere votar. No quiere mostrar ningún miedo, porque entonces habrá ganado el terrorismo".
Nina Niebergall (JOV/DZC)
Once candidatos para Francia
Visionarios de izquierda, economistas liberales y nacionalistas reaccionarios, todos compiten por la presidencia francesa. DW presenta a los candidatos y sus posiciones .
Imagen: picture-alliance/abaca/A. Alain
El joven exitoso
A Emmanuel Macron se le atribuyen las mejores perspectivas de ganar las elecciones en Francia. Como candidato del movimiento EnMarche! (¡En Marcha!), se ha comprometido a reformar el mercado de trabajo, el seguro de desempleo y el sistema de pensiones. El exbanquero se presenta como liberal y proeuropeo, algo que le convirtió en el candidato favorito del Gobierno alemán.
Imagen: Getty Images/AFP/E. Feferberg
Populismo de derecha
"Francia primero" reza el lema de Marine Le Pen, quien pretende restituir la soberanía nacional del país. En entrevistas de televisión repite constantemente sus temas estándar: cerrar las fronteras, abandonar el euro y limitar el comercio libre. La presidenta del Frente Nacional ha conseguido suavizar la imagen radical de su partido En los sondeos alcanza un 20 por ciento.
Imagen: Reuters/P. Rossignol
El candidato escándalo
Francois Fillon logró pasar de ser el candidato mejor posicionado para llegar a la segunda vuelta presidencial a ser el candidato más involucrado en escándalos. El presunto empleo ficticio de su mujer e hijos y gastos de varios miles de euros para trajes a la medida lo dejaron en los sondeos por detrás de Macron y Le Pen.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Mori
El revolucionario carismático
El candidato de izquierda, Jean-Luc Mélenchon, ha sorprendido en esta campaña con elocuencia y carisma. El líder de Francia Insumisa sueña con un mundo sin guerras, explotación ni tráfico de armas. A cambio quiere invertir 100 mil millones en la economía y que cada francés trabaje solo 35 horas la semana.
Imagen: Reuters/R. Duvignau
El candidato sin perspectivas
Benoit Hammon quiere distanciarse del resto del Partido Socialista y de su amigo François Hollande proponiendo un salario mínimo de al menos 600 euros para los mayores de 25 años y un impuesto para robots. Hamon ha conseguido apoyos como el de Los Verdes, cuyo candidato, Yannick Jadot, retiró su candidatura. Sin embargo, sus perspectivas de llegar a la segunda vuelta son mínimas.
Imagen: picture alliance/dpa/K. Zihnioglu
La luchadora por los trabajadores
Nathalie Arthaud se propone dar voz a la clase obrera en Francia. Para ello quiere un salario mínimo, la jubilación con 60 años y la expropiación de los empresarios y banqueros. Su programa es radicalmente socialista. Mucho éxito no tendrá. En la elección presidencial del 2012 recibió solo el 0,5 por ciento de los votos.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Huguen
El gaullista
Nicolas Dupont-Aignan ataca a los otros candidatos más prometedores desde la derecha. En la tradición del presidente Charles de Gaulle, aboga por una Francia soberana. Esto se traduce en menos integración europea y más independencia en política exterior y económica.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Samson
El candidato rural
En los debates televisados, Jean Lassalle no deja ninguna duda sobre su origen. Con un fuerte acento del sur de Francia, defiende los intereses de la población rural. Consecuentemente, reclama más dinero para la agricultura. Por el resto se presenta moderado y poco ideológico.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Horvat
El candidato permanente
Por tercera vez se presenta Jacques Cheminade a la carrera por la presidencia. El líder del partido Solidaridad y Progreso aboga por la salida de Francia de la UE, del euro y de la OTAN, además de colonizar la Luna. En 2012 logró 0,25 por ciento de los votos.
Imagen: Reuters/L. Bonaventure
El anticapitalista
Philippe Poutou también reclama ser la voz de la clase obrera. El programa de su Nuevo Partido Anticapitalista difiere poco del programa de Nathalie Arthaud. Aboga por bajar la edad de jubilación a 60 años y por menos horas de trabajo a la semana. Es la segunda vez que se presenta al las elecciones presidenciales. En 2012 logró el 1,15 por ciento de los votos.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
El nacionalista
Francois Asselineau no quiere ser calificado ni de izquierda ni de derecha. Pero el líder de la Union Popular Republicana se posiciona con una fuerte dosis de nacionalismo muy cerca de Marine Le Pen: fuera de la UE, fuera del euro, fuera de la OTAN.