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Francia expulsó a 66 de 231 extranjeros islamistas

3 de diciembre de 2020

El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, explicó este jueves que su país ha expulsado a 66 de los 231 extranjeros en situación irregular que sus servicios tienen identificados como islamistas radicales.

Gerald Darmanin (centro), ministro francés del Interior, durante el homenaje a las víctimas de los atentados terroristas en París, en 2015.
Gerald Darmanin (centro), ministro francés del Interior, durante el homenaje a las víctimas de los atentados terroristas en París, en 2015.Imagen: Christophe Archambault/AFP/Getty Images

En una entrevista a la emisora de radio RTL, Darmanin precisó este jueves (3.12.2020) que "una cincuentena" más están en centros de retención administrativa en espera de que se pueda llevar a cabo su expulsión y "una treintena" en arresto domiciliario.

En cuanto al resto, una parte han presentado recursos ante el Consejo de Estado o los tribunales administrativos y hay que esperar a que esas instancias se pronuncien y algunos han podido volver por propia iniciativa a sus países de origen.

El ministro explicó que las expulsiones en este momento se ven dificultadas por el cierre del espacio aéreo con muchos países y por las restricciones de viajes a causa de la epidemia de covid.

En octubre, había dado instrucciones a los prefectos (delegados del Gobierno) para sacar del país a esas personas en octubre, en plena polémica por la implicación de extranjeros radicalizados en los atentados yihadistas que han sacudido Francia este otoño.

Darmanin confirmó que esta tarde los prefectos van a empezar los "controles generalizados" de 76 mezquitas del país sospechosas de radicalismo islamista y aseguró que "si las dudas se confirman, pediré el cierre".

Reunión del presidente francés, Emmanuel Macron, con el canciller austríaco, Sebastian Kurz, sobre medidas antiterroristas. (10.11.2020).Imagen: EU Council/AA/picture alliance

Hizo hincapié en que esas 76 mezquitas suponen una ínfima parte de las 2.600 que hay en el país, pero también en que "hay que cerrar los centros de culto radicalizados".

Las sospechas se refieren en algunos casos a las actitudes o los discursos de los imanes que predican allí, al origen de su financiación, a la presencia de escuelas que ofrecen una formación integrista o de personas a las que los servicios secretos vigilan por apología del terrorismo.

Francia lucha contra el "ciberyihadismo"

El Gobierno francés anunció, asimismo, el martes un incremento de la cooperación con las redes sociales y las plataformas de internet, así como un refuerzo de los dispositivos de vigilancia, para combatir el "ciberyihadismo".

"El islamismo evoluciona de forma peligrosa, incluido en internet", indicó en un comunicado el Ministerio del Interior.

En ese contexto, la ministra delegada de Ciudadanía, Marlène Schiappa, anunció que la plataforma Pharos, destinada a la vigilancia de elementos radicales a través de las redes, funcionará de forma permanente.

En concreto, indicó que tras la decapitación del profesor Samuel Paty el pasado 16 de octubre, esa plataforma ha recibido el refuerzo de 20 agentes especializados en la lucha contra la criminalidad en internet.

Abdoullakh Anzorov, autor de aquel asesinato cometido a las afueras de París, reivindicó los hechos apenas unos minutos más tarde de su comisión en su cuenta de Twitter, que estaba siendo seguida desde hace tiempo por Pharos.

Esa plataforma, que en total emplea medio centenar de agentes, revisa casi 4.500 acciones sospechosas por semana en la red, aunque los casos terroristas solo constituyen el 4 % del total.

El Gobierno francés anunció también la formación de un Grupo de Contacto Permanente con las redes sociales y las plataformas para trabajar en la vigilancia de actos de radicalismo e la red.

Schiappa aseguró que en Francia "hay toda una generación que se radicaliza viendo videos en las redes sociales", por lo que destacó la importancia de combatir esos contenidos.

"Es impensable para mí que un niño se encuentre con el video de una decapitación, lapidaciones o llamamientos al odio. La propaganda con la que desde hace años nos inunda el ISIS debe ser combatida sin descanso", agregó.

CP (efe, afp)

 

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