Los sindicatos que se oponen a la reforma laboral del Gobierno francés fueron finalmente autorizados hoy a manifestar este jueves en París, después de que se prohibiera la marcha por razones de seguridad, pero con un itinerario diferente propuesto por el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve. El pulso que mantienen por el proyecto de ley los siete sindicatos con el Ejecutivo, y en particular con su primer ministro, Manuel Valls, tuvo varias horas de tensión álgida, a las que Cazeneuve dio salida con ese nuevo itinerario.

Los secretarios generales de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, y de Fuerza Obrera, Jean-Claude Mailly, se encargaron de anunciar a la prensa el compromiso alcanzado, que les autorizó a desfilar desde la plaza de la Bastilla por el canal del Arsenal, en dirección al Sena, y de vuelta a Bastilla.

Finalmente, la marcha contará con la presencia de 2.000 agentes de policía para garantizar la seguridad de una protesta a la que se le ha prohibido la asistencia a un centenar de personas, según el prefecto de París, Michel Cadot. El prefecto subrayó que se desplegará un dispositivo de filtrado para "evitar que se puedan introducir proyectiles o dispositivos que puedan camuflarlos". Añadió que los responsables sindicales se han comprometido a aplicar "un servicio de orden reforzado, estructurado y dimensionado, a tenor de lo que se ha producido en las últimas manifestaciones". efe