Francia: "Lo más difícil está por venir", advierte ministro
7 de enero de 2021
Publicidad
El inicio de 2021 se anuncia aún peor para la economía francesa que el año pasado, advirtió este jueves (07.01.2021) el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, que prometió seguir apoyando a los sectores más afectados por la crisis del COVID-19.
"Lo más difícil está por venir, vamos a tener que mostrar una considerable fuerza de carácter", dijo Le Maire en una videoconferencia con el grupo de reflexión Instituto Montaigne. "Estamos tratando con un virus que persiste (...). Habrá más quiebras en 2021 que en 2020 (...), lo que resultará en la pérdida de empleos durante un cierto período que será difícil de absorber", añadió.
El gobierno pronostica un crecimiento económico del 6 por ciento este año, después de una caída prevista del 9 por ciento el año pasado. Francia ha gastado miles de millones de euros en ayudas para limitar los despidos y las quiebras de empresas, particularmente a hoteles y restaurantes, instituciones culturales y el sector deportivo.
"No los abandonaremos, pondremos el dinero que se necesite", prometió Le Maire que reiteró el apoyo "total" del gobierno a los sectores en crisis.
Los restaurantes, cerrados desde hace varias semanas, esperaban que se les permitiera abrir el 20 de enero, pero lo más probable es que permanezcan cerrados durante un período indeterminado, así como los teatros, museos y cines. Con más de 66.000 muertos desde marzo pasado, Francia es uno de los países europeos más golpeados por la pandemia. (AFP)
Wuhan, a un año del comienzo de la pandemia
A comienzos de 2020, la ciudad de la provincia china de Hubei alcanzó fama mundial debido a que se convirtió en el primer foco del coronavirus. Hoy la vida ha vuelto a la normalidad. A una "nueva" normalidad.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Hombro con hombro en mercados repletos
Wuhan estuvo confinada durante cerca de 11 semanas tras convertirse en el primer foco mundial del coronavirus. Hasta mediados de mayo, 50.000 de los 80.000 casos reportados oficialmente en China estaba ubicados en Wuhan. Pero hoy la vida ha retornado casi totalmente a la normalidad en los abarrotados mercados callejeros de la urbe.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Bailando en las calles
Durante el confinamiento, los residentes de Wuhan tenían prohibido incluso salir de sus casas. Ahora, pueden darse el gusto de bailar juntos en el parque. Según datos de la agencia de noticias Reuters, no ha habido casos de transmisión local del virus desde hace varios meses.
Imagen: Aly Song/REUTERS
¿Zona cero del coronavirus?
Verduras y todo tipo de carnes -incluso de animales salvajes- solían venderse en este húmedo mercado, que cerró sus puertas en 1 de enero de 2020 luego de que se detectara una misteriosa enfermedad pulmonar cuyo origen tuvo lugar, según los expertos, en este lugar. Los científicos aún no han podido determinar cuál fue el rol exacto del mercado en la propagación del virus, si es que tuvo alguno.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Celis
Sector culinario en riesgo
Antes de la pandemia, Lai Yun solía comprar los productos para su restaurante japonés en el mercado cubierto. "Dejaba a los niños en el colegio, desayunaba e iba al mercado", dice este hombre, de 38 años. Desde la reapertura de la vida, en junio, tiene que buscar los ingredientes en distintos lugares de la ciudad, pagando hasta 5 veces más. "Nuestra meta para 2021 es sobrevivir", dice.
Imagen: Aly Song/REUTERS
No más productos frescos
Aunque la planta baja del mercado cubierto de Wuhan permanece cerrada, el segundo nivel fue reabierto. Allí, sin embargo, la mayor parte de las tiendas vende anteojos y otros productos ópticos. "Alguna gente tiene un sentimiento extraño, pero el primer nivel es ahora solo un edificio vacío", dice una de las vendedoras, que prefiere no identificarse.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Vendedores en las calles
Desde que el mercado cerró, algunos vendedores han comenzado a comercializar carne y otros productos frescos en las calles. Si bien usan mascarillas y guantes, algunos podrían decir que no se cumplen los más mínimos estándares de higiene. Debido a la pandemia, el mercado cubierto fue duramente criticado por sus problemas sanitarios.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Un payaso sin mascarilla
La mayoría de los vecinos de Wuhan sigue usando mascarillas en público, porque el coronavirus aún no ha sido derrotado y siguen apareciendo nuevos casos en distintos lugares de China. "Mucha gente está empezando a acumular mascarillas, desinfectantes y otros equipos protectores", revela a DW Yen, una profesora de inglés de 29 años. (dz/lgc)