Este lunes (21.8.2017), Emmanuel Macron cumple sus primeros cien días en la jefatura del Estado francés. Según la encuestadora Ifop, hasta ahora, sólo el 36 por ciento de sus compatriotas está satisfecho con su gestión
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Emmanuel Macron cumple sus primeros cien días en la presidencia de Francia, atribulado por una notable caída de su índice de popularidad. Un sondeo de opinión realizado por el instituto demoscópico Ifop para el diario Le Figaro –del 7 al 9 de agosto entre 1.001 personas representativas de la población francesa mayor de 18 años– apunta a que sólo el 36 por ciento de sus conciudadanos está contento con su labor. Según una encuesta de Harris Interactive –realizada del 8 al 10 de agosto entre 994 personas mayores de edad, con un margen de error de entre 1,4 y 3,1 puntos–, la proporción de insatisfechos es del 62 por ciento.
Macron busca recuperar la confianza de Bruselas y Berlín
Estos índices de aceptación son incluso es más bajos que los que tenía su impopular antecesor, François Hollande, en el mismo momento de su mandato. Ya en julio, el apoyo del que gozaba Macron había caído diez puntos porcentuales. La puesta en marcha de reformas impopulares y problemas de comunicación han empañado su imagen, al tiempo que se alzan voces que critican su estilo de gobernar. Y después del paréntesis estival le esperan algunos grandes desafíos potencialmente conflictivos que pueden decidir la suerte de su presidencia. Hasta hace algunas semanas aún parecía que Macron tenía éxito en todo.
El semanario The Economist llegó al punto de ilustrar su portada con su efigie caminando sobre el agua... ¿Qué ha pasado? Tras las elecciones legislativas de junio, que ganó ampliamente, Macron comenzó a impulsar reformas estructurales para sanear la economía francesa y combatir el elevado desempleo. Sin embargo, como estos planes se están concretando ahora, el presidente también ofrece nuevos flancos para los ataques en su contra. Uno de los motivos de disputa es la política de austeridad del Gobierno. Francia debe recortar sus gastos este año en 4.500 millones de euros para cumplir con el objetivo de déficit de la Unión Europea.
El gran desafío
Una disputa sobre el dinero también precipitó la sonada dimisión del jefe del Estado Mayor, Pierre de Villiers. Macron había sermoneado públicamente al general por haber criticado el anunciado recorte del presupuesto militar: "Yo soy el jefe”. Esas palabras le echaron leña al fuego de los críticos, que acusan a Macron de pretender controlar todo desde el Elíseo. El joven presidente, de 39 años, tiene en su haber que en muy poco tiempo ha encontrado su sitio como peso pesado en el escenario internacional. En materia de política interior, impulsó una ley que busca poner coto a la corrupción y el nepotismo en la administración pública.
Sin embargo, la prueba definitiva aún está por llegar: en septiembre está previsto que Macron emita decretos para implementar la reforma del derecho laboral. Si los sindicatos movilizan a sus bases para expresar su rechazo a la reforma, a Macron le espera un "otoño caliente”. Y la reforma no es más que el principio de otros cambios delicados, como, por ejemplo, los pautados para el seguro de desempleo y el sistema de pensiones.
ERC ( dpa / AFP )
Adiós política, necesito vacaciones
Todo el mundo merece descansar, incluso los políticos. Están los que viajan a pescar a Siberia y los que sueñan con Disneylandia. Acá les contamos cómo disfrutan su tiempo libre los gobernantes.
Imagen: Reuters
Donald Trump
El presidente de EE.UU. puede darse el lujo de elegir dónde ir de vacaciones. Si quiere jugar golf, puede viajar a Escocia, donde tiene uno de sus tantos clubes para practicar este deporte. O si quiere escapar de Washington DC puede optar por su resort en New Jersey. Trump, que criticaba a Barack Obama por tomarse muchos días de vacaciones, se tomó 17 jornadas de lo que llamó "descanso trabajado".
Imagen: Getty Images/AFP/A. Buchanan
Vladimir Putin
El mandatario ruso tiende a usar las vacaciones para exhibir su estado físico. Este 2017 decidió ir a Siberia acompañado de un puñado de medios y fotógrafos que lo han inmortalizado mientras toma sol, pesca en ríos o navega con tranquilidad. Los rusos pueden disfrutar casi minuto a minuto del descanso de su presidente: las actividades al aire libre de Putin fueron transmitidas por la televisión.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Druzhinin
Angela Merkel
La canciller de Alemania es una mujer de costumbres. La última década, Merkel y su marido han viajado cada verano a la región alpina del norte de Italia. Siempre lleva en su maleta una gorra, que incluso hasta tiene un apodo: "Kanzler-Käppi". El descanso de Merkel fue noticia en 2014, cuando se rompió la cadera al caer durante uno de sus paseos. La foto es de 2006, cuando la pareja visitó Ischia.
Imagen: picture-alliance/dpa
Theresa May
Tal como su contraparte alemana, la primera ministra de Reino Unido también es una excursionista entusiasta. En 2016, por ejemplo, recorrió los Alpes suizos con su marido (en la foto). Sin embargo, su paseo más famoso lo protagonizó este 2017, cuando dedicó cinco días a conocer a fondo el parque nacional Snowdonia, en Gales. Apenas volvió a Londres, llamó a elecciones nacionales anticipadas.
Imagen: Reuters/M. Bertorello
Emmanuel Macron
Macron no se tomará vacaciones este año, o al menos no en agosto. En vez de ello, el mandatario francés intentará persuadir al Parlamento de la necesidad de aprobar su controvertida reforma laboral. Sin embargo, Macron y su esposa Brigitte se relajan a menudo. En la foto, la pareja disfruta de un momento de calma en abril de 2017, en medio de un descanso en plena campaña para las presidenciales.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Feferberg
Justin Trudeau
El primer ministro de Canadá es uno de los favoritos de la prensa, pero a veces se gana la crítica de la ciudadanía. Su viaje de año nuevo a Bahamas mereció comentarios luego de que se hizo público que usó un helicóptero privado en lugar de usar una aeronave estatal, una falta ética. En verano Trudeau prefiere estar en casa, como en la foto, donde se encuentra en Nueva Escocia junto a su esposa.
Imagen: picture-alliance/AP Images/The Canadian Press/A. Vaughan
Mariano Rajoy
Las vacaciones llegaron en el momento propicio para el presidente del Gobierno español, quien debió comparecer en la corte en julio para testificar en un caso de fraude y soborno que involucra al Partido Popular. Después de dar una conferencia, Rajoy tomó sus maletas y viajó a Galicia, donde suele refugiarse en verano. Este lugar está bastante lejos de Cataluña, otro dolor de cabeza para Rajoy.
Imagen: Imago/Agencia EFE
Robert Mugabe
El presidente de Zimbabue no toma vacaciones sin recibir críticas. Esto se debe a que su país enfrenta la peor crisis económica desde 2009, lo que no impide que el mandatario (93 años) se tome un descanso de un mes cada invierno, entregando la cuenta de sus gastos a los zimbabuenses. Por ejemplo, su viaje a Singapur este 2017 tuvo un costo de seis millones de dólares, que pagó el Estado, claro.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/T. Mukwazhi
Kim Jong-un
El gobernante norcoreano está confinado en su país, que se encuentra aislado internacionalmente, pero eso no significa que no pueda soñar con tener vacaciones. Según numerosos reportes, Kim ha estado obsesionado con Disney desde su tierna infancia, al punto que -según la prensa japonesa- llegó a visitar las instalaciones de Disneylandia en Tokio en 1991 usando una identidad falsa.