Francia no descarta estado de emergencia tras revuelta
2 de diciembre de 2018
Varios sindicatos policiales solicitaron esta medida de excepción al Ejecutivo, para evitar escenas de insurrección como las que se vivieron en París y otras ciudades francesas este sábado, aseguran medios locales.
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El Gobierno francés no descarta decretar el estado de emergencia después de los graves eventos que tuvieron lugar este sábado (1.12.2018) en París, comentó su portavoz, Benjamin Griveaux: "Hay que pensar en todas las medidas que podamos tomar para evitar que este tipo de gravísimas manifestaciones de violencia en la vía pública no se reproduzcan" en la capital, respondió Griveaux, al ser preguntado por la emisora "Europe 1" sobre la posible instauración del estado de emergencia.
Según "Europe 1", varios sindicatos policiales han solicitado al Ejecutivo que aplique esta medida de excepción para evitar que las escenas de insurrección que se vivieron en París, pero también a menor escala en ciudades como Nantes, Toulouse y Marsella, se repitan la semana que viene cuando grupos de "chalecos amarillos" llaman de nuevo a manifestarse.
Macron de vuelta del G20
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, visitó hoy el Arco del Triunfo para comprobar los desperfectos sufridos por el monumento, un símbolo de la República. El jefe del Estado, acompañado del ministro del Interior, Christophe Castaner, rindió homenaje a la tumba del soldado desconocido, que representa a todos los franceses muertos en la Primera Guerra Mundial, ensuciada ayer por los alborotadores que dejaron sobre ella latas de cerveza y otros objetos.
Macron volvió inmediatamente a Francia tras participar en la cumbre del G20 en Buenos Aires por la degeneración de la manifestación de protesta en su país hacia los que las autoridades catalogaron como una "jornada negra". El mandatario se reúne hoy con el Gobierno para evaluar la situación.
Castaner y el secretario de Estado del ministerio del Interior, Laurent Nuñez, deberán comparecer ante el Senado, en manos de la derecha, el próximo martes. La Cámara Alta anunció hoy el procedimiento de esta audiencia para obtener explicaciones de los altercados, las agresiones contra las fuerzas de seguridad y los actos de vandalismo y de destrucción de este sábado.
Por suerte, la lluvia
El ministerio del Interior francés actualizó hoy las cifras de detenidos durante toda la jornada de manifestaciones de los llamados "chalecos amarillos", que se saldó con 412 detenciones a nivel nacional y 133 heridos, de los cuales 23 eran miembros de las fuerzas del orden.
Tras haber conseguido estabilizar la situación la pasada noche, en parte gracias a una intensa lluvia que disuadió a los alborotadores, los servicios públicos trabajan desde esta mañana de domingo en la limpieza de la Place Étoile, donde se encuentra el Arco del Triunfo. Las calles paralelas a los Campos Elíseos también presentan una imagen desoladora con vehículos e incluso negocios quemados.
El movimiento de los "chalecos amarillos" surgió hace aproximadamente un mes de forma espontánea, sin pertenencia a ningún grupo político y se organizó en redes sociales para protestar contra un nuevo alza de los impuestos al carburante, que el Gobierno aplicará a partir de enero.
Las demandas se han extendido posteriormente desde la subida del salario mínimo hasta la dimisión de Macron. Según Interior, entre los manifestantes se infiltraron hasta 3.000 violentos, procedentes de grupúsculos de la extrema derecha y la extrema izquierda.
rml (efe, afp, dpa)
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Lugares de memoria para quienes murieron en la Primera Guerra Mundial
Hace 100 años, el 11 de noviembre de 1918, acabó la Primera Guerra Mundial. En Europa muchos museos y memoriales recuerdan a las víctimas de un conflicto brutal y absurdo.
El osario de Douaumont es un mausoleo para los soldados que cayeron en el Frente Occidental y no pudieron ser identificados. En 1984, con motivo del 70 aniversario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, François Mitterand y Helmut Kohl hicieron historia al darse la mano y declarar: "Nos hemos reconciliado. Nos hemos entendido. Nos hemos hecho amigos".
La batalla de Verdún, en el noreste de Francia, es un símbolo del horror de la Primera Guerra Mundial. Entre febrero y diciembre de 1936 murieron en ella cientos de miles de soldados. El museo, creado en 1967, volvió a ser inaugurado con motivo del centenario de esta batalla por la canciller alemana, Angela Merkel, y el entonces presidente francés, François Hollande.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. Baumgarten
Memorial de Notre-Dame-de-Lorette
El Anillo de la Memoria es un monumento conmemorativo ubicado en el cementerio nacional de Nuestra Señora de Loreto, en el norte de Francia. En él están recogidos los nombres de 600.000 caídos en la región francesa de Nord-Pas-de-Calais. Eran soldados del Imperio británico, de Alemania, de Francia y de las colonias galas en África.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Spingler
Historial franco-alemán de Hartmannswillerkopf
Este lugar conmemorativo franco-alemán en el promontorio rocoso de Hartmannsweilerkopf (nombre alemán) fue inaugurado en noviembre de 2017 por el mandatario francés, Emmanuel Macron, y el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier. Comprende un cementerio nacional y una cripta en la que descansan muchos muertos de la guerra de posiciones que hubo en Alsacia.
Imagen: picture-alliance/AP Images/P. Seeger
El museo "In Flanders Fields"
La región en la que se encuentra la ciudad belga de Ypres también fue uno de los escenarios de la Gran Guerra. El museo bélico "In Flanders Fields" se encuentra en un complejo gótico que tuvo que ser reconstruido por los destrozos del conflicto. Su nombre hace referencia a un poema del médico militar canadiense John McCrae, cuyo amigo murió en en 1915 en Ypres.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Schumann
Museo memorial de Mons
Este museo inaugurado en 2005 no pone el foco en los artefactos militares ni en las estrategias, sino en las personas. Tras las vitrinas se encuentran objetos personales de soldados y civiles que permiten hacerse una idea de cómo fue aquello, de cómo lo vivieron. Esta región noroccidental de Bélgica fue un escenario muy reñido en ambas guerras mundiales.
Imagen: picture-alliance/epa/O. Hoslet
Osario de Castel Dante
En la ciudad italiana de Rovereto, el osario de Castel Dante y la Campana de la Paz guardan la memoria de los caídos en la Primera Guerra Mundial. La campana está hecha con el metal de cañones italianos y austrohúngaros que fueron fundidos. Cada día, sus cien campanadas recuerdan a los muertos de todas las guerras.
Imagen: picture-alliance/CTK/C. Karel
Kobariški Muzej
También la región eslovena de Kobarid fue un escenario de la Primera Guerra Mundial, donde tuvieron lugar varias batallas entre el Imperio austrohúngaro e Italia. El Museo de Kobarid documenta tanto las batallas del frente de Isonzo como el día a día de los soldados de ambos bandos.
Imagen: picture-alliance/Arco Images/G. Lenz
Çanakkale Şehitleri Anıtı
Como muchos otros en la península de Galípoli, el monumento de Çanakkale trata de mantener viva la memoria de la batalla homónima que enfrentó al Imperio otomano con Reino Unido, Francia, Australia y Nueva Zelanda. En la piedra se grabaron unas palabras del presidente Atatürk: "Para nosotros no importa si se llamaban Johnny o Mehmet. Por lo tanto, descansan en paz".
Imagen: picture-alliance/AA/E. Aydin
La Nueva Guardia de Berlín
En Alemania, los memoriales de la Primera Guerra Mundial están muy descentralizados. Cada región tiene sus lugares conmemorativos para los caídos. Uno con carácter central, sin embargo, es desde 1993 el edificio de la Nueva Guardia de la capital. En su interior se encuentra una imitación en bronce de la escultura "Madre con hijo muerto" de la artista Käthe Kollwitz.