Francia no subirá impuestos al carburante si petróleo sube
28 de noviembre de 2018
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El Gobierno francés suspenderá el aumento de los impuestos al carburante programados a partir del 1 de enero si el precio del barril de petróleo se dispara, una medida para intentar calmar las protestas de los "chalecos amarillos" que llevan dos semanas movilizados con bloqueos y manifestaciones.
El primer ministro, Édouard Philippe, que dio este miércoles (28.11.2018) algunos detalles de este mecanismo en una entrevista televisada por "BFMTV", se mostró dispuesto, "si hay una delegación representativa", a recibir a los "chalecos amarillos" porque en sus reivindicaciones "hay muchas cosas legítimas".
El ministro de la Transición Ecológica, François de Rugy, se reunió el martes durante dos horas con dos de sus portavoces, que al término del encuentro reiteraron su voluntad de continuar con las protestas porque no percibieron en el Gobierno "una voluntad para cambiar las cosas".
Philippe insistió en que, como dijo ayer el presidente Emmanuel Macron, se mantiene el incremento a partir de enero de las tasas sobre los carburantes (6,5 céntimos por litro de gasóleo, 2,9 para la gasolina), para desincentivar el uso de los combustibles fósiles y para equiparar la fiscalidad de la gasolina y del diésel.
Pero puntualizó que cada trimestre se hará una evaluación de la evolución del barril de petróleo en los mercados internacionales y en caso de que haya incrementos muy pronunciados, entonces se podría dejar de aplicar temporalmente la subida de los impuestos que está prevista desde comienzos de año.
Más allá de la cuestión de los combustibles, que está en el centro de las reivindicaciones de los "chalecos amarillos", el primer ministro dijo que comparte "la impaciencia" que percibe en la población para reducir los impuestos, aunque a continuación puntualizó que no lo puede hacer "a un ritmo irracional".
La razón es que los gobiernos franceses de las últimas cuatro décadas sistemáticamente han gestionado presupuestos con déficit.
En cualquier caso, prometió que se va a reducir el nivel impositivo en Francia y señaló que este año ya han disminuido las cotizaciones sociales que pagan los asalariados y que 18 millones de familias se han visto beneficiadas por un recorte de la tasa de la vivienda, una medida que debe ampliarse al 80 por ciento en los dos próximos años.
Por otro lado, Philippe descartó subir el salario mínimo más que la inflación en el momento de su revalorización en enero próximo. (EFE)
Protestar y bloquear: desobediencia civil alemana
La desobediencia civil es parte del repertorio de la cultura de protesta de la posguerra en Alemania. Muchos alemanes buscan la confrontación con las autoridades, especialmente cuando se trata del medioambiente.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Gateau
Desalojo de manifestantes
La desobediencia civil es parte del repertorio de la cultura de protesta de la posguerra en Alemania. Muchos alemanes buscan la confrontación con las autoridades, especialmente cuando se trata de proteger al medioambiente. En la foto, la Policía desaloja a una activista del bosque de Hambach. Este será un proceso largo, y las fuerzas de seguridad no siempre son tan cuidadosas como en esta foto.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Gateau
La importancia del medio ambiente
Numerosos ambientalistas se han refugiado en el bosque de Hambach en casas construidas en los árboles. Allí protestan desde hace seis años contra la tala de los antiguos bosques de esa región del oeste de Alemania, que está prevista con el fin de facilitar la extracción de los yacimientos de lignito que hay en la zona.
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"¿Energía nuclear? No, gracias"
La fase más dura de la desobediencia civil comenzó en los 70 del siglo pasado. Como consecuencia de mayo del 68, el descontento con ciertas leyes se tornó cada vez más común. En febrero de 1975 hubo un punto de inflexión: en Wyhl, en el sur de Alemania, activistas ocuparon los terrenos donde se iba a construir una planta de energía nuclear. Wyhl se convirtió en un modelo de protesta.
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Encadenados a los rieles
Los movimientos antinucleares ampliaron su rango de trabajo tras el éxito de Wyhl. Una de sus acciones predilectas era la protesta contra el transporte anual de residuos nucleares en Baja Sajonia, que comenzó a realizarse en 1995. Para detener el paso de los trenes con la carga en cuestión, algunos activistas se encadenaban a las vías. El proceso de liberación tomaba largo tiempo a los policías.
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Premio Nobel contra misiles
El 1 de septiembre de 1983 un Nobel se sumó a las protestas. Con su esposa y otros artistas, el escritor Heinrich Böll apoyó el bloqueo de los depósitos nucleares de EE. UU. en Mutlangen. Fue una de las tantas acciones realizadas contra la "doble decisión" de la OTAN, que modernizó sus misiles nucleares en diciembre de 1979. Esa lucha fue una de las más importantes del movimiento pacifista alemán.
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Protesta contra la ampliación del aeropuerto
También proyectos como la pista oeste del aeropuerto de Fráncfort concitan la atención de los manifestantes. El 14 de noviembre de 1981, más de 120 mil personas expresaron su rechazo al plan de ampliar la losa. Al día siguiente, los activistas montaron barricadas e intentaron derribar el muro que rodeaba la construcción. El 12 de abril de 1984, la polémica pista igual entró en operaciones.
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El nacimiento de los "ciudadanos furiosos"
Casi tan polémica como la pista aérea ha sido la construcción de la estación de trenes subterránea de Stuttgart. Para llevar a cabo el proyecto "Stuttgart 21", varias zonas de la ciudad deberán ser reconstruidas. Primero protestaron los adultos mayores junto a sectores de izquierda, en 2009. Luego se sumaron más personas. En la prensa se hizo popular el término "Wutbürgers": "ciudadanos furiosos".