Francia reconoce abusos en actuación policial con migrantes
24 de octubre de 2017
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Una misión oficial encargada por el Gobierno francés reconoce que es posible que en la acción policial contra los inmigrantes que se concentran en la región de Calais y Dunkerque, con intención de pasar irregularmente al Reino Unido, se hayan cometido abusos en el uso de la fuerza.
Los autores de la misión que realizó la Inspección General de la Administración (IGA) y los organismos equivalentes de la Policía Nacional y de la Gendarmería, en el informe puesto en línea anoche, admiten que son "plausibles" las "faltas a la doctrina de empleo de la fuerza y a la deontología policial".
En concreto, esas infracciones se refieren a "violencias, un uso desproporcionado de aerosoles lacrimógenos, la destrucción de bienes de los inmigrantes así como no respetar la obligación" de llevar la matrícula que los identifica en tanto que agentes de las fuerzas del orden. Esas conclusiones derivan de "la acumulación de testimonios escrito y orales", indicaron los órganos de control de la administración, que sin embargo puntualizaron que todo eso no se puede considerar "pruebas formales".
El trabajo publicado ahora fue un encargo en julio pasado del ministro del Interior, Gérard Collomb, después de una decisión del Defensor de los Derechos y de un informe de Human Rights Watch (HRW), que reprochaban un uso excesivo de la fuerza contra los miles de inmigrantes que había en esa región del norte de Francia, frente a las costas de Inglaterra.
Se da a conocer precisamente un año después del desmantelamiento del campamento de inmigrantes de las afueras de Calais conocido como "la jungla" en el que había en ese momento unas 7.000 personas.
El Ministerio del Interior se esforzó, en un comunicado en hacer notar que "ningún elemento del informe permite aportar pruebas de las alegaciones más graves formuladas por Human Rights Watch". Además, añadió que los abusos "plausibles" que señalan sus autores no se sustentan en pruebas y no permiten "cuestionar de forma establecida y cierta la acción de las fuerzas que intervinieron". (EFE)
Refugiados en Francia: la "Jungla" de Calais
Aumenta el nerviosismo en el campo de refugiados de Calais. Las autoridades francesas planean construir una "zona tapón" entre el campo de refugiados y el Eurotúnel que conecta el continente con Reino Unido.
Imagen: DW/D. Cupolo
Antes del desalojo
Voluntarios ayudan a los refugiados a transportar sus pertenencias. Anteriormente, las autoridades habían prometido a los migrantes la creación de un espacio para su realojamiento. Mediante esta zona, el Gobierno francés pretende bloquear el acceso al Eurotúnel, a través del cual muchos refugiados viajan a Inglaterra. "Les ayudamos a mantener su dignidad", aclara uno de los voluntarios.
Imagen: DW/D. Cupolo
El mar y las oportunidades
Tiendas de campaña frente a la entrada del Eurotúnel. En este punto muchos refugiados intentan subirse a los camiones que van a Gran Bretaña. Un enorme dispositivo policial vela por evitar que los polizones crucen a través del túnel. El joven sirio Mohammed Schakh enumera las opciones: el plan A, cruzar en un camión. El B, hacerlo en un tren. El C, atravesar el Canal de la Mancha en barco.
Imagen: DW/D. Cupolo
Mudanza urgente
El nuevo campo fue establecido el pasado jueves. Eso sí, no se sabe cuándo serán retirados los antiguos asentamientos. Para los refugiados significa mudarse. Alrededor de un centenar de alojamientos ilegales ya han sido trasladados con la ayuda de voluntarios. Hasta el momento se han construido otros 40 refugios "no oficiales".
Imagen: DW/D. Cupolo
Espacio para nuevas tiendas
Los miembros de la asociación "Care4Calais" limpian la zona de maleza y basura. El objetivo es crear espacio para los refugiados. "Cuando viví en Afganistán fueron muy hospitalarios conmigo. Por eso quiero devolverles algo", explica Ruth Boggiuth, una las voluntarias.
Imagen: DW/D. Cupolo
Esperando a que llegue el día
Entre 1.500 y 4.500 habitantes del campamento improvisado se han visto afectados por el reasentamiento. Algunos siguen esperando. "No pienso desmontar y volver a montar mi tienda en otro lugar", dice Saifullah Barat. Este afgano vive desde hace 4 meses en la "Jungla de Calais". "Si la policía quiere desmontar mi campamento, que lo haga. No voy a hacerles frente".
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Huellas dactilares? No, gracias.
Las autoridades han establecido un nuevo campamento en las cercanías de Calais. En el asentamiento levantado con contenedores hay espacio para cerca de 2.000 personas. Muchos de los refugiados, sin embargo, rechazan trasladarse a estos alojamientos temporales ya que, con el fin de identificarles, las autoridades exigen una toma de huellas dactilares.
Imagen: DW/D. Cupolo
Francia: ¿una prisión?
"Vemos cómo nos tratan los franceses", dice el sirio Mohammen Schakh. "Las autoridades nos toman por tontos y creen que vamos a aceptar la toma de huellas dactilares. Esto es parecido a una cárcel. Una vez que entremos aquí, no nos dejarán salir nunca. No quiero vivir nunca en este país".
Imagen: DW/D. Cupolo
Aumenta la violencia
El anuncio del desalojo y el aumento de la presencia policial ha provocado un aumento de la violencia en la "Jungla de Calais", informa Médicos sin Fronteras. Las lesiones provocadas por los enfrentamientos entre los propios habitantes del campamento, o entre los refugiados y la policía han propiciado un aumento de la presencia de los integrantes de esta ONG.
Imagen: DW/D. Cupolo
Nuevos asentamientos en otros lugares
"Los habitantes del campo creen que Francia pretende reducir el campamento progresivamente", explica Maud Le Quintrec, de Médicos sin Froteras. "Por eso muchos refugiados han decidido levantar nuevos campamentos ilegales. De hecho, 120 habitantes de 'la Jungla' se han ido a Bélgica". Así, explica Le Quintrec, lo único que consiguen las autoridades es trasladar el problema. (18.01.2016)