Considerando que la derecha en Francia está empañada por el “caso Fillon” y a la esperanza de los socialistas galos no le auguran un buen desempeño en las urnas, no es de extrañar que la ultraderecha esté de júbilo.
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En su artículo Los franceses desconfían (cada vez más) de los políticos, el comentarista de DW Kersten Knipp decía, citando al politólogo Thierry Pech y un estudio de principios de 2016, que casi el noventa por ciento de la población gala deseaba implícita o explícitamente que un "verdadero líder” tomara las riendas del país y restaurara el orden. No cuesta intuir que esa tendencia se ha intensificado tras el estallido del escándalo en torno a la parejadel candidato conservador a la presidencia de Francia, François Fillon.
Este martes (31.1.2017) en su sitio web, el semanario satírico e investigativo Le Canard Enchaîné sostiene que Penelope Fillon ganó 900.000 euros brutos como asistente parlamentaria y como colaboradora de una publicación, dos empleos que se sospechan ficticios. En un adelanto de la edición que se publicará este miércoles (1.2.2017) se alega que Fillon, favorito hasta ahora para las elecciones presidenciales de abril de 2017, contrató a su mujer y a dos de sus hijos como asistentes en la Asamblea Nacional.
La Justicia francesa investiga desde la semana pasada si el empleo de la mujer de Fillon fue sólo una fachada y, en ese marco, la policía los interrogó a ambos el lunes (30.1.2017). Este martes (31.1.2017), agentes de la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLCIFF) acudieron a la Asamblea Nacional para recuperar documentos que permitan aclarar si Penelope Fillon cumplió con su trabajo, primero como asistente parlamentaria de su esposo y luego del diputado Marc Joulaud.
Varias fuentes apuntan a que Penelope Fillon recibió 500.000 euros brutos de dinero público y no 900.000, como arguye Le Canard Enchaîné. En todo caso, más de 267.000 personas han respaldado ya una petición online para que la mujer del candidato presidencial de derecha devuelva el dinero que cobró supuestamente por un empleo ficticio. La demanda digital fue dirigida directamente a Penelope Fillon a través de la plataforma Change.org. Considerando que la derecha en Francia está empañada por este caso y a la esperanza de los socialistas galos no le auguran un buen desempeño en las urnas, no es de extrañar que la ultraderecha esté de júbilo.
ERC ( EFE / dpa )
Políticos en la mira de la sátira
Trátese de Merkel, Putin, Trump o Bush: cada quien tiene su propio estilo de hacer política y también reacciona de forma diferente a la sátira.
Imagen: ZDF Neo Magazin Royale
Angela Merkel
Durante el apogeo de la crisis del euro, muchas revistas y periódicos griegos retrataron a la canciller alemana, Angela Merkel, con símbolos nazis. En la portada que se puede ver en la imagen, la revista satírica "Mystiki Ellada" mostró en 2012 a Merkel vestida con el uniforme de soldado del Ejército de la Alemania nazi. En ningún momento la canciller sopesó proceder legalmente contra el medio.
Imagen: picture-alliance/Rolf Haid
Vladímir Putin
Las fotos vacacionales del presidente ruso, Vladímir Putin, sirven de inspiración a humoristas satíricos de todo el mundo. Desde que el hombre fuerte del Kremlin se dejó fotografiar montando a caballo a pecho descubierto, el torso desnudo del presidente es un motivo muy popular, por ejemplo en el Carnaval de Colonia de 2015.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Weihrauch
Donald Trump
El precandidato presidencial republicano Donald Trump es el blanco predilecto de muchos caricaturistas y humoristas. No obstante, el magnate es muy sensible a las críticas. El periódico Boston Globe publicó un encabezado ficticio, en el que hace parodia de las propuestas del precandidato en torno a la política de inmigración. Trump calificó al diario de “estúpido” y “despreciable”.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/The Boston Globe
Kim Jong-Un
El dirigente comunista de Corea del Norte no tiene mucho sentido del humor. Para impedir que la película satírica “La entrevista” se estrenara en 2012 en los cines estadounidenses, el régimen norcoreano lanzó una serie de ataques cibernéticos. Los estudios cinematográficos Sony fueron hackeados, y también se registraron muchas amenazas de atentados contra cines estadounidenses.
El expresidente estadounidense George W. Bush es uno de los políticos que más ha inspirado a los cómicos en Estados Unidos. La supuesta falta de intelecto del exmandatario de origen tejano ha sido motivo de burla por parte de los humoristas.
Imagen: Getty Images/M. Tama
Jaroslaw Kaczynski
A principios de año, un carro alegórico del desfile del Carnaval de Dusseldorf provocó tensiones diplomáticas entre Alemania y Polonia. Esta es representada como una mujer maltratada y pisoteada por el líder del partido de los nacionalconservadores, Jaroslaw Kaczynski. El ministro de Relaciones Exteriores polaco dijo que el carro mostraba el “desprecio hacia Polonia y los políticos polacos”.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Gambarini
Benjamín Netanjahu
El primer ministro israelí suele ser objeto de burla del programa de televisión “Eretz Nehederet” (Un país hermoso). En esta escena, los cómicos hacen una parodia de las negociaciones entre el jefe de Estado de Israel y la organización palestina Hamás. No obstante, Netanyahu nunca se ha indignado. Al contrario, en 2013 visitó el programa como invitado estelar.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Guez
Winston Churchill
La sátira política tiene una larga tradición: esta caricatura británica de 1915 muestra a Winston Churchill, que en aquel entonces era ministro de Marina, como un Aquiles desaliñado en la guerra de Troya. El dibujo que lleva el título “La lucha de los barcos” hace alusión a la guerra marítima por los Dardanelos, que perdió Churchill.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Hugo Chávez
El difunto expresidente venezolano Hugo Chávez tampoco se salvó de la sátira, como se puede apreciar en esta caricatura de 2012. Muchas personas cercanas al exmandatario aseguran que tenía un excelente sentido del humor y que sus bromas estaban cargadas de metáforas. Por ejemplo, se hizo famosa su frase “huele a azufre” con la que se refirió a George W. Bush.
Imagen: Roberto Weil
Jamenei y Carrell
En 1987 una sátira del líder de la revolución iraní, el ayatolá Jamenei, provocó un escándalo en la televisión alemana. El moderador Rudi Carrel había mostrado un montaje fotográfico de Jamenei: durante una visita de Estado a Alemania manifestantes supuestamente lanzan ropa interior contra el ayatolá. Como consecuencia, dos diplomáticos alemanes fueron expulsados de Teherán.
Imagen: picture-alliance/dpa/I. Wagner
Erdogan y Böhmermann
Aún está por verse si el poema del cómico alemán Böhmermann sobre el presidente turco llevará a una crisis diplomática parecida a la de 1987. Está claro que no es la primera ni la última vez que la sátira política provoca tensiones diplomáticas a nivel internacional.