El primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, anunció que formalizará su dimisión este martes (6.12.2016) para poder entrar en la carrera por la presidencia del país, que se dirimirá en las elecciones de 2017.
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Sí, soy candidato a la presidencia de la República", dijo Valls nada más comenzar un discurso desde el ayuntamiento de la ciudad de Evry, de la que fue alcalde durante once años (2001-2012), antes de añadir que dejará este martes el puesto de primer ministro para lanzar sus propuestas a los franceses "en toda libertad".
"De acuerdo con el presidente de la República renunciaré a mi cargo a partir de mañana", dijo Valls en Évry, en el sur de París. Valls acaba así con semanas de especulaciones sobre su posible candidatura, después de que el presidente del país, el también socialista François Hollande, renunciase la semana pasada a presentarse a la reelección.
El Partido Socialista celebrará en enero de 2017 elecciones primarias en dos rondas para elegir a su candidato a los comicios presidenciales, que tendrán lugar en abril y mayo del próximo año. El candidato socialista se enfrentará al conservador François Fillon, que venció en primarias al ex presidente Nicolas Sarkozy, y a la ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional.
Frente al derrotismo imperante en la izquierda por las escasas opciones que dan las encuestas a cualquier candidato, Valls se mostró combativo y recordó que "nada está escrito", por lo que llamó a todo el mundo a "movilizarse en masa en enero", cuando los socialistas celebran sus primarias.
El jefe del Gobierno exhibió su experiencia como primer ministro y como titular del Interior para garantizar una Francia independiente frente a los presidentes de China, Estados Unidos, Rusia o Turquía. Y al mismo tiempo lanzó su primer llamamiento a la unidad de la izquierda, que presentará a varios candidatos en las presidenciales: "Hoy tengo una responsabilidad, unir. Mi candidatura es la de la reconciliación".
Declaración de amor a Francia
"Quiero dar todo a Francia, que tanto me ha dado", señaló Valls, de origen español y que no obtuvo la nacionalidad francesa hasta los 20 años. Valls compareció rodeado por una representación multiétnica de sus vecinos de Evry, y tras un atril en el que se podía leer el eslogan: "Hacer ganar todo lo que nos une".
Tras alertar a los franceses contra el riesgo de que la ultraderecha alcance la segunda vuelta en las elecciones, dijo que no quiere que Francia "reviva el trauma de 2002" (cuando Jean-Marie Le Pen alcanzó esa ronda), porque el programa del Frente Nacional "arruinará a los trabajadores y nos hará salir de Europa y de la historia".
Al mismo tiempo criticó al candidato de la derecha, François Fillon, por sus "viejas recetas de los años ochenta, que nos presenta como un avance cuando son un retroceso social".
JOV (dpa, efe, France24)
Veteranos del Día D
El Día D, el 6 de junio de 1944, las fuerzas aliadas desembarcaron en Normandía para liberar primero a Francia y asestar luego un golpe definitivo al régimen nazi. Los veteranos de ese día comparten sus recuerdos.
Imagen: DW/R. Romaniec
Desembarco en Normandía
El 6 de junio de 1944 fue un día clave durante la II Guerra Mundial. Cerca de 150.000 soldados de las fuerzas aliadas desembarcaron en las playas de Normandía, en el noroeste de Francia, para luchar contra el régimen nazi. Contaban con más de 1.200 barcos y 7.000 aviones. En pocos días, 300.000 soldados lucharon en el frente, de 100 km de largo, contra las fuerzas de ocupación de Hitler.
Imagen: public domain
Lawrence L. Brannan
Brannan llegó con sus compañeros a “Omaha Beach“, el sector de la costa de Normandía donde se llevaron a cabo los combates más duros y donde las unidades del Ejército de EE. UU. registraron las mayores bajas.
Imagen: DW/S. Czimmek
La tumba de los compañeros
Brannan resultó gravemente herido, y allí terminó su desempeño en la II Guerra. Tiene 94 años, es padre de ocho hijos y vive en Morristown, Tennessee. Ahora, luego de 70 años, viaja otra vez a Normandía para visitar a sus compañeros caídos en la batalla. “Son mis amigos”, dice.
Imagen: DW/S. Czimmek
Honores militares
En su viaje a Francia, Lawrence Brannan es acompañado por su hija Gerry. Durante la ceremonia oficial en conmemoración del Día D en Francia será galardonado en presencia del presidente de EE. UU., Barack Obama, con la Orden de la Legión de Honor, la más conocida e importante de las distinciones francesas.
Imagen: DW/S. Czimmek
Paul Golz
El alemán Paul Golz estaba destinado en Normandía el 6 de junio de 1944. Como soldado de la Wehrmacht, comenzaba su guardia cuando desembarcaron los aliados. En su memoria queda el recuerdo vívido de las luces de los paracaidistas iluminando el cielo nocturno. Golz dice que no tuvo miedo, ya que era muy joven y no supo ver el peligro real que suponía el desembarco.
Imagen: DW/C. Küfner
"Un ángel de la guarda"
Luego del desembarco aliado, Golz fue enviado a otro lugar. Durante su misión en Normandía no tuvo que participar en luchas ni fue herido. "Siempre tuve un ángel de la guarda", asegura.
Imagen: DW/C. Küfner
Tres años de prisión
En 1947, Golz volvió a ver a su familia (aquí, en una foto de 1939). Tras el desembarco de Normandía, fue tomado prisionero por soldados estadounidenses. Dice que lo trataron bien en cautiverio, y que aprendió inglés, lo cual fue de provecho para su vida profesional. Golz trabajó durante 45 años en el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores.
Imagen: DW/C. Küfner
Recuerdos de un jeep
En el 70 aniversario del Día D, también Paul Golz viajó otra vez a Normandía. En estos días, numerosos vehículos militares circulan por las calles, como aquí, en Sainte-Mère-Eglise, lo cual para Paul Golz despierta muchos recuerdos. Antes del desembarco, nunca había visto un jeep.
Imagen: DW/C. Küfner
Homenaje a los caídos
En su visita a Normandía en conmemoración del Día D, Paul Golz pasa por los numerosos cementerios militares. En el de Orglandes, por ejemplo, encontraron sepultura cerca de 10.000 soldados de la Wehrmacht. “Yo también podría estar aquí, pero pude seguir viviendo”, dice Golz, de 89 años.
Imagen: DW/C. Küfner
Un polaco en Normandía
Marian Slowinski era uno de los soldados polacos que lucharon en Normandía contra los nazis. Tenía 25 años y usaba la gorra que se ve en la foto, su más preciado recuerdo de esos días. Slowinski fue enviado a una división blindada y logró permanecer ileso durante la guerra. El dice que fue “suerte de soldado”.
Imagen: DW/R. Romaniec
Luchar para volver a casa
Marian Slowinski también tuvo que separarse de su familia a causa de la guerra. Nació en 1919 y es el mayor de cinco hermanos. Su huida del régimen nazi fue una odisea a través de Europa. En Inglaterra se unió a las fuerzas aliadas. Con el desembarco de Normandía también comenzó su camino de regreso a casa.
Imagen: DW/R. Romaniec
Los últimos testigos
A los 95 años, Marian Slowinski es uno de los veteranos vivos de más edad que participaron en el desembarco de Normandía en 1944. Hombres como él fueron los que liberaron a Europa de la dictadura y los horrores del régimen nazi.