Así lo manifestó en París el asesor especial de la Presidencia de Brasil, Marco Aurelio García. La idea es reunir nuevamente al grupo de países que participó entre diciembre y enero pasados en la liberación de las rehenes Clara Rojas y Consuelo González, para negociar con las FARC la liberación de más rehenes.

El grupo que participó en los esfuerzos entre diciembre y enero estuvo integrado por Argentina, Brasil, Cuba, además de los negociadores oficiales, España, Francia y Suiza. Venezuela como interlocutor con la guerrilla colombiana FARC, catalogada por “grupo terrorista”, tanto por EE. UU. como por la UE.

García hizo pública la información luego de un encuentro que mantuvo con representantes diplomáticos franceses en París. En la reunión participaron el director de las Américas del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Daniel Parfait, quien además es el marido de la hermana de Ingrid, Astrid Betancourt.

"Estamos ante una situación humanitaria muy difícil. Ingrid no está en buenas condiciones de salud", dijo García.

Primero hay que reconciliar a Uribe con Chávez

Para poner en marcha la iniciativa se necesita la aprobación del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y el conocimiento expreso del mandatario venezolano, Hugo Chávez.

Uno de los primeros cometidos del grupo sería hacer posible el diálogo entre los presidentes de ambos países sudamericanos, cuyas relaciones diplomáticas se hallan interrumpidas desde diciembre pasado.

En caso de llegar a un acuerdo, los países deberán actuar en el marco de la estrategia elaborada por Uribe para, según explicó en su momento, presionar una liberación humanitaria de los rehenes. El mandatario colombiano pidió al Ejército que ubique y cerque los campamentos de la guerrilla en los que estarían ocultos los rehenes, evitando el enfrentamiento.

Durante la mediación, el grupo armado dijo que está dispuesto a liberar a entre 47 y 50 rehenes, entre ellos a la ex candidata presidencial de Colombia, Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y varios políticos, militares y policías, a cambio de por lo menos 500 rebeldes presos, incluidos dos extraditados a Estados Unidos.

Acuerdo de paz facilitaría integración de América Latina

García elogió al presidente Uribe por tener "mucha capacidad política" y destacó la capacidad de negociación de Argentina y Cuba durante las negociaciones. Aclaró asimismo que Brasil no ejerció un papel de intermediario entre el gobierno colombiano y la guerrilla porque no tiene interlocutores en ésta.

Además del objetivo humanitario, el gobierno brasileño considera que un eventual acuerdo de paz entre Bogotá y las FARC favorecería la integración sudamericana.

"El problema de los rehenes tiene que ser resuelto para ayudar a la integración sudamericana. El tema no ayuda y ya desató un conflicto entre Colombia y Venezuela", indicó García.

"Si el acuerdo humanitario continúa en Colombia, podremos tener la esperanza de llegar a un acuerdo de paz en el futuro", consideró el representante brasileño.